"Nuestras raíces, el amor que nos esperaba y que recibimos cuando vinimos al mundo, los ambientes familiares en los que crecimos, forman parte de una historia única que nos ha precedido y nos ha generado"
Los abuelos "nos amaron sin reservas y sin esperar nada de nosotros; nos tomaron de la mano cuando teníamos miedo, nos tranquilizaron en la oscuridad de la noche, nos alentaron cuando a plena luz del día tuvimos que decidir sobre nuestra vida"
"¿Somos hijos y nietos que sabemos custodiar la riqueza que hemos recibido? ¿Recordamos las buenas enseñanzas que hemos heredado? ¿Hablamos con nuestros mayores, nos tomamos el tiempo para escucharlos?"
"¿Qué queremos dejar en herencia a nuestra posteridad? ¿Una fe viva o al “agua de rosas”, una sociedad basada en el beneficio individual o en la fraternidad, un mundo en paz o en guerra, una creación devastada o un hogar todavía acogedor?"
"La pregunta es: ¿estoy generando vida? ¿Estoy difundiendo en la historia un amor nuevo y renovado que antes no existía? ¿Anuncio el Evangelio allí donde vivo, sirvo a alguien gratuitamente, como hicieron conmigo los que me precedieron? ¿Qué estoy haciendo por mi Iglesia, por mi ciudad y por mi sociedad? Es fácil criticar, pero el Señor no quiere que seamos sólo críticos con el sistema, no quiere que seamos cerrados y “de los que retroceden”, sino artesanos de una historia nueva, tejedores de esperanza, constructores de
futuro, artífices de paz"