La CEE invita "a todos los cristianos, y de manera especial a cuantos trabajáis en la acción caritativa y social, a abrir los ojos al sufrimiento de nuestros hermanos más pobres, a escuchar sus clamores y a dejarse tocar el corazón para ser oportunidad y esperanza para todos ellos"
“Nos duele profundamente la situación de las personas que sufren una precariedad laboral creciente, especialmente los jóvenes y las familias; viven situaciones de exclusión social cada vez más severas (…); no pueden acceder o permanecer en una vivienda, porque esta ha pasado de ser un derecho a ser un lujo”
“Nos preocupa la desvinculación social creciente en nuestro entorno”, plantea el mensaje, que lamenta cómo “en este mundo en el que predomina lo virtual y líquido, las relaciones se vuelven frágiles”, lo que lleva a “no responsabilizarse suficientemente del otro y se traduce en crisis de cuidados y de pertenencia”
“Lo que tú hagas, como tú te sitúes en el mundo y ante los otros, puede abrir puertas, dar vida, aliviar la soledad, sanar el alma, hacer que otros y otras sientan que la vida brota nueva en ellas”