Hacer bien el mal

Nota previa: Os pedimos encarecidamente que leáis atentamente este comentario de hoy y pongáis especial atención al punto 2. Después de su lectura comprenderéis muy bien por qué os hacemos esta petición, y que por favor lo reenviéis a todos vuestros contactos.



Mateo 25,1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los Cielos se parece a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salie­ron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sen­satas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño o todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tien­da y os lo compréis". Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo y las que estaban preparadas entraron en el banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conoz­co". Por lo tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora".



1.-Conciencia ingenua y conciencia crítica: El neoliberalismo, que cada vez nos martillea y machaca más, a las personas y a la naturaleza, quiere que seamos cada vez más doncellas necias e ingenuas, y asimilemos todo lo que a él le interesa sin cuestionarlo lo más mínimo. Quiere que estemos dormidos, con los ojos bien cerrados, y no despertemos hasta que él haya hecho todo su negocio por medio de sus multinacionales.



Así nos pasó con la corrupción: muchos miembros de los partidos políticos, de unos más que de otros, e incluso de otras instancias bien aledañas a la jefatura del Estado se dedicaron a saquear, negociar, trapichear, sobornar o dejarse sobornar para enriquecerse a costo de los bienes del pueblo. Los grandes banqueros drogaron y anestesiaron a sus clientes, muchos confiados en ellos desde años, con los preferentes y otros productos más que dudosos. Todos usando y abusando de la ignorancia y la ingenuidad de la gente.



Todos supieron hacer bien el mal. Cuando alguien sabe hacer bien el mal, causa mucho más daño. Los robagallinas no saben hacer bien el mal y por eso caen en la cárcel con suma facilidad, pero los que lo hacen bien ya lo tienen todo prevenido, incluso la posible fianza que les pueda caer.



Afortunadamente la justicia, que estuvo mucho tiempo dormida, salvo la honrosa excepción de algún juez, parece que está despertando un poco y poniendo a cada uno en su sitio, pero no a todos en el mismo sitio, porque no es igual para todos, pues las leyes punitivas están hechas más contra los más pobres y mucho menos contra los más ricos, y mientras contra aquellos se pronuncia enseguida, contra estos tarda años en hacerlo. Los partidos políticos parece que también están despertando algo y echando la podredumbre que tenían dentro, pero tardaron mucho en abrir los ojos para verla, porque en el fondo todos se estaban aprovechando de lo mismo. Parece ser que aun queda mucho por destapar.



2.-Ahora tenemos otro tema muy grave encima de nosotros para el cual necesitamos estar sumamente despiertos: el Tratado Trasatlántico de Libre Comercio entre EE. Unidos y Europa (TTIP) que nos están vendiendo como lleno de virtudes que mejorará muchísimo la economía: crecerán las exportaciones de EE.UU. en miles de millones de $, se crearán cientos de miles de puestos de trabajo en Norteamérica y en Europa, el PIB del Reino Unido crecerá un 10 % y el de España el 6 %... Para Europa nos anuncian la creación de más de 400.000 nuevos empleos. Seremos un gran marco supranacional sin aranceles, etc.



Pero, ¿qué hay detrás de todo esto?



Detrás de este tratado están la Cámara de Comercio de los EE.UU., la Organización Mundial de Comercio (OMC), y las grandes compañías multinacionales de ambos lados del Atlántico, redactoras y autoras de este proyecto.



Pretenden:

-desaparecer los aranceles para que los productos más baratos de EE.UU. donde se subvencionan los costos de producción a las empresas, pueden entrar libremente en Europa, haciendo así que los productos producidos en Europa no puedan competir con los norteamericanos y con lo que, por ejemplo, los productos agrícolas europeos no tendrán acceso al mercado, como pasó en Perú con la carne vacuna y aviar de EE.UU. sin ni siquiera someterla a controles sanitarios, pues en EE.UU. está autorizado el uso de hormonas y antibióticos, que ahora están prohibidos en Europa. Algo similar pasó en Haití con otros productos agrícolas. Otro caso sangrante es el del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México en virtud del cual las leyes adecuadas a las exigencias de aquella le hicieron perder a México gran parte de su soberanía sobre los recursos del país como que gran parte de su tierra cultivable pasase a manos de compañías multinacionales para satisfacer las necesidades de los EE.UU., o la explotación de sus recursos naturales como el agua, los minerales, los hidrocarburos, o el secuestro por las Multinacionales farmacéuticas de los conocimientos originarios indígenas sobre medicina natural. Todo esto se enmascaró con el hecho de haber crecido un 6 % anual de 2006 a 2012, pero llevando a la pobreza a 6 millones de mexicanos más de los que ya había. Estos beneficios económicos fueron a parar a las multinacionales del norte y a sus grandes directivos mientras que crecieron las dificultades económicas para los trabajadores.



-equiparar las normas de EE.UU. a las normas europeas para que estas se equiparen a aquellas, pues las de EE.UU. son mucho más permisivas que las europeas y así estas no sean una dificultad para que los productos de EE.UU. entren en Europa.



-Protección a la inversión en servicios públicos: hay servicios que el Estado protege y subvenciona, como la sanidad o la educación porque son de interés general. Pues bien. El Tratado pretende que, o bien desaparezcan esas subvenciones y así las empresas multinacionales privadas puedan competir y negociar con esos servios, o que se las subvencione a ellas en la misma medida. Resultado: esos servicios pasarán a ser privados y más caros para todos porque se convertirán en un negocio privado, con lo cual solo tendrán acceso a ellos los económicamente más pudientes.



-El Tratado también pretende la creación de tribunales específicos para la empresas privadas a fin de defender sus productos frente a una posible competencia. Por ejemplo: en EE. UU. Hay unos 160 productos transgénicos aprobados, mientras que en Europa hay solo 1, pero se autorizó la importación de los mismos, pues hasta hace pocos meses, tan sólo estaba autorizado un cultivo transgénico en la Unión Europea, el maíz MON810 de Monsanto. Modificado para ser resistente a ciertos insectos, ha sido prohibido de forma oficial por siete países europeos y de otras formas por otros tres países más. Sin embargo, bajo presión de EE.UU, la Organización Mundial del Comercio (OMC), y el poderoso lobby europeo de piensos y ganadería industrial, se ha autorizado la importación de más de 20 variedades transgénicas de maíz, soja o colza que vienen de Brasil, Argentina o EE.UU. Su aprobación se ha producido siempre de forma unilateral por parte de la Comisión Europea, en contra de la opinión de la mayoría de los Estados miembro, hasta el punto que en marzo de este año, el presidente de la Comisión, Durao Barroso, aprobó el cultivo en Europa de una patata transgénica. Barroso contó con el apoyo de tan sólo cuatro de los 27 miembros de la UE, España entre ellos, diseñada por la empresa alemana Basf para producir una mayor cantidad de almidón para su uso en la fabricación de papel o pegamentos; esta patata conocida como Amflora es un claro ejemplo de lo peor de los transgénicos. Contiene genes de resistencia a antibióticos, una práctica desaconsejada por la Agencia Europea del Medicamento por poner en riesgo la eficacia de medicamentos de uso común en medicina. Por cierto que España produce el 80 % del maíz transgénico de la UE. ¿Está bien protegida nuestra salud?



En EE.UU. la calidad de los alimentos solo se evalúa al final de su proceso productivo, mientras que en Europa hay que evaluarla de principio a fin. En Europa la empresa fabricante tiene que demostrar que el producto no es dañino. En EE.UU. no hay obligación de poner en la etiqueta que el producto tiene trnasgénicos, mientras que la Unión Europea, con una nueva normativa, obliga a etiquetar los productos que contienen organismos modificados genéticamente (OMG), indicando su origen transgénico. De esta forma, los consumidores tendrán la opción de decidir si desean este tipo de productos y el porcentaje de la presencia en éstos de OMG. De hecho en EE.UU. hay unos 9 millones de personas enfermas por productos tóxicos o contaminados, mientras que en Europa este problema es insignificante.



Por supuesto que encima del paro que tenemos en España, la entrada masiva de productos americanos hará caer la producción nacional y en consecuencia aumentar el paro y la exclusión social.



En relación con el medio ambiente, la legislación norteamericana es mucho más permisiva que la europea, con lo cual las consecuencias negativas medioambientales serán un serio problema más.



Pues bien, el Tratado que EE.UU. quiere negociar con Europa pretende eliminar todas estos normas protectoras del consumidor europeo y su entorno económico-social y ambiental, y así que los productos americanos y sus normativas entren libremente en Europa. Sin duda acabaremos comiendo carne de EE.UU. con hormonas, antibióticos y otros productos potencialmente nocivos para nuestra salud y el medio ambiente. Los derechos sociales serán cada más privatizados y menos asequibles, especialmente para los más pobres, el paro y la desigualdad social irán en aumento.



Todos estos problemas tan graves ni el PP ni el PSOE los mencionaron para nada en las últimas elecciones europeas. Seguro que sabían de sobra que lo de los 400.000 empleos era un cuento, sino bien que lo hubieran explotado.



Todo esto se está llevando y negociando en secreto, no lo someten a información pública ni mucho menos a un referendum general. El Parlamento Europeo está traicionando a sus ciudadanos, no nos podemos fiar de quienes dicen que nos representan, porque no lo están haciendo. Unas decisiones tan graves solo se pueden parar desde la conciencia crítica de un pueblo muy despierto y bien concienciado de la gravedad de estas decisiones. De no hacerlo así el banquete de bodas solo será para las multinacionales. A todos los demás nos cerrarán la puerta, nos quedaremos fuera y nos dirán muy claramente: no sabemos quienes sois.



Os reiteramos muy encarecidamente la petición de que reenviéis este comentario a todos vuestros contactos: necesitamos concienciar a toda la sociedad de estos problemas que nos van a afectar directamente a todos, pues solo ella se puede defender a si misma de tanta amenaza.

Si queréis disponer de él en vuestro correo, podéis pedírmelo a este E-mail: faustino.vilabrille@gmail.com



Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino
Volver arriba