Se inaugura en Madrid la 52º Semana Nacional de Vida Consagrada "La Vida Consagrada no se halla sumida en la oscuridad ni en estado terminal"

Inauguración de la Semana
Inauguración de la Semana J.L.

Con un salón de actos a rebosar con 300 representantes de distintos carismas de la Vida Religiosa y 200 personas siguiéndola en su modalidad online, se ha inaugurado en la mañana de este miércoles, 12 de abril, en Madrid, la 52ª Semana Nacional Vida Consagrada en Madrid, que reflexionará, bajo el tema 'Entretejer itinerarios de Esperanza', sobre el ser y el sentir de este indispensable pulmón de la Iglesia hasta el próximo sábado 15

"Nuestra sociedad secularizada no supone el fin de la religión ni de la fe cristiana, ni tampoco de la vida consagrada, sino la transformación de la propuesta de sentido aceptada durante siglos en nuestro entorno cultural", señaló Antonio Bellella

El nuncio Bernardito Auza transmitió "una palabra cercana del Papa, que les muestra cercanía y gratitud por lo que sois y hacéis y sus palabras pueden estimular vuestro compromiso"

Jesús Miguel Zamora, secretario general de la CONFER, invitó a fijarse el gerundio "aguardando, pero no en plan pasivo, llenos de lamentos, sino en espera activa como la que sentían los de Emaús, una espera que que dice que estamos vivos"

Con un salón de actos a rebosar con 300 representantes de distintos carismas de la Vida Religiosa y 200 personas siguiéndola en su modalidad online, se ha inaugurado en la mañana de este miércoles, 12 de abril, en Madrid, la 52ª Semana Nacional Vida Consagrada en Madrid, que reflexionará, bajo el tema 'Entretejer itinerarios de Esperanza', sobre el ser y el sentir de este indispensable pulmón de la Iglesia hasta el próximo sábado 15, en un acto fue presidido por el cardenal claretiano Aquilino Bocos; el nuncio Bernardito Auza, Adolfo Lamata, Provincial de los Misioneros Claretianos de Santiago y el hermano Jesús Miguel Zamora, secretario General de CONFER

El director del Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR), organizador del evento, el claretiano Antonio Bellella, en su presentación de la Semana, señaló que la Vida Consagrada no se halla en nuestros días sumida en la oscuridad, ni tampoco en un estado terminal, agónico; como amarrada a un dosificador de suero que ni le deja vivir ni le deja morir. La vida consagrada está sencillamente en una etapa ardua de su historia; en una penumbra apta para recordar que «ni la perfección ni la plenitud son de este mundo»", señaló, citando a Josep Maria Esquirol.

Antonio Bellella y el cardenal Bocos
Antonio Bellella y el cardenal Bocos ITVR

Desde esta certidumbre, aseguró Bellella que la propuesta de esta 52ª edición pretende ser "una reflexión serena y proyectiva sobre la esperanza, entendiéndola no como un último recurso de emergencia, sino como lo que es, una virtud teologal que muestra su eficacia en la cotidianeidad que nos rodea. Para la tradición de la Iglesia, la esperanza no es un sueño quimérico, un delirio de ingenuidad, un último recurso, un autoengaño o una consolación inútil; es más bien un acercamiento específico a la penumbra existencial desde la óptica de Dios".

"Una fe más madura y humilde"

Quiso concluir el marco de su presentación Antonio Bellella señalando lo que el ITVR desea que esta 52ª Semana Nacional de Vida Consagrada contribuya a suscitar: "Una fe más madura y humilde, capaz de acoger, tomar en serio e integrar la experiencia de oscuridad y el vacío que nace de la pérdida de centralidad, seguridad y control".

"A reconocer -prosiguió el director- que la experiencia de muerte es característica del Evangelio y testimonia la verdad de una aventura espiritual; a descubrir que nuestra sociedad secularizada no supone el fin de la religión ni de la fe cristiana, ni tampoco de la vida consagrada, sino la transformación de la propuesta de sentido aceptada durante siglos en nuestro entorno cultural; a emprender el ejercicio de una lectura continua de los signos de los tiempos, escrutando tanto el alcance espiritual de la fisonomía humana, tanto en sus expresiones culturales y artísticas como en las grandes búsquedas e interrogantes de los hombres de hoy; y "a aprender a entablar una sana confrontación con la alteridad, la diferencia y la pluralidad características de nuestro tiempo, superando la malsana sospecha ante todo lo nuevo".

Asistentes a la Semana Nacional de Vida Consagrada
Asistentes a la Semana Nacional de Vida Consagrada ITVR

En la inauguración, el cardenal Bocos, durante años alma mater del ITVR y de esta Semana, hizo de su saludo una plegaria, dejando un guiño intencionado "con una oración de un hombre excepcional, que tanto amó a la vida consagrada; que tantas veces participó en estas Semanas y a quien esperamos verle pronto en los altares. Me refiero al Cardenal Eduardo Pironio".

La cercanía del Papa a la Semana

El nuncio Bernardito Auza, en nombre del Papa, agradeció la iniciativa de esta Semana y señaló que, en esta travesía del desierto que vive la Vida Consagrada, quiso transmitir a los participantes en este evento académico "una palabra cercana del Papa, que les muestra cercanía y gratitud por lo que sois y hacéis y sus palabras pueden estimular vuestro compromiso".

Citó también el encuentro de Francisco, durante su viaje al Congo, con los miembros de la Vida Consagrada, en donde "denunció la comunidad mundana", "alertando sobre la superficialidad, invitando a estudiar la doctrina, meditar la Palabra de Dios y permanecer abiertos a las cuestiones de nuestro tiempo".

El nuncio Bernardito Auza
El nuncio Bernardito Auza ITVR

Jesús Miguel Zamora, en nombre de la CONFER, como secretario generał de la conferencia de religiosos de España, añadió otros cuatro gerundios a los que se presentan en esta Semana. "El primero es muriendo", señaló, indicando que "son muchos los institutos que adivinan un final próximo, pero solo Dios permanece, por lo que en este vaivén, de irnos desgastando, pero con vida, debemos enfocar cómo deseamos vivir nuestros días y caminar nuestros pasos".

"En espera activa, como los de Emaús"

El segundo gerundio, añadió, en "estando", porque "no es indiferente cómo nos sintamos en la Iglesia y ante la sociedad", y abogó por "volver la vista atrás para ver de dónde venimos". El tercer gerundio es "aguardando, pero no en plan pasivo, llenos de lamentos, sino en espera activa como la que sentían los de Emaús, una espera que que dice que estamos vivos".

"Resucitando" fue el cuatro gerundio en el que se fijó este hermano de la Salle, porque "invita a vivir a los consagrados como resucitados y renovados cada día, con una esperanza que nos lleve en volandas a creer que sí, que estamos vivos, y que nos toca seguir proyectando, porque Dios es el fundamento de nuestra esperanza".

Adolfo Lamata (izquierda) y Jesús Miguel Zamora
Adolfo Lamata (izquierda) y Jesús Miguel Zamora ITVR

En su alocución, el P. Adolfo Lamata, aludiendo al lema de la Semana -'Entretejer itinerarios de esperanza', recordó que el fundador de los claretianos, "San Antonio María Claret, antes que santo, junto con su familia, fue tejedor" y "esta semana nos invita a aprender un arte que ocupó un lugar muy relevante en la juventud de nuestro fundador, el arte de tejer. Un arte que tiene que ver con los telares, pero también es un arte relacional y espiritual. Por eso es muy pertinente procurar tejer redes de relaciones al servicio de la esperanza, unas vidas entre tejidas con otras muchas vidas".

"Luchar contra lo que ahoga la esperanza"

"La esperanza cristiana -prosiguió el provincial- no se desarrolla al margen de las diversas experiencias humanas, sino a través de ellas. Por eso, es importante favorecer aquello que puede permitir el crecimiento de una verdadera esperanza y luchar contra lo que puede ahogarla".

A lo largo de estos días, destacados ponentes como Mariano Delgado, Liliana Franco, Miguel Márquez o Nadia Coppa, entre otros-tomarán el pulso al sentir de la Vida Consagrada con el objetivo de que, en palabras de Bellella, pueda ser un "punto de inflexión" para "motivarnos desde dentro, con la fuerza que nos viene de nuestra fe y crecer en la esperanza".

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