11 ene 2023
Testimonio de Severo Aparicio: "El vaticano se habría 'vengado' de la iglesia de Perú nombrando unos obispos impuestos, anti-conciliares"
Tras unos años de ajuste, prueba y vacilación, a los diez del Vaticano II, tras la asamblea del CELAM (Medellín 1968), Pablo VI publicó el documento más importante de la iglesia postconciliar, “Evangelii Nuntiandi” (1975), sobre el anuncio del evangelio. Era una confirmación de la Iglesia de Cristo liberador, bocanada de aire puro, vida de Evangelio, para cientos millones de cristianos, hombres y mujeres de toda condición, de los cinco continentes, especialmente de América Latina, y en América Latina de Perú.
Tras diez años de re-ajuste y miedo, con pavor ante el fantasma del marxismo y ante revoluciones incoadas (o inventas artificialmente), en diversas iglesias y naciones, bajo la égida de Juan Pablo II, impulsado por corrientes de tipo más político/económico que cristiano, J. Ratzinger, prefecto de la Doctrina de la Fe, impuso desde Roma un documento titulado Libertatis Nuntius (1984), donde, en nombre del Cristo de la Libertad (Isaías II y III), se condenaba no sólo la teología de la liberación, sino su espíritu y camino de evangelio-