"Es esencial garantizar una protección adecuada de los fieles y sus lugares sagrados" Comece reclama a la UE un coordinador para combatir la discriminación contra los cristianos

Comece, ante la Comisión Europea
Comece, ante la Comisión Europea COMECE

"Cada vez son más las denuncias que muestran la aparición de delitos contra los cristianos y de odio, intolerancia y discriminación contra ellos dentro de la Unión Europea"

(Agencia Sir).- La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea pide "con firmeza el nombramiento de un coordinador de la UE para la lucha contra el odio anticristiano" porque "aunque se reconoce y no se cuestiona la especificidad de las comunidades judía y musulmana en la UE y los retos a los que se enfrentan, cada vez son más las denuncias que muestran la aparición de delitos contra los cristianos y de odio, intolerancia y discriminación contra ellos dentro de la Unión Europea. Es esencial garantizar una protección adecuada de los fieles y sus lugares sagrados, independientemente de su pertenencia a una confesión religiosa «mayoritaria» o «minoritaria»".

El portavoz de este llamamiento fue el vicepresidente de la COMECE, monseñor Czeslaw Kozon, obispo de Copenhague, quien tomó la palabra en la reunión anual entre la Comisión Europea y los líderes religiosos sobre el tema «Convivir en sociedades cada vez más polarizadas». La reunión, según informa la COMECE, fue organizada por Magnus Brunner, comisario de la UE para Asuntos Internos y Migración y comisario responsable de la aplicación del diálogo sobre el artículo 17 del TFUE. La COMECE estuvo representada por su vicepresidente, monseñor Czeslaw Kozon, obispo de Copenhague.

Creemos. Crecemos. Contigo

En sociedades cada vez más secularizadas, como las europeas, hay cada vez menos «espacio para la religión» o «para el argumento religioso en la política y en el debate público». Los efectos de esta tendencia pueden manifestarse en la discriminación hacia «los políticos que defienden opiniones cristianas clásicas sobre el aborto, la eutanasia, el matrimonio y la vida familiar, o en la abstención voluntaria de los políticos a la hora de expresar sus convicciones sobre estos temas».

La COMECE también habla de la «prohibición de los símbolos religiosos en los lugares públicos», la «prohibición de llevar símbolos y vestimentas religiosas» y la «prohibición de los espacios destinados a la oración en las instituciones educativas públicas». «Muy a menudo, los principios y virtudes cristianos clásicos se consideran contrarios o incluso una amenaza para la sociedad moderna», observa el obispo, y «esto a veces provoca iniciativas destinadas a limitar el derecho a la educación según los principios cristianos y desconfianza hacia el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias creencias».

En realidad —y este es el «punto» que destaca la contribución de la COMECE— muchas de las limitaciones impuestas se derivan de «la ignorancia y la falta de comprensión, tanto del papel positivo de la religión en la sociedad como de la necesidad fundamental de las personas de vivir según sus creencias y del derecho a que estas sean garantizadas y protegidas por la legislación civil». De ahí surge la segunda petición de la COMECE a la UE:

Es fundamental y nos gustaría que se hiciera más» por una «alfabetización religiosa (sobre la naturaleza, los principios fundamentales, la autocomprensión y las estructuras de las confesiones religiosas)

A la reunión con el comisario europeo Magnus Brunner asistieron líderes cristianos, judíos, musulmanes y budistas. Por parte de la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) participaron el presidente del organismo europeo, el arzobispo Nikitas de Thyateira y Gran Bretaña; Pavel Pokorný, de la Iglesia Evangélica, y el reverendo Martyn Snow, obispo de Leicester de la Iglesia de Inglaterra. El arzobispo Nikitas también reflexionó en su intervención sobre cómo el tono del debate público se ha vuelto cada vez más divisivo y áspero en los últimos años, y exhortó a la UE a invertir y financiar programas para limitar y combatir el discurso del odio.

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