Planellas advierte de la "ideologización del cristianismo" en Catalunya (y España)
"Es necesario un replanteamiento muy serio de la política de vivienda para evitar guetos y facilitar la integración", sostiene, en entrevista a Catalunya Cristiana, el arzobispo de Tarragona
Es uno de los prelados más valientes de la actualidad. Sin pelos en la lengua, y sin miedo de aparecer en los medios (religiosos y laicos), el arzobispo de Tarragona (y primado), Joan Planellas es una de las voces más escuchadas de la Iglesia catalana. Y española.
A los 40 años del histórico documento Arrels cristianes de Catalunya, Planellas reflexiona en una entrevista en Catalunya Cristiana sobre la realidad. Con todos sus grises: “En aquel momento (1985) se hablaba de los que se habían alejado de la fe, mientras que ahora deberíamos hablar de los que la ignoran”, reflexiona.
“No podemos renunciar a una identidad cultural que en el momento actual está mucho más debilitada por circunstancias no políticas, sino demográficas”, subraya Planellas, advirtiendo que “en Cataluña tenemos un índice de natalidad del 1,1, contando a los migrantes, y desgraciadamente estamos viendo un retroceso de la lengua. Este es el problema grave que tenemos en este momento”.
Una defensa de la lengua que, aclara, “no se trata de defender la identidad nacional porque sí, sino de ser realistas. La Iglesia trabaja por una mayor integración de los inmigrantes, y lo que debemos ofrecer es nuestra lengua, nuestras tradiciones, nuestra cultura (…). Yo trabajo por ello, como es obvio, teniendo en cuenta que la evangelización es la premisa primera, la más importante a llevar a cabo en la vida de la Iglesia”.
Fenómenos de guetización como los vividos en Marsella hace treinta años con los argelinos, o lo que hemos visto en las banlieues de París, ahora están empezando a llegar a nuestras tierras. Debe haber un replanteamiento muy serio de la política de vivienda para evitar la creación de guetos y facilitar la integración
“El genoma cultural de Occidente es cristiano. Todo el mundo dice que es muy importante conservarlo, pero vemos que en la escuela pública un 85 % de los alumnos termina los estudios siendo totalmente ignorante del hecho religioso”, advierte, incidiendo en que “hemos privilegiado la sabiduría del texto y de las ciencias empíricas, mientras que hemos obviado la sabiduría del contexto, de las grandes preguntas, del sentido de la vida, de la trascendencia, de todo aquello que nos ha configurado. Hemos arrinconado y dejado de lado nuestro sustrato cultural cristiano, sacándolo del ámbito de la educación, y esto ha sido un gran error”.
Sobre la migración, y con el marco de lo sucedido en Badalona en estas fechas, Planellas sostiene que “somos fruto de la migración”, un fenómeno global. “El punto de partida es que todo el mundo debería tener derecho a quedarse en su tierra. Por tanto, debemos preguntarnos qué está pasando en el mundo para que haya tanta gente que emigre, incluso jugándose la vida”, sostiene el arzobispo, quien insiste en que “nuestra obligación es acogerlos y hacerlo de la mejor manera posible”.
“Fenómenos de guetización como los vividos en Marsella hace treinta años con los argelinos, o lo que hemos visto en las banlieues de París, ahora están empezando a llegar a nuestras tierras. Debe haber un replanteamiento muy serio de la política de vivienda para evitar la creación de guetos y facilitar la integración”, subraya.
Sobre el auge de un cristianismo ‘identitario’, Planellas, en la misma línea que el president Illa en su entrevista con RD, pide “estar muy alerta ante la ideologización del cristianismo, porque cuando se convierte en una ideología no funciona. Este no es el verdadero cristianismo”.
“Si no lo hacemos así, acabaremos recurriendo al cristianismo para buscar aquellos textos que nos interesan, y entonces estaremos perdidos”, constata el arzobispo, quien pide “estar muy alerta frente al emotivismo (…). No podemos ofrecer a los jóvenes un mero emotivismo, invitarlos simplemente a ‘tocar a Jesús’. Debemos ofrecer la verdad del Evangelio”.
Sobre el futuro, el arzobispo de Tarragona anuncia que “próximamente” habrá una reflexión de la Iglesia catalana ante el problema de la vivienda, y concluye con una llamada hacia el futuro, muy en la línea del Papa Francisco: “Debemos encontrar la manera de incidir, siempre con una propuesta positiva de la fe, porque el Evangelio ni se impone ni se pospone: se propone”.