Como dice un curial romano con décadas de experiencia en los pasillos vaticanos: “Los últimos meses del Papa Bergoglio fueron un auténtico coladero. Los conservadores aprovecharon para situar en primera fila nombres como el de Pioppo”
Cercano al cardenal Angelo Sodano, figura clave en el pontificado de Juan Pablo II, Pioppo encarna el arquetipo del diplomático curial: culto, experimentado, discreto y, sobre todo, de perfil doctrinal conservador
Los obispos progresistas, alineados con el espíritu de Francisco y su apuesta por una “Iglesia en salida”, esperaban un nuncio que consolidara el giro pastoral iniciado por el Papa Bergoglio
En cambio, el sector conservador del episcopado español celebra la llegada de Pioppo como un triunfo. Para ellos, su perfil clásico, su experiencia diplomática y su ortodoxia doctrinal son garantía de estabilidad en un país donde la secularización y las tensiones con el gobierno de Pedro Sánchez desafían a la Iglesia