23 sep 2025
Los bienes eternos dependerán de nuestro compromiso con los pobres
La parábola nos presenta dos personajes contrastantes: el rico que vive en abundancia y un pobre en las peores condiciones que está a sus puerta. Pero el rico nunca vio a Lázaro.
No se dice que el rico sea malo ni que Lázaro sea bueno. Pero el criterio definitivo es ver la realidad, especialmente d elos más pobres, y dejarse interpelar por ella
En definitiva: si no se trabaja por la justicia social y la vida para todos, no nos sentaremos en la mesa del Reino