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Salir de la jaula del capitalismo, ser hombre/mujer en libertad

La jaula de hierro del sistema

El Jartista, a quien agradezco su buen hacer, recogió un texto de RD 13.11.19, con palabras citadas y comentadas en varios portales, con diversidad de opiniones, como es lógico. Las ideas de fondo son cuatro: (1) Salir de las instituciones de poder (2) dominadas por un tipo de capitalismo imperial (3) para caminar a la intemperie de la vida (4) formando iglesia con los excluidos y oprimidos de la tierra.

La imagen puede contener: texto que dice ""SI QUEREMOS SER CRISTIANOS DEBEMOS SALIR DE LAS NSTITUCIONES DE PODER, DOMINADAS POR EL CAPITALISMO, PARA VOLVER A CAMINAR A LA INTEMPERIE DE LA VIDA, CON TODOS LOS QUE ACOJAN EL AMOR y BUSQUEN LA ESPERANZA DEL EVANGELIO" XAVIER PIKAZA (EL JARTISTA ESTÁ DE VACACIONES)"

UN PROGRAMA DE HUMANIDAD Y DE IGLESIA

  1. Salir de las instituciones de poder y dinero, que están al servicio de algunos, no de todos, en libertad y amor gratuito. Ese tema ha sido destacado por Francisco (una iglesia en salida) y su formulación está tomada de Ap 18, 4, donde el profeta dice a los creyentes liberados que salgan de Babilonia.
  2. Dominadas por el capitalismo . Imperio y capital van de la mano (de Ap 13 a Ap 18). "Salir" implica romper un tipo de valla o muralla, atreverse a volver al "desierto", el camino de una vida liberada, sin la "protección" de un muro externo, derribar la alambrada, como repite la carta a los Efesios (Ef 2, 14).
  3. Caminar a la intemperie de la vida . Atreverse a vivir de una manera "liberada", con los riesgos que ello implica... En general decimos "libertad, libertad", pero preferimos los "ajos y cebollas de Egipto" (como los judíos del desierto, Num 11,5).
  4. Con todos los que acojan el amor y buscan esperanza de evangelio . Acoger el amor es "recibir la vida como gracia" y compartirla con los excluidos y marginados, cojos, mancos ciegos, etc.
DIOS O EL DINERO-PIKAZA, XABIER-9788429327915

Esos cuatro puntos arriba señalados son importantes, pero el más discutido es la "salida" (empezar nuestra Biblia actual por el Éxodo). Muchos me han dicho que es imposible salir del capitalismo (es decir, del sistema de Egipto), romper la "caja/jaula de hierro" en la que estamos encerrados, para nuestro bien (como nos dicen).

No se trata de abandonar el capital o el dinero, sino el "capitalismo", la caja de dinero divinizado. Así lo decía M. Webber, al final de su vida (1864-1920), hace un siglo, cuando repetía su famosa imagen de la "caja" donde nos ha encerrado un funcionariado del capital/dinero, que puede mejorar nuestra situación, pero siempre dentro de sus muros. "Os conviene la caja, nos dicen", así os protegeremos. Éste es en el fondo el eslogan del capitalismo. Miles de años de evolución..., para terminar encerrados en un féretro o baúl de dineros de la Cofradía, con el dantzari encima mientras sigue la fiesta de los san pedros de Lekeitio).

Fiestas Populares en Bizkaia | Disfruta Bizkaia

No puedo exponer el tema en 3 o cuatro páginas. Así le dediqué todo un libro hace dos años (No podéis servir a Dios y al dinero, imagen). En ese libro desarrollo el tema paso a paso (y en otro libro que recoge mis conferencias sobre el tema en la Univesidad Iberoameriana de Mexico DF). Aquí los resume en veinticinco acápites (como dicen por allí), resumiendo lo que supone según la Biblia y Jesús la salida del capitalismo.

Pondré aquí los temas en un orden ascendente, desde el Éxodo, pasando por el mensaje de Jesús y por la vida de la Iglesia, hasta el Apocalipsis. La Biblia ofrece en ese campo un testimonio de gran diversidad, reuniendo temas, vinculando perspectivas, abriendo caminos que llevan a la superación del capitalismo, para que pueda surgir el hombre, el ser humano, que es lo que Jesús propuso. Sus propuestas son distintas, pero, a juicio de la Iglesia, no son contradictorias, sino que deben mirarse como expresiones de una verdad sinfónica, que sólo se entiende en el contexto de la vida y compromiso de conjunto de la Iglesia, y de una humanidad que quiere responder con su vida a la Vida de Dios.

Antiguo Testamento, en la base del mensaje

Weber y la Jaula de Hierro.
Cuánto debes ¿cien? Apunta cincuenta.

Jesús, la gran riqueza

El dinero en la Biblia : Dios y Mammón, dominación y poder en la Iglesia (Cátedra Eusebio Francisco Kino) eBook: Xabier Pikaza: Amazon.es: Tienda Kindle

(Texto on line en https://rei.iteso.mx/bitstream/handle/11117/5512/El+dinero+en+la+Biblia.pdf?sequence=3 )

Ciudad Biblia

Le mataron por 30 denarios. Un conflicto por causa de dinero

Iglesia por y para los pobres | Agustín de la Torre
  1. Acusación fundamental: monedas del templo. Jesús ha expresado y ratificado su anuncio y preparación del Reino, entendido como gratuidad, en el gesto de la gran “purificación” cuando arroja por el suelo las monedas de los cambistas, mostrando así que él quiere un templo sin dinero y sin sacrificios animales, criticando y superando de esa forma un tipo de economía religiosa, que lo utiliza con fines monetarios. Ese gesto de Jesús ha decidido el sentido de su vida (ha provocado su muerte), y ha sido (y sigue siendo) difícilmente asumible para un tipo de religión establecida.
  2. Parábola de los viñadores (Mc 12 par). Está dirigida a los sacerdotes del templo, pero puede y debe aplicarse a todos los que tienen algún tipo de bienes, sabiendo que no son dueños, sino administradores. Jesús aparece en ella como el “enviado” del Señor (esto es, de Dios) para recordar a los sacerdotes que no son (no somos) dueños exclusivos de unos bienes, pudiendo usar y abusar de ellos de un modo egoísta, sino administradores, al servicio de la vida de todos, empezando por los más pobres. Esta parábola define el sentido de la vida y de la muerte de Jesús, pues le asesinan los que quieren ser dueños del dinero.
  3. Devolved al César lo que es del César . Jesús no arroja por el suelo la moneda del tributo (de la economía) del Imperio, como arrojó las del templo, sino que dice que “se le devuelvan” al César. Esa palabra y ese gesto, interpretado después de diversas formas por la tradición de las iglesias, hasta el día de hoy, define y marca la identidad del cristianismo. Es evidente que, según Jesús, las “cosas de Dios” no se hacen con dinero del César, pero él deja abierta la posibilidad de que haya un dinero del César, sin satanizarlo por principio, como tenderá a decir y hacer el Apocalipsis.
  4. Trescientos denarios de la unción. Una mujer unge a Jesús con un perfume caro (unos trescientos jornales de trabajo), en vez de dar ese dinero a los pobres, como quisieron algunos de sus discípulos. Ese gesto (ratificado por Jesús: ¡ha hecho conmigo una obra buena…!), está indicando el valor más hondo del dinero, que se pone al servicio de la vida y del amor, pues “no sólo de pan vive el hombre…” (Mt 4, 4). Jesús no ha sido un asceta puritano, sino que quiso y supo disfrutar los bienes de la tierra, y en esa línea aceptó el perfume, no para privar de su dinero a los pobres, sino abrir una experiencia superior de gratuidad.
  5. Muerto por dinero . En el fondo de la misma condena de Pilato (y de la crucifixión de Jesús por los romanos) hay un fuerte elemento de dinero: Al condenar a Jesús, Pilato está defendiendo el poder y economía de Roma, frente a unos pretendientes mesiánicos como Jesús, que ponen en riesgo su dinero. Así lo ha destacado Mt 28 cuando sitúa en el fondo de la muerte de Jesús el suicidio de Judas por dinero y la mentira de los soldados romanos, que aceptan el soborno de los sacerdotes para colaborar con ellos, en un gesto históricamente dudoso, pero profundamente significativo y verdadero.
  6. Ciento por uno (Mc 10, 28-31 par) y comunidad final de bienes (Hch 2-4). Hay dos modelos. (a) El del libro de los Hechos evoca la existencia de una comunicación escatológica de bienes, propia de una comunidad que gasta lo que tiene porque espera el fin del mundo (indicando así que el tiempo ha terminado). (b) Por el contrario, Mc 10 evoca el surgimiento de una familia grande (una comunidad) que comparte casas y bienes (tierras), en línea de producción y de comunión familiar y económica, no porque el mundo acaba, sino porque está comenzando un mundo nuevo.
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Enseñanzas de dinero. El evangelio de la economía

  1. Mateo 25, 31-46, parábolas del juicio . El evangelio de Mateo contiene varias parábolas de fondo económico: trabajadores de la viña (todos un mismo denario); talentos que deben ponerse en juego, para “ganar” buen dinero, del aceite de las vírgenes que esperan al esposo. Entre ellas destaca la de juicio de 25, 31-46, que define la suerte de los hombres por la forma que han tenido de emplear sus bienes al servicio de los necesitados. En esa línea (dar de comer, de beber, acoger, vestir, cuidar, visitar al encarcelado) el ideal el proyecto de Jesús no se funda en la pobreza como no tener, sino en la riqueza (comida, casa etc.) compartida.
  2. Lucas, dos parábolas económicas principales . En la del “administrador injusto” (16, 1-13), el dueño alaba a un empleado astuto (corrompido), que le engaña cambiando a su favor las cuentas de algunos clientes, para que ellos a su vez le ayuden. De esa forma, astutamente, han de portarse los creyentes para transformar el dinero malo (que es Mammón de iniquidad) poniéndolo al servicio de los pobres (ganado así amigos para el Reino). La otra es la del epulón (el rico) que vive comiendo y bebiendo, mientras el pobre Lázaro muere necesitado a su puerta (Lc 16, 19-31).
  3. Digno es el obrero de su salario: el “sueldo” de los misioneros. Parece que en principio Jesús no habló del dinero de sus misioneros. Pero, muerto él y organizada la misión de la Iglesia, tanto el documento Q, como Pablo (1 Cor 9) y sus discípulos (1 Tim 5, 18), vuelven a introducir el tema de una “paga” o sueldo (una forma de vida) para los ministros de la Iglesia. En ese contexto se plantea la posibilidad (y necesidad) de que algunos creyentes, liberados para el evangelio, reciban un sueldo de iglesia, de manera que la misión de la Iglesia pueda convertirse de nuevo en “negocio”, como el templo de Jerusalén.
  4. Pagad los impuestos (Rom 13,1-7). Con este pasaje, la Iglesia opta por insertarse en la vida del Imperio romano (o de otro Estado). Pablo no dice simplemente, como Jesús en Mc 12, 13-17, “devolved al César lo que es del César”, sino “pagad”, aceptando así en un plano la economía del entorno (con su dinero, que no es ya simplemente Mammón diabólico) y abriendo por encima (en un plano superior) su visión y proyecto de gratuidad. En esta opción se funda lo que el Vaticano II (cf. GS 36) presenta como “legítima autonomía” de las realidades temporales, para transformarlas, en línea de gratuidad, según el evangelio.
  5. Tríada satánica, el dinero de la prostituta (Ap 13-17). Frente a la visión de Pablo (¡no en contra!), el Apocalipsis insiste en la maldad intrínseca de la economía del Imperio, estableciendo el famoso simbolismo de la “tríada satánica” (imperio militar, falso profeta y prostituta economía de Roma). En esa línea, interpreta en forma radical la palabra de Jesús “devolver al César lo que es del César”. No defiende la lucha con armas contra el César (como los soldados judíos de la guerra del 67-70 d.C.), sino que los fieles abandonen su imperio, saliendo de su estructura, para fundar un tipo de vida distinta, no en contra, pero fuera del Imperio.
  6. Caída de la prostituta, la idolatría del dinero (Ap 17, 15-18). Quizá la escena más provocadora y sorprendente del Apocalipsis es aquella donde se afirmar que sus mismos aliados, que se han prostituido con ella (bestias y reyes) matarán, comerán y quemarán a la Prostituta (el Capital-Mammón), en gesto de sacrificio final de la historia. Ésta caída (destrucción) de la economía monetaria constituye uno de los mayores riesgos (y esperanzas-tareas) de la modernidad. Muchos dicen que nos hallamos a las puertas de un gran colapso económico, que puede acabar destruyendo a la misma economía prostituida que nos había permitido vivir en los últimos siglos o decenios.

Final. El Milenio, un mundo sin esclavitud del dinero (Ap 20, 1-6). Con esa imagen termina la utopía profética del Apocalipsis, dirigida a la destrucción de la Prostituta y de las Bestias que regían este mundo (cf. Ap 19, 19-21). Es la utopía de un mundo final (“antes” del cielo nuevo y de la tierra nueva de Ap 21-22), sin bestias ni prostituta, con el Dragón atado y bien atado en el abismo. No se sabe si en ese reino de milenio habrá “dinero”, pero de haberlo será expresión de plena y total gratuidad, al servicio de la comunión de todos los hombres y mujeres, sin imposición de unos sobre otros.

W. Dilthey M, Weber

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