"Dios no quiere la guerra, ¡Dios quiere la paz!", exclama el Papa en el ángelus El Papa pide a los gobernantes "que escuchen la voz de la conciencia" y paren las guerras

León XIV, en el ángelus desde la plaza de San Pedro
León XIV, en el ángelus desde la plaza de San Pedro RD/Captura

"A los gobernantes los invito a que escuchen la voz de la conciencia. Las aparentes victorias obtenidas con las armas, sembrado muerte y destrucción, son, en realidad, derrotas, y no llevan jamás a la paz ni a la seguridad", clamó el Papa, con el gesto muy serio.

A "la intercesión de los santos", entre ellos los dos jóvenes a quienes acababa de canonizar, Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, quiso encomendar León XIV, justo antes del rezo del ángelus, todavía desde el altar en la plaza de San Pedro, y ante 60.000 fieles que habían acudido a la ceremonia, la "incesante oración por la paz, especialmente en Tierra Santa y en Ucrania y en todas las tierras ensangrentadas por la guerra".

"A los gobernantes los invito a que escuchen la voz de la conciencia. Las aparentes victorias obtenidas con las armas, sembrado muerte y destrucción, son, en realidad, derrotas, y no llevan jamás a la paz ni a la seguridad", clamó el Papa, con el gesto muy serio.

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"Dios no quiere la guerra, ¡Dios quiere la paz! Y Dios sostiene a quien se compromete a salir de la espiral del odio y a recorrer el camino del diálogo", instó Robert F. Prevost, proclamación a la que siguió un espacio de silencio roto por los miles de aplausos que resonaron a lo largo y ancho de la plaza.

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