"¡No nos callamos, y seguiremos gritando fuerte: no a la trata, no a la exclusión, no a la indiferencia!"
Monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires pronunció estas palabras el martes 23 de septiembre durante la 18° Misa en solidaridad con todos los excluidos y las víctimas de tráfico y trata de personas
Inspirado en la parábola del Buen Samaritano, el arzobispo iluminó la realidad que en este contexto viven tantas personas víctimas de la trata
Lamentó que en Buenos Aires se haya naturalizado la pobreza, visible en las personas sin techo y en los cartoneros, denunció la explotación laboral en talleres clandestinos y la precarización de los repartidores de plataformas digitales
"No podemos hablar de los pobres como estadísticas: necesitamos cercanía y compromiso cuerpo a cuerpo", apuntó