19 sep 2025
El sagrado derecho a la vivienda
la humanidad nunca tuvo tanta capacidad técnica y económica para garantizar un techo digno a cada persona, y sin embargo millones ven cómo la vivienda se convierte en un bien inalcanzable
La vivienda es un derecho sagrado inseparable de la dignidad humana. Negarla es perpetuar estructuras de pecado que matan. La DSI, iluminada por la vida de Jesús y por los principios de destino universal de los bienes y subsidiariedad, ofrece un camino profético y realista.
Los populismos ultras culpan a los inmigrantes de la crisis de vivienda, pero esa idea es falsa y no tiene en cuenta los verdaderos datos económicos y sociológicos. Culpar al inmigrante es un mecanismo de distracción: convierte a los vulnerables en chivos expiatorios y encubre la responsabilidad de quienes concentran capital.
Estamos llamados a construir comunidades comprometidas con el Jesús desposeído. Si somos samaritanos con los sin techo, seremos herederos de la solución habitacional de Cristo: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas” (Jn 14,2).