“El Dios justo” (I) (93-08)

Hoy escribe Antonio Piñero


Tema: En torno a la idea de Dios en el Antiguo Testamento. Cambios y avances en las nociones acerca de la divinidad.


El concepto de Dios en los escritos bíblicos posteriores al exilio de Babilonia insiste también en un Dios justo por esencia, aunque en este ámbito observamos un cierto cambio, una nueva perspectiva que conviene señalar.

Aunque no hay acuerdo entre los estudiosos a la hora de definir con exactitud qué es la justicia de Dios en el Antiguo Testamento, quizás pueda decirse que desde los estratos más primitivos de la Biblia hebrea la justicia de Dios es ante todo una "fidelidad a la alianza" establecida con los hombres, una "fidelidad salvadora" para con la comunidad que le reconoce y le honra como su Dios.

En general están de acuerdo los estudiosos que este concepto peculiar de justicia poco tiene que ver con el correspondiente concepto de “justicia” en el mundo griego o romano. En este ámbito, la justicia y el derecho se fundamentan sobre todo en el axioma "suum cuique", es decir, una justicia distributiva de "a cada uno lo suyo". En el concepto israelita, sin embargo, la justicia divina es a menudo sinónimo de "fidelidad", fidelidad en salvar y en oponerse a las naciones que estorban la salvación del pueblo de Dios.

Escribe el famoso Georg von Rad, excelente conocedor de la teología del Antiguo Testamento:

"Desde los tiempos más remotos Israel festejaba a Yahvé como el que proporcionaba a su pueblo el don universal de su justicia, en hebreo sedaqá. Esta sedaqá era siempre un don salvífico: imposible imaginarla al mismo tiempo como algo que amenazara a Israel. La idea de una justicia punitiva, no se encuentra en ningún texto del Antiguo Testamento, sería una contradicción en los mismos términos" (Teología del Antiguo Testamento I 461).


El concepto veterotestamentario más emparentado con sedaqá, “justicia”, es hésed, "misericordia" y el Dios justo sería rahum, “misericordioso”, sólo que estos dos últimos términos, además de conducta solidaria y fiel, incluyen más acentuadamente que sedaqá el componente de amor y bondad. Por tanto, la justicia divina en el Antiguo Testamento es un obrar salvífico y nunca una justicia distributiva que premia o castiga a cada uno según sus acciones.

Este concepto de justicia, extraño a los hábitos de pensar occidentales, se mantiene en lo sustancial en la literatura teológica postexílica del Antiguo Testamento. Pero a la vez -y aquí está el cambio-, la idea de justicia divina adquiere tintes nuevos de "justicia distributiva" a lo greco-romano, con lo que la imagen de Dios se enriquece o sufre una pequeña mutación.

Pero antes de precisar brevemente esta nueva connotación de la justicia divina, conviene hacer una precisión y apuntar las líneas que hacen posible la incorporación en el ideario teológico del momento de este nuevo concepto: aunque la justicia retributiva como tal –al modo romano- apenas o no exista en el Antiguo Testamento, eso no supone que para los textos bíblicos más antiguos las acciones pecaminosas no tuvieran consecuencias malas, o las acciones buenas quedaran sin secuelas beneficiosas. Según la teología antigua, Dios había dispuesto una suerte de retribución: Dios había determinado que al acto bueno siguiera un efecto beneficioso y que detrás del malo fuera un efecto pernicioso.

Para no alargarnos hoy, explicaremos más detenidamente el próximo día est ase que propicia el cambio y el cambio mismo.

Seguiremos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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• En el otro blog, “Cristianismo e Historia”, el tema de hoy es:

“Una concepción del mesías en absoluto diferente”

• Magíster de "Ciencias de las Religiones" Universidad PABLO DE OLAVIDE, Sevilla (Véase postal de 26-06-2009)

Para obtener más información:

http://www.upo.es/historia_antigua/master_religiones/index.jsp

Saludos de nuevo.
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