"Es necesario, y así lo reclaman la mayoría de las víctimas y supervivientes que se han expresado por varias vías, que exista un garante público que actúe como notario de los trabajos encaminados al reconocimiento y reparación de las víctimas y supervivientes"
"Es una oportunidad más para que la iglesia, fiel a su probado ejercicio histórico de opacidad, siga careciendo de credibilidad en esta terrible lacra, que supone una afrenta a los derechos humanos, los de la infancia y la adolescencia, además de ser una cuestión de salud pública"
"Insistimos en apoyar los intentos del Gobierno de buscar un entendimiento con la Iglesia, y reconocer y agradecer la labor de un sector limitado de la Conferencia Episcopal en sus intentos por aportar soluciones en cuanto al reconocimiento, reparación e indemnización de las víctimas, más allá de la falta de transparencia y las continuas excusas de la mayoría"