VIDA Y TRASVIDA 2

VIDA Y TRASVIDA 2
VIDA Y TRASVIDA 2
Nido de poesía: Nicolás de la Carrera
06 may 2020 - 17:57

Hijo, es hora de abrazarte

Iniciamos la presente entrega con versos de Teodoro Rubio (Peñaranda de Duero, Burgos, 1958). Doctor en Filología Hispánica, su tesis versó sobre la obra literaria de Gerardo Diego y, muy específicamente, sobre su poesía en versos transparentes religiosamente personales. En la publicación que ha realizado Teodoro de una parte de su investigación, me sorprendió una hermosa cita de G. Diego muy sugerente para nuestra Antología. Afirma el poeta cántabro: “Mi poesía religiosa nace como una prolongación de los rezos de mi niñez. Es mi manera de rezar y mi invitación al rezo para los demás fieles que necesiten la delicadeza del lenguaje poético.” Su actividad literaria es incesante: dirige, por ejemplo, varias Tertulias literarias como la del “Café Oriente”, frente al Palacio Real de Madrid. Y son numerosos los Premios recibidos (más de un centenar). Citaré, por ejemplo, el “Fernando Rielo de Poesía Mística” (2005).

teorubio
teorubio

En los versos de Teodoro Rubio, como en el poema de Lencero, acompañan al enfermo, muy próximos, sacramentos de divina presencia, como la brisa y el bronce: Aliento de brisa y Voz de campana. Aliento de una nueva creación y Voz que llama por el nombre y susurra al oído: “¡Hijo, es hora de abrazarte!”. Sugerencia: si quieres ampliar la experiencia de fe, descubre el Salmo 22, que Jesús rezó en la cruz (“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”) y plantea dramáticamente el enigma del silencio de Dios. (Pulsar aquí).

ORACIÓN DE UN MORIBUNDO

Porque esta enfermedad corre sin pausa

al ritmo acelerado de las olas

del mar. Y con su estruendo

va inundando mi playa de tristeza.

Acudo a ti, Señor, tan desvalido,

con sed de ti, desierto y sin oasis.

Yo te llamo, Señor, y me respondes

con rotundo silencio, y hasta a veces

el silencio es callado y se desgarra

la ilusión de sanarme. ¡Tanta lucha!

Escucho una campana que a lo lejos

ensombrece esta noche, y como estrellas

titilan en mis pulsos los perfiles

del júbilo, poblando con sus luces

mi destierro de fiebre. La campana

suena con un dolor tan insistente

que me olvido de mí, por un instante.

Y pienso que tu voz es la que suena

en este corazón desalentado.

Que esta brisa que azota mi crepúsculo

sea tu aliento, Dios. Que tengo frío;

frío, como esos pájaros que vuelan

en bandadas, reptando el firmamento,

sin dejar huella, diminutos: manchas

grises en la amplitud de tu horizonte.

Que la brisa y el bronce que requiebra

este sosiego sea suave bálsamo

en las fatigas últimas que vienen

como náufragos, Dios, a la deriva.

Sí, suena la campana nuevamente

y oigo que tu voz me está llamando

por mi nombre: "¡Hijo, es hora de abrazarte!".

QUE LA GLORIA DE DIOS TE SONRÍA

cementerio525
cementerio525

Agentes de Pastoral en torno a los difuntos (despedida, tanatorio, entierro, funerales) realizan una interesante labor de humanización de la muerte. No siempre la familia es creyente y facilitar sentido en atmósfera de serenidad, ternura, unión, respeto, esperanza... es impagable servicio para familiares y amigos. Se dirige el celebrante al finado con estos versos. Se incluye siempre alguna metáfora que sugiere posibilidad de vida al otro lado del Misterio. Aquí, por ejemplo, se habla de “peldaños de la luz”, y al final se desea “que la gloria de Dios te sonría”. Sugerencia: imagina que estas palabras te las están diciendo a ti al final de tu tiempo. Háblalo con el Señor. ¿Te ayuda a revisar en algo tu vida presente?

SEGUIRÁS CON NOSOTROS

Tú que subes los peldaños de la luz,

te quedarás en todas tus cosas,

que seguirán latiendo sin ti.

Te quedarás también

en los adentros de los tuyos,

como un eco que nunca acaba de ceder

a los ruidos del olvido.

Te quedarás en el rumbo perdido

de los que encontraron el calor el día

en el que se reflejaron en tu mirada.

Quienes te conocieron,

quienes te amaron,

han abierto sucursales en los cielos

para tener derecho

a una porción de tu recuerdo.

Queda en paz

y que la gloria de Dios te sonría.

LA MUERTE ES SOLO UN UMBRAL

despuesde13
despuesde13

Quien nos habla esta vez es el difunto. Dice poco de Dios y del Cielo. Pero afirma presencia, comunicación con familiares y amigos, ser para ellos ángel protector; y sugiere que traspasó un umbral, que ha estrenado un ser nuevo. Lo que había señalado Jesús a Nicodemo: “Necesitas nacer de nuevo, de arriba” (Jn 3,7). Se nace, al morir: nuestras tumbas son cunas. Sugerencia: leer y meditar Jn 3,1ss. Habla Jesús de “nacer del agua y del Espíritu”. Por el bautismo nací del agua. Pero ¿nací, crecí, viví, vivo hoy del Espíritu?

PALABRAS DEL SER QUERIDO

Queridos míos:

No hay nada que temer,

la muerte es solo un umbral,

como el nacimiento.

El único recuerdo que me llevo

es el de los amores que dejo,

siempre estaré unido a vosotros.

No os atormentéis pensando

en lo que pudo ser y no fue,

en lo que debisteis hacer de otro modo.

A pesar de mi muerte

seguiremos en contacto,

me llevaréis dentro

como una constante presencia,

acudiré cuando me llaméis.

Seré vuestro ángel protector,

no os aflijáis.

Queridos míos, seguid viviendo.

cenefaoro888
cenefaoro888

ÍNDICE de ENLACES: pulsar el título de un Enlace

11. VIDA Y TRASVIDA

1. Nos resucitará también a nosotros

ESTA NOCHE, de José Luis Hidalgo

ENFERMO, de Luis Álvarez Lencero

2. Hijo, es hora de abrazarte

ORACIÓN DE UN MORIBUNDO, de Teodoro Rubio

SEGUIRÁS CON NOSOTROS, de Pastoral de enfermos

PALABRAS DEL SER QUERIDO, de Pastoral de enfermos

3. ¿Cómo te dejará tu Cristo solo?

EN EL SEPULCRO, de José Jiménez Lozano

SOÑÉ QUE TÚ ME LLEVABAS, de Antonio Machado

ROMANCE DE LA FUTURA ALEGRÍA, de Rafael Alfaro

y4. ¿Verdad que no cojeas por el cielo?

JOVEN PARA SIEMPRE, de Jesús Mauleón

AHORA QUE LO HAS VISTO CARA A CARA, de Jesús Mauleón

YA LE HABRÁS DADO UN BESO ETERNAMENTE, de J. Mauleón

12. SONETOS DE LUZ

1. Quince sonetos como vidrieras de catedral

A UN LIBRO DE REZOS, de Luis López Anglada

ESTÁ LLORANDO, de Francisco Garfias

MI JUEZ, de Sagrario Torres

2. Tan puro el aire y tan posible el vuelo

LLEGADA A LA CIMA, de Luis López Anglada

LOS LABIOS TIEMBLAN, de Juan José Domenchina

REVELACIÓN, de Gerardo Diego

MILAGRO, de Javier de Bengoechea

3. Con las primeras luces a tu encuentro

ESTÁS AQUÍ, de Jacinto López Gorgé

VUELVE DIOS A SEMBRAR, de Ana María Romero

PRIMAVERA EN SILOS, de Gerardo Diego

SONETO DE LA LLUVIA, de Alfonso Albalá

y4. ¿Cómo puedo buscar, si te poseo?

ESTOY, de Javier de Bengoechea

LO QUE VEO, de José Luis Martín Descalzo

EMBRIAGUEZ, de Dámaso Alonso

MOMENTO, de Vicente Gaos.

corazondoro8
corazondoro8

También te puede interesar

Lo último

stats