Así ha sido la primera jornada de Francisco en Lisboa Un anciano Papa "rejuvenecido"... que nos enterrará a todos

Un anciano Papa "rejuvenecido"... que nos enterrará a todos
Un anciano Papa "rejuvenecido"... que nos enterrará a todos

El Papa recordó a fray Pablo, volvió a dejar claro que lo del viaje a España no está en agenda, e hizo un llamamiento a una nueva Europa en su primera jornada en Portugal, antes de centrarse en la marea de jóvenes procedentes de todos los rincones del mundo que esperan su palabra y la fuerza de su testimonio

Ser del mundo, y no mundanos, mensaje dirigido a los que se rasgan las vestiduras, más preocupados en si las sagradas formas se reparten en cuencos del Ikea que en ver el rostro de Cristo en los sufrientes

El día concluyó con un emotivo encuentro con las víctimas de las pederastia clerical, a las que el Papa no ha olvidado

Es el país número 60 en diez años de pontificado (alguno repetido, claro), a uno cada dos meses, lo que agotaría al más pintado. Imaginen a un señor de 86 años largos... A lugares exóticos (el próximo, nada menos que a Mongolia)... y sin pisar nunca suelo español. Y mira que ha tenido ocasión. E invitaciones. Hasta la saciedad. Después de la famosa entrevista con Carlos Herrera, parece que algunos han desistido, aunque no pierden la ocasión para señalarlo, en esta ocasión con razón: Francisco sobrevolaba suelo español, pidiendo "serenidad y concordia" en su telegrama a Felipe VI, y los periodistas le preguntaron, en broma, si esto podía contar como viaje a España: "Puede ser, puede ser", fue la respuesta del Pontífice.

Un Pontífice que, como señaló en su saludo a los periodistas del vuelo papal, prevé regresar "rejuvenecido" de su encuentro con los jóvenes en Lisboa. Será su cuarta JMJ, tras las de Brasil, Cracovia y Panamá. Y a fe de que, a este ritmo, y por mucho que los de siempre quieran seguir apelando a su frágil estado de salud, Bergoglio nos entierra a todos. Con la diferencia de que, ahora, no esconde sus debilidades. Ya se le puede ver, sin problema, con el bastón, la silla de ruedas o subiendo en la plataforma móvil, sin que se le escondiera como en las primeras ocasiones. Francisco sabe que es un 'anciano', y como tal se presenta. Con toda la fuerza del testimonio.

Como testimonio fue el del hermano Pablo, que murió el 15 de julio, ya como carmelita, habiendo ingresado en la Orden in articulo mortis, profesando los votos en su habitación del Hospital Clínico de Salamanca. La corresponsal de COPE (famosa por sus regalos al Papa en cada vuelo) le hizo entrega de una carta del religioso, así como un recuerdo de su funeral. "Conozco la historia", recalcó Bergoglio. Otro testimonio en carne viva.

La de este martes, su primer día en suelo portugués, fue una jornada más 'política', a la espera de los sucesivos baños de masas con los jóvenes, ansiosos de escuchar al Pontífice. A buen seguro, no saldrán defraudados. Antes, como decíamos, quiso encontrarse con los responsables políticos y sociales, ante quienes reclamó la necesidad de volver a una "verdadera Europa", con verdaderas respuestas a los desafíos de la guerra (Ucrania es la última, por el momento), el descarte de ancianos, migrantes, niños por nacer... 

"¿Hacia dónde navegan, Europa y Occidente, con el descarte de los ancianos, los muros de alambre espigado, las tragedias en el mar y las cunas vacías?", preguntó Bergoglio, quien después quiso reunirse con obispos, sacerdotes, religiosos, catequistas y seminaristas, con una mirada firme, y repleta de vergüenza, a los abusos a menores y la frágil respuesta de la Iglesia portuguesa. En todos los rincones de Lisboa, cientos de carteles recuerdan el número de víctimas, (al menos 4.815), y la necesidad de "una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas".

Un Papa que, por cierto, esta noche, se reunía en Nunciatura con 13 víctimas de abusos, tal y como informó la Santa Sede. "El grupo estaba acompañado por representantes de instituciones eclesiásticas portuguesas encargadas de la protección de menores. La reunión se desarrolló en un ambiente de intensa escucha y duró más de una hora".

Y una llamada, frente a los profetas de desventuras, que se preocupan más en ver si las sagradas formas se reparten en cuencos del Ikea que de ver a Cristo reflejado en los rostros del sufriente, a trabajar, codo con codo, con el mundo. Y sin convertir la Iglesia en una aduana.

"Si no hay diálogo, corresponsabilidad y participación, la Iglesia envejece. Quisiera decirlo así: jamás un obispo sin su presbiterio y el Pueblo de Dios; jamás un sacerdote sin sus compañeros; y todos unidos como Iglesia—sacerdotes, religiosas, religiosos y fieles laicos—, nunca sin los otros, sin el mundo. Sin mundanidad, pero no sin el mundo". Un mensaje para mundanos de un Papa rejuvenecido, que a buen seguro a partir de mañana 'cargará las pilas' al contacto con los jóvenes. Diez años después del 'Hagan lío', el joven Papa anciano sigue dispuesto a apuntarnos al lío del Evangelio.

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