El Papa aclara definitivamente sus palabras sobre la 'Gran Rusia' en el vuelo de regreso de Mongolia Francisco ratificó su rechazo a los imperialismos “que buscan imponer su propia ideología”

Francisco, en el vuelo a Mongolia
Francisco, en el vuelo a Mongolia Vatican Media

El pontífice resaltó la “herencia cultural rusa”, pero sin exaltar a sus emperadores, y renovó su “admiración” por el pueblo chino en la conferencia de prensa al volver de Mongolia

El Papa aseveró que “hace falta distinguir cuando es la cultura de un pueblo o cuando es la ideología de un filósofo o político de ese pueblo”. Según el pontífice, este peligro se da "incluso en la Iglesia”

Francisco mostró su intención de "que los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia no acepa su propia cultura y valores o que depende de otra potencia extranjera”

“Podemos distinguir también en la iglesia entre doctrina, que nunca es ideológica, e ideología, que está separada del pueblo"

Francisco reconoció su “admiración” hacia el pueblo chino, aunque dejó en claro que le gustaría “avanzar más” en el plano del diálogo religioso, en el marco del acuerdo firmado en 2018 para la designación conjunta de obispos pero por el que por en cinco años solo se nominaron a seis prelados

Como repite desde que fue entronizado pontífice, y aún antes, el papa Francisco volvió hoy a poner de manifiesto su más absoluto rechazo a los imperialismos, una aclaración con la que buscó ya dar por cerrada de manera definitiva la increíble polémica originada por una hermenéutica errada de las cúpulas ucranianas que habían malinterpretado una referencia del pontífice a la innegable producción cultural rusa de antaño.

Además, en una conferencia de prensa en la que abarcó varios de los temas de actualidad al regresar de una Mongolia en la que estuvo 74 horas, el Papa definió al país asiático como “un vecino ubicado entre dos potencias” y reafirmó su “admiración” por el pueblo chino y la “muy buena” herencia cultural rusa.

“Hay imperialismos que buscan imponer su propia ideología”, planteó el pontífice a bordo del vuelo que este lunes lo llevó de regreso a Roma desde Ulán Bator.

“La transmisión de la cultura no es nunca imperialismo, es siempre dialogar”, agregó luego al ser consultado sobre sus declaraciones de fines de agosto en las que puso de ejemplo al período cultural de la época de los emperadores Pedro I y Catalina II que habían generado fuertes críticas del Gobierno ucraniano.

No pensaba en el imperialismo cuando dije eso”, buscó aclarar el Papa. La semana pasada, el Vaticano ya había precisado a través de una nota que el pontífice no buscaba exaltar a los emperadores sino a la producción cultural de su época.

En ese marco, el Papa aseveró que “hace falta distinguir cuando es la cultura de un pueblo o cuando es la ideología de un filósofo o político de ese pueblo”. Según el pontífice, este peligro se da "incluso en la Iglesia”.

Cuando la ideología toma fuerza y se hace política a menudo se vuelve incapacidad de dialogo, se vuelve dictadura. Esto hacen los imperialismos, que se consolidan con una ideología

Lo digo para la iglesia, donde a veces también se mete la ideología y llega a separarla incluso del Espíritu Santo. Una ideología es incapaz de encarnarse, es solo una idea. Cuando la ideología toma fuerza y se hace política a menudo se vuelve incapacidad de dialogo, se vuelve dictadura. Esto hacen los imperialismos, que se consolidan con una ideología”.

“Podemos distinguir también en la iglesia entre doctrina, que nunca es ideológica, e ideología, que está separada del pueblo”, planteó luego el papa, antes de desarrollar en esa dirección que “el imperialismo siempre se consolida en base a una ideología”.

Francisco explicó que sus declaraciones sobre la cultura rusa se dieron en “un dialogo con los jóvenes rusos, a los que al final les di un mensaje que repito siempre, que es que hay hacerse cago de la propia herencia”.

“Lo mismo que digo en todos lados, con esta visión busco hacer el diálogo entre abuelos y nietos, este fue el mensaje”, argumentó, refiriéndose a sus constantes llamados a un diálogo intergeneracional.

Un segundo plano de sus declaraciones, para el Papa, fue cuando “para explicitar la herencia, les dije que se hagan la idea de la Gran Rusia, porque la herencia rusa es muy buena, es muy bella”.

“Piensen en el campo de las letras, de la música, hasta llegar a un (Fiodor) Dostoievski de un humanismo maduro”, ejemplificó citando al autor de “Los Idiotas” y otras obras, y recordó que a animó a los jóvenes a  "hacerse cargo de este humanismo que se desarrollo en el arte, en la literatura”.

Según Francisco, "el tercer plano quizás no fue feliz, pero hablando de la Gran Rusia, no en el sentido geográfico, sino cultural, me vino a la mente lo que nos enseñaron en la escuela: Pedro I, Catalina II". El Papa, conciliador, reconoció incluso que “quizás no es justo” lo que dijo, peo pidió “que nos digan los historiadores”.

La herencia de la gran Rusia, la cultura rusa es de una profundidad muy grande. Tuvieron años oscuros en Rusia, pero la herencia siempre estuvo ahí, a la mano”, sentenció.

Francisco, durante el encuentro telemático con los jóvenes rusos
Francisco, durante el encuentro telemático con los jóvenes rusos Vatican Media

El diálogo con China

Luego de un viaje en el que no sólo pidió a los católicos chinos que sean “buenos ciudadanos” sino que también deseó “unidad y paz” al presidente de ese país Xi Jinping en dos telegramas que envió al sobrevolar el gigante asiático a la ida y a la vuelta del viaje, el Papa desarrolló el estado actual de la relación con Beijing.

Así, Francisco reconoció su “admiración” hacia el pueblo chino, aunque dejó en claro que le gustaría “avanzar más” en el plano del diálogo religioso, en el marco del acuerdo firmado en 2018 para la designación conjunta de obispos pero por el que por en cinco años solo se nominaron a seis prelados.

Francisco, durante la entrevista en el vuelo papal
Francisco, durante la entrevista en el vuelo papal Vatican Media

“Las relaciones con China son muy respetuosas. Personalmente tengo una gran admiración por el pueblo chino. El diálogo está abierto”, planteó.

“Para la designación de obispos hay una comisión en la que que trabaja el gobierno chino con el Vaticano”, recordó Francisco sobre el acuerdo firmado en 2018 y renovado en 2020 y 2022.

Avanzar y entendernos más

El Papa destacó que hay un diálogo “abierto” entre la Santa Sede y China, aunque expresó su deseo de “avanzar más en el aspecto religioso para entendernos más”.

Así, Francisco mostró su intención de "que los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia no acepa su propia cultura y valores o que depende de otra potencia extranjera”. Según estimaciones, en China hay
unos 10 millones de católicos.

“En este camino amigable está haciendo bien la comisión presidida por (el secretario de Estado Pietro Parolin), y también el Gobierno chino está haciendo un buen trabajo”, desarrolló.

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