El Obispado de Cartagena-Murcia, pionero en nombrar a un responsable diocesano El 'obispo' del coronavirus: ¿Cuál es la función de un coordinador COVID-19 en las diócesis?

Será el máximo responsable de todo lo relacionado con la pandemia, para velar por el cumplimiento de la normativa y responder a todas las problemáticas (y conflictos) que puedan surgir en esta segunda ola
"Se hace cargo de coordinar todo lo relacionado con la pandemia para velar que se cumplan las normativas establecidas, regionales y estatales, tanto en los organismos diocesanos, como en las parroquias y otras realidades de la Diócesis; facilitando a la vez el culto y el desarrollo de las actividades propias de la vida de la Iglesia"
A nivel nacional, la Secretaría General, junto con la Comisión Ejecutiva, se encargan de ofrecer pautas de actuación y comportamiento, aunque la CEE, por estatutos, no es un órgano de control de las diócesis. La responsabilidad máxima recae en cada obispo
A nivel nacional, la Secretaría General, junto con la Comisión Ejecutiva, se encargan de ofrecer pautas de actuación y comportamiento, aunque la CEE, por estatutos, no es un órgano de control de las diócesis. La responsabilidad máxima recae en cada obispo
Se llama Manuel Guillén Moreno y es (que sepamos) el primer 'coordinador Covid-19' nombrado por una diócesis española, la de Cartagena-Murcia. Un Obispado pionero, que ya lo fue en el nombramiento de responsable de comisión antiabusos, y que ahora vuelve a marcar el paso a seguir por el resto de la Iglesia española.
Entre sus funciones, será el máximo responsable de todo lo relacionado con la pandemia, para velar por el cumplimiento de la normativa y responder a todas las problemáticas (y conflictos) que puedan surgir en esta segunda ola. Moreno, párroco en Alcantarilla y vicario en la Suburbana I de la capital murciana será, en la práctica, el 'obispo' del coronavirus para Cartagena-Murcia. Sí existen en centros escolares o sanitarios gestionados por entidades religiosas, pero no a nivel diocesano.
¿Cuáles serán sus principales cometidos? En primer lugar, velar para que se cumplan las normas, tanto de aforo (las iglesias han de indicarlo a la entrada) como higiénicas. Esto es: que no haya agua en las pilas bautismales, que exista un recorrido claramente delimitado de entrada y salida en los templos (algo que no sucede en todas las parroquias), que todos lleven mascarillas y se ofrezca gel hidroalcohólico, que se cumpla lo establecido por cada diócesis en materia de comunión, coros, saludo de la paz... y que se establezcan medidas de distanciamiento entre los fieles.
Un interlocutor válido y único
También será el interlocutor con las autoridades civiles y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la hora de establecer nuevas restricciones (o levantamiento de las mismas), o solucionar posibles problemas relacionados con el protocolo.

Una tarea complicada, pues Guillén Moreno (o cualquier otro coordinador que puedan empezar a nombrarse en las diócesis) no forma parte del escalafón diocesano, así que el éxito de su misión depende, en buena medida, de la voluntad de cada párroco, de cómo el obispo otorgue su confianza a su delegado. En Cartagena-Murcia, el coordinador Covid "se hace cargo de coordinar todo lo relacionado con la pandemia para velar que se cumplan las normativas establecidas, regionales y estatales, tanto en los organismos diocesanos, como en las parroquias y otras realidades de la Diócesis; facilitando a la vez el culto y el desarrollo de las actividades propias de la vida de la Iglesia".
Provincias eclesiásticas y Comunidades autonómicas
En el caso de Cartagena-Murcia, su función será relativamente más sencilla, pues hablamos de una diócesis que coincide con el territorio de una Comunidad Autónoma. En Madrid, por ejemplo, donde la coordinación corre a cargo de los vicarios generales, sería precisa una figura para toda la Provincia Eclesiástica.
En autonomías más grandes, como Castilla y León, la coordinación es algo más complicada, pues se juntan varias provincias eclesiásticas, lo que haría necesaria la creación de un 'coordinador autonómico', que hable en nombre de la Iglesia ante las autoridades regionales, y que a su vez mantuviera un contacto directo con los coordinadores diocesanos. Que, como decimos, aún no existen, salvo en Cartagena-Murcia.

¿Y qué ocurre en el ámbito de la Iglesia española? En Añastro, sede de la Conferencia Episcopal, tampoco hay un coordinador Covid-19. Son los vicesecretarios, Carlos López Segovia y Fernando Giménez Barriocanal, los encargados de velar por el cumplimiento de las normas. A nivel nacional, la Secretaría General, junto con la Comisión Ejecutiva, se encargan de ofrecer pautas de actuación y comportamiento, aunque la CEE, por estatutos, no es un órgano de control de las diócesis. La responsabilidad máxima recae en cada obispo. Y sólo el de Cartagena-Murcia, José Manuel Lorca, ha buscado a su 'obispo' del coronavirus.