San Morales 17.10.22 / Querido Ernesto
Gracias por habernos invitado a tu consagración, el pasado 15, en Plasencia. Mabel es de tu diócesis, los dos somos tus amigos. Pero no pudimos ir. Mabel tenía asuntos urgentes, yo un pie en Santa Fe de Bogotá, donde hablaré de antropología sinodal.
Con esta ocasión, como signo de amistad, antes de tomar el avión, he preparado para ti estas notas sobre el camino sinodal según la Biblia. No es para enseñarte nada, que sabes mucho de esto, sino para seguir pensando contigo, como hace ya tiempo.
Viniste a Salamanca hace 25 años, pude trabajar contigo sobre el tema de la felicidad, que es un elemento clave del proyecto sinodal: Caminar y trabajar unidos dialogando al servicio de la vida. Culminaste el trabajo con tesis doctoral, recibiste premio extraordinario, has publicado grandes y muy buenos libros sobre el tema y has seguido siendo amigo mío (nuestro), caminante de iglesia y humanidad, ahora obispo de Plasencia. Tú sabes que hay camino, se hace camino al dialogar.
Por aquel trabajo y por tu compromiso, desde el Campo de los Romanos hasta el CRETA de Zaragoza, te han pedido que seas obispo, para animar a la Iglesia de Plasencia en su camino sinodal. Éste es tu nuevo y más hondo doctorado. Nada te puedo ya enseñar, pero estoy/estamos a tu lado.