La novedad del amor, siempre

Algunas veces me gusta compartir algún poema que nunca seré capaz de crear. Gracias a Dios, existen personas dotadas de una extraordinaria sensibilidad para recoger, de una forma diferente a la prosa, sentimientos profundos mezclados con grandes verdades. Es una forma diferente de espiritualidad que resulta en ocasiones inigualable si se expresa por medio de la prosa. 

Seguimos en Cuaresma, y mientras releía´Poemas escogidos´, de Dulce María Loynaz, me he topado con este poema, para mí extrtaordinario, que habla del amor con una luminosidad no exenta de exigencia; es decir, como es el amor verdadero que te empuja a la oración y a darte a los demás, aunque duela. 

Por eso sugiero a quienes estén ahora ante estas líneas que lean el poema despacio, pensando en releerlo una segunda vez para captar todo el mensaje que Dios puso en la mano y en el corazón de esta poetisa tocada por una delicadeza capaz de plasmar lo más importante que tenemos los humanos: la capacidad de amar desde el compromiso y la belleza -y que Dios me perdone por hablar en su nombre.

AMOR ES…

Amar la gracia delicada

del cisne azul y de la rosa rosa;

amar la luz del alba

y la de las estrellas que se abren

y la de las sonrisas que se alargan…

Amar la plenitud del árbol, amar la música del agua

 y la dulzura de la fruta

y la dulzura de las almas

dulces…, amar lo amable, no es amor:

Amor es ponerse de almohada

para el cansancio de cada día;

es ponerse de sol vivo en el ansia

de la semilla ciega que perdió

el rumbo de la luz, aprisionada

vencida, por su misma  

tierra… Amor es desenredar marañas

de caminos en la tiniebla:

¡Amor es ser camino y es ser escala!

Amor es este amar lo que nos duele.

lo que nos sangra

por dentro…

Es entrarse en la entraña

de la noche y adivinarle

la estrella en germen… ¡La esperanza

de la estrella!... Amor es amar

desde la raíz negra.

Amor es perdonar; y lo que es más

que perdonar, es comprender…

Amor es apretarse a la cruz, y clavarse

a la cruz

y morir y resucitar…

¡Amor es resucitar!

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