Rajoy evita a los grupos ultracatólicos pero tenderá puentes con Opus Dei y propagandistas Juan Cotino se perfila como el futuro embajador de España ante la Santa Sede

(Jesús Bastante).- El relevo no se presume inmediato -María Jesús Figa lleva poco tiempo en el cargo, y su perfil es mucho más institucional, mucho menos político, que el de sus antecesores-, pero el futuro Gobierno de Mariano Rajoy ya tiene perfilado el nombre del futuro embajador de España ante la Santa Sede. Será un político, católico a marchamartillo -es supernumerario del Opus Dei-, y con amplia experiencia nacional e internacional. El elegido, según han apuntado a RD fuentes de Génova, no es otro que el actual presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino.

El futuro nombramiento de Cotino se inscribe dentro de una estrategia de largo alcance, dictada directamente por Mariano Rajoy, que estriba en marcar distancias con los grupos ultracatólicos -que ya están presionando al futuro presidente con propuestas encaminadas a derogar la ley del Aborto, los matrimonios gay o paralizar cualquier intento de normativa sobre Muerte Digna- y con el sector episcopal capitaneado por el cardenal Rouco Varela pero, a la vez, tender puentes con algunos movimientos que, tradicionalmente, han estado vinculados a la democracia cristiana y a distintos gobiernos, como el Opus Dei o los propagandistas, más moderados que Legionarios de Cristo, Comunión y Liberación o el Camino Neocatecumenal.

Precisamente, Juan Cotino pertenece a la prelatura fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer. Su catolicidad, además, está fuera de toda duda. Todos recuerdan la polémica que se vivió durante la investidura del último parlamento valenciano, cuando Cotino -elegido presidente de la Cámara-, hizo colocar un crucifijo en la mesa presidencial, lo que motivó la protesta unánime de todos los grupos de la oposición.

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