"Soy el arzobispo de Luxemburgo, cuando estoy en Roma echo de menos a mi Iglesia: pienso en la gente que veo en la primera fila, en la segunda fila, en la tercera fila en la Catedral, pienso en los que encuentro cotidianamente... y los echo de menos"
"¡Los obispos también pertenecen al Pueblo de Dios! Al menos yo quisiera pertenecer... ¡de lo contrario me sentiría mal!"
"Estamos allí para vivir la Iglesia como Dios quiere para nuestro tiempo, para anunciar el Evangelio al mundo, a nuestros contemporáneos. Y esto es bello"
"Hay evidencias que no son evidentes para todos en el Pueblo de Dios. En ese sentido es bueno tener esta apertura, saber escuchar. Y también es bueno que la gente vaya a escuchar a los obispos, porque los obispos no sólo tienen el papel de escuchar, sino también el de ofrecer respuestas y ser pastores del pueblo"
"Debemos aprender que ciertas tensiones en la Iglesia son normales, significa que la Iglesia está cerca de la gente, porque no todos piensan de la misma manera en todos los continentes, sobre todos los problemas"