Peio Sánchez, director del departamento de cine del arzobispado de Barcelona “El cine es una oportunidad pastoral para la Iglesia”

(Jesús Bastante).- Peio Sánchez es un sacerdote de la diócesis de Barcelona. Teólogo, experto en cine, y uno de nuestros blogguers más ilustres. Cada semana nos cuenta los estrenos y por qué ir a ver una película. Peio opina que el cine "es un área capital para el encuentro con la cultura actual". Por ello, lamenta que el espectador de hoy en día "no comenta lo que consume, desde el punto de vista cinematográfico". "Vemos muy poco, y sólo aquello a lo que nos conduce la publicidad", dice. Sin embargo, Peio nos presenta una clase de cine alternativo: el cine espiritual, que representa "una oportunidad pastoral" para la Iglesia "en un mundo audiovisual".

P- ¿Cómo se dedica un cura a ver cine?

R- Bueno, quizá la relación tradicional de la fe y la cultura, en un mundo en el que todo el canal comunicativo se realiza a través del medio audiovisual, necesita renovarse y dialogar directamente con este medio. Yo empecé desde el punto de vista pastoral, en el área del trabajo con jóvenes. Era muy frecuente que yo trabajara con películas y que los profesores me pidieran que les orientara en la elección de películas, para el trabajo didáctico con ellas. Después, como profesor de teología, emprendí el diálogo en profundidad entre la forma cinematográfica, el fondo, el contenido de las películas, y la fe. Surgieron bastantes estudios. En este momento, el trabajo de la fe y el cine tiene por lo menos 3 frentes: un frente pastoral-educativo, que trata de elaborar materiales, posibilitar la relación de muchas películas con la transmisión de la fe o la profundización en la experiencia de creyente; por otro lado, el estudio y la realización de tesis y tesinas sobre la teología y el cine, porque es un área capital para el encuentro con la cultura actual; y por fin, también el área más empresarial, el mundo de los directores de cine, los artitas, la producción y distribución cinematográfica... que implica estar con los protagonistas de este tipo de cultura.

P- Se suele comentar que en esta época, a diferencia de los años 40 o 50, en los que había una presencia muy amplia de cine sobre temas religiosos (la vida de Jesús, los mandamientos, La historia más grande jamás contada...), no hay tantas películas sobre el hecho religioso. ¿Eso quiere decir que no hay una presencia de lo religioso en el cine, o que tenemos que aprender a buscarla de otra manera?

R- Nosotros, técnicamente, establecemos la diferencia entre el cine religioso y el cine espiritual. El cine espiritual incluye el cine religioso, pero el cine religioso es aquel cine que, por los personajes y las temáticas, afecta a las religiones. Puede haber cine religioso católico, cine religioso cristiano en general, budista... o del Islam. Pero, a la vez, hay un cine espiritual que, en esta nomenclatura en la que os movemos los profesores universitarios que trabajamos este área, serían las películas que plantean las cuestiones últimas del hombre desde la perspectiva de apertura a la trascendencia. Películas que tratan sobre la muerte, las relaciones humanas, el sentido de la justicia, la búsqueda de la verdad... Películas de testimonio de la propia vida, que enfrentan al hombre a las cuestiones vitales últimas, presentando muchas veces la pregunta por el misterio y la pregunta por Dios. Este es el cine que a nosotros nos preocupa.
Aproximadamente el 15% del cine que se estrena tiene referencias espirituales.

P- ¿Es mucho o poco?

R- Es bastante, habida cuenta de que el mercado del cine ahora es inmenso, y que hay un factor de reducción en este momento. Es decir, vemos muy poco, y sólo aquello a lo que nos conduce la publicidad. Mientras que lo que se produce es muchísimo.
En ese sentido, una de nuestras misiones es la intervención también hacia el propio negocio cinematográfico, para posibilitar que ese tipo de cine se pueda ver.
El cine que se ve hoy va en una sola dirección: es un cine de acción, vinculado a grandes multinacionales... Pero hay otro cine que necesita su sitio.

P- Vosotros lleváis trabajando desde hace 7 u 8 años en un proyecto interesantísimo que se llama la Semana del Cine Espiritual. Comenzó como un pequeño germen, pero ya estáis en más de cuarenta diócesis. ¿Este año va entroncado con la Jornada Mundial de la Juventud? ¿Qué pretende ese proyecto?

R- Es un proyecto educativo que se dirige especialmente a los jóvenes, entendiendo por jóvenes los alumnos de la ESO y del bachiller. Se realiza durante el periodo escolar, en horario también escolar.
Cada año elegimos 6 películas (del año anterior) que se caracterizan por sus valores espirituales. Ponemos un lema (en este caso, en esta edición, es Firmes en la fe, en consonancia con el camino que se va haciendo para la JMJ), y desde ahí lanzamos estas películas con un material educativo. Consiste en unas guías didácticas que editamos con Edebé, y unas guías del profesor, que llegan a todos los centros educativos que se inscriben. En este momento se realiza en 60 ciudades de 42 diócesis españolas, que preparan la iniciativa y la gestionan. Pero lo cierto es que, si el año pasado pasaron 100.000 jóvenes por sala (esto quiere decir que se hicieron unas 500 sesiones de cine), ahora estaremos cerca de los 120.000 jóvenes.
Esta iniciativa la transmitimos también a otros países. Italia ya tradujo el año pasado todo nuestro material, y ahora comienza Francia. Estamos en un proceso de internacionalización de la Semana de Cine Espiritual.

P- ¿No estamos hablando de cine religioso estrictamente?

R- Para que nos hagamos una idea, las películas del próximo año serán Invictus, sobre Nelson Mandela, que nos presenta un modelo de lucha por el perdón y la reconciliación en un pueblo, y que tiene un sustrato cristiano importante; The black side, que es una película sobre una familia y una madre coraje que acogen a un chaval de la calle, y que es muy interesante porque de forma muy explícita, a la manera más norteamericana, presenta también el contenido cristiano, desde la perspectiva de la afiliación y de la incorporación de otros en una disposición de amor generoso; luego tenemos Amazing Grace, que es una película inglesa importantísima, sobre la lucha contra el esclavismo desde la perspectiva cristiana. Trata sobre un diputado inglés que lucha contra las prácticas esclavistas. Después, también presentaremos El Concierto, una película comedio en la que el proceso de la fe se hace muy bello, porque es en torno a la música y a cómo la armonía nos descubre el misterio de Dios. Y por fin, también presentamos una película que todavía no ha ido a sala y que se llama Cartas a Dios, basada en el libro de Eric-Emmanuel Schmitt, que se titula Oscar y Mamie Rose. Es la historia de un niño en fase terminal que le escribe cartas a Dios.
Una de las misiones de la Iglesia en un mundo audiovisual es recuperar la reflexión en torno a la imagen. Que no solamente quede la imagen, sino el impacto que las historias del cine producen. Que lleven a la reflexión a las personas, para formar espectadores críticos, y para profundizar en los grandes interrogantes del hombre.

P- Que la película se pose en nuestro interior.

R- Sí. Además, tenemos que asumir el cambio del espectador actual. Ahora los espectadores no van al cine y cuando salen se toman una cerveza, sino que en la mayoría de los casos van a ver la película en la pantalla de su ordenador, solitos. Ya nadie comenta lo que consume, desde el punto de vista cinematográfico.
Entonces, la acción educativa y la competencia digital exigen que hagamos esto. Y yo creo que esto se convierte, también, en una oportunidad pastoral.

P- Además de la Semana de Cine Espiritual, hacéis en Barcelona una muestra de cine espiritual en la que hay posibilidad de ver determinadas películas que todavía no entran en el rol de las grandes compañías. Cuéntanos esa otra experiencia.

R- La Muestra de Cine Espiritual es un salto, porque no se plantea ya para gente joven, sino para todo el público que desee asistir. Tiene dos frentes: recobrar algunas películas interesantes desde el punto de vista espiritual, de estreno reciente, pero con un comentarista que no es que haga un cinefórum, pero sí da unas pistas de reflexión en torno a la película.

P- ¿Durante la película, o después?

R- Presenta la película de una forma sencilla y después realiza una meditación-comentario. Resulta un tema muy sugerente para la profundización.
En la próxima muestra de cine espiritual presentaremos la película Visión, sobre Hildegarda de Bingen, y la presentará una benedictina. Se trata de que la historia que se cuenta la podamos contrastar con una persona que nos puede dar explicaciones.
Recuperamos otras películas de reciente estreno, como The Secret of Kells, una película de animación muy importante y sugerente para educadores, pues te permite tratar el tema del acceso al mundo de la cultura, el sentido del arte y de la belleza, la búsqueda del diálogo más allá del enfrentamiento... y también la búsqueda espiritual de un creyente.
También estrenamos películas que van a venir pronto a pantalla, y que nos parecen recomendables. The way, sobre el camino de Santiago, que está a las puertas de ser lanzada, que nos ha gustado mucho y creemos que al público también. Presentaremos también la que citaba antes, Cartas a Dios, sobre el niño con leucemia que se abre al misterio de Dios; Cartas al Padre Jacob, que es una película sobre un sacerdote ciego y anciano que acoge como secretaria a una ex convicta que ha estado condenada a cadena perpetua por un asesinato, y que muestra un proceso de transformación entre los dos personajes, con gran fuerza visual. Todas son películas con una gran carga.
El certamen arranca del 12 de noviembre al 21. El ciclo de películas será en los Cines Alexandra, en el centro de Barcelona.

P- Tienes un libro editado por PPC que toca los temas que vas a tratar en el congreso: Dios, la muerte y el más allá en el cine contemporáneo. ¿Qué vas a contar en tu conferencia sobre esto?

R- Me han pedido que aborde la cuestión de en qué medida el cine puede ser una opción de acompañamiento espiritual de las personas que se enfrentan a la enfermedad, la muerte o el duelo.
Una de las cosas que parece clara es que estas realidades últimas plantean una revolución en el estado de la persona, que implica sentimientos, una mirada al más allá, el sentido, las relaciones con todos los tuyos... Y a veces existe mucha dificultad de verbalizar, de compartir y acompañar estas circunstancias.
Entonces, el cine nos puede acompañar, porque en el cine se cuentan muchas historias (en el libro analizamos 250 películas), donde se plantean estas cuestiones, y que nos permiten enfrentarnos al momento que estamos viviendo, y contrastar cómo a unos personajes les pasa lo mismo que nos está pasando. Y así, poder verbalizar la propia experiencia.
Nos servimos del cine y nos ayudamos a través del cine, precisamente para que la persona pueda abordar su situación, comunicarse con los suyos y afrontar su sentido.
A lo mejor en otro tiempo se podía recomendar leer un texto. Hoy trabajamos en torno a las películas.

P- ¿Qué películas valen para ese tipo de situaciones?

R- Hoy presentamos por ejemplo Despedidas, una película sobre el proceso del duelo. Hay otras que permiten el acompañamiento en la enfermedad, como La habitación de Marvin. Otras, para enfrentar directamente la enfermedad del alzheimer, la muerte... Películas que pueden ayudar a las personas a sacar su propia experiencia y a compartirla.

P- No me resisto a hacerte una pregunta un poco personal: ¿Por qué película descubriste que Dios también está en el cine? ¿Hay alguna que te marcara?

R- Hay muchas. Siempre recuerdo a una profesora que decía que cuando vio Ordet, de Dreyer, descubrió la fe. No es el único caso en que me he encontrado que la actitud creyente ha comenzado por una película.
Personalmente, no escogería una sola, pero sí un grupo de ellas. Por ejemplo, La eternidad un día, de Angelopoulos, me parece muy importante. Pero eso ya depende de la experiencia de cada uno, y del gusto.
Quizá nuestra misión en este momento es abrir la puerta a una gran cantidad de cine que tiene un fuerte valor artístico, y que además plantea un contenido espiritual interesantísimo.
Nunca hemos estado en mejor momento, con tantas posibilidades para ver este tipo de cine. Tenemos acceso a las salas y a los DVD, y a una amplísima producción cinematográfica mundial. Está el cine islámico, que tiene una serie de posibilidades enormes desde el punto de vista educativo; tenemos el cine latinoamericano, que se va abriendo cada vez más paso; tenemos el área del documental...

P- Pero hay que romper la barrera que hace creer que el cine espiritual es única y exclusivamente una película sobre un santo en concreto. Que no es sólo de curas o de monjas, ni de grandes experiencias de fe, sino que la espiritualidad se puede encontrar en películas como las que has citado. Como por ejemplo Invictus.

R- Sí, Clint Eastwood es un gran ejemplo. Sus 3 últimas películas (Invictus, El Intercambio y El Gran Torino) marcan específicamente el tema de la esperanza cristiana. Y estamos hablando de un hombre cuya trayectoria denotaba un cierto pesimismo existencial.

P- Million dollar baby, por ejemplo.

R- Eso es, películas de temática cristiana pero de carácter pesimista. Hasta que, de repente, aborda, en la última fase de su vida, las altas cuestiones.
A esto nosotros lo llamamos testamento fílmico. Y en este caso, Clint Eastwood se decanta por la esperanza. Después de haber insistido tanto en las limitaciones del hombre, se sitúa ahora ante las posibilidades del ser humano.

P- Muchísimas gracias, Peio. También por tus comentarios en el blog, que sabemos que ayudan a mucha gente a elegir qué película va a ir a ver en el fin de semana.

R- Muchas gracias a vosotros.

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