Dónde y para qué lectores se compuso el Evangelio de Marcos (109-38)

Hoy escribe Antonio Piñero


El sentir medio de los estudiosos afirma que es muy difícil deducir de las afirmaciones de Papías, a mitad del siglo II, (recogidas por Eusebio de Cesarea en su Historia eclesiástica II 15,2 [hay versión española en la B. A. C.]) que el Evangelio de Marcos se compusiera en Roma, pero que ciertamente Clemente de Alejandría (hacia el 180-200) lo afirma con toda claridad (también recogido por Eusebio en su Historia Eclesiástica VI 14,6). Por tanto, y en principio, muchos investigadores opinan que el Evangelio de Marcos se compuso probablemente en Roma.

Como apoyo de esta tradición se aducen numerosos latinismos del Evangelio. Por ejemplo:

· Aparecen, transcritos sin más al griego, los siguientes vocablos latinos: “modio” (4,21); "legión" (5,9.15), "verdugo/speculator" (6,27) "sextarius" o copa (7,4; "censo" (12,14) "flagelar/dar con el látigo" (15,15); "centurión" (15,39)…;

· Algunas aclaraciones que sólo se explican si los lectores –que saben griego naturalmente- están en un ambiente de lengua latina, como

-“Dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as” (12,42);

- “Los soldados lo llevaron (a Jesús) dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte” (15,16)

· Aparecen en el Evangelio calcos semánticos como latín

- “satisfacere” vertido al griego literalmente (15,15) o

- “verberibus eum acceperunt”, igualmente traducido al pie de la letra al griego, en 14,65: “los criados lo (a Jesús) recibieron a golpes”.

Ahora bien, quizá estos latinismos no sean una prueba concluyente: normalmente también hay muchos investigadores que opinan que tales expresiones y vocablos latinos no apuntan sólo a Roma, sino a cualquier ciudad del Imperio en donde hubiera un asentamiento militar romano (en casi todas), pues se trata de términos técnicos relacionados con el ejército, presente en todas partes.

También se aduce que tales latinismos se encuentran (no tan numerosos, ciertamente) en el Evangelio/Hechos de Lucas, y en Ignacio de Antioquía (Carta a Policarpo, 6,2), escritos que ciertamente no fueron compuestos en Roma, pero sí para poblaciones griegas bajo el poder militar de los romanos.

Otros investigadores opinan que es decisivo a favor de Roma el caso de Mc 10,12, donde el Jesús de Marcos (un Jesús evidentemente transformado por o que dice a continuación) declara que la mujer tiene derecho al divorcio…, afirmación imposible en una ambiente israelita del siglo I. Afirman los estudiosos: Marcos hace hablar a Jesús como si en el suelo israelita rigiera también el derecho romano a este respecto, lo que no es verdad; es una acomodación de Marcos. Por tanto el autor del Evangelio tiene en cuenta que se dirige a lectores paganos que saben de las condiciones del divorcio en un ambiente helenístico-romano.

Opino que este argumento no prueba que se escribiera en Roma precisamente, sino para lectores que tienen en mente el derecho romano.

Otro argumento en pro de Roma esgrimido por algunos tiene igualmente poco valor, o ninguno: el evangelio de Marcos nunca hubiera tenido la aceptación que tuvo en autores como Mateo y Lucas (que lo utilizaron como fuente) si no tuviera detrás como apoyo el haberse compuesto dentro de una comunidad importante... y qué mejor que Roma...

Opino que este argumento no apunta tampoco necesariamente a Roma, sino a cualquier ciudad importante del Imperio oriental en la que se habla griego.

Joaquim Gnilka, el autor de un Comentario muy importante al Evangelio de Marcos, citado en la postal anterior, opina que hay una cosa cierta: el evangelio fue escrito para lectores “venidos de la gentilidad”. ¿Dónde podían encontrarse? En Galilea, la Decápolis, en la zona de Tiro y Sidón, en Siria…, en Asia Menor y en Roma.

Opina que la que mejores argumentos tiene es la ciudad de Roma, aunque se muestra poco o nada partidario de la famosa hipótesis de Samuel G. F. Brandon de que el Evangelio de Marcos había nacido como una “apología en defensa de la posición de Jesús para los cristianos de Roma”. Opina que sus argumentos exactamente en favor de Roma no son del todo convincentes, pero aún así, Gnilka defiende la hipótesis de una composición en la capital del Imperio, lo cual no quiere decir “que hubiera sido escrito para la comunidad de Roma.

Tal vez en conjunto, y esto será suficiente para nuestra argumentación ulterior, resulta más prudente formular la expresión: "El evangelio de Marcos fue escrito para los cristianos occidentales u orientales del Imperio venidos de la gentilidad” (p. 41), es decir, para los residentes en cualquier ciudad en donde Roma tenía un poder especial y que sin duda estaban influidos por una mentalidad "romana", no precisamente judía.

En mi obra “Guía para entender el Nuevo Testamento” (3ª edic., 2008, p. 342) he defendido:

“Se ha dicho que el evangelio es una apología o defensa de los cristianos ante las autoridades romanas después de la guerra contra los judíos (66-70 d.C.), de modo que aquéllas pudieran distinguir bien entre las dos religiones, la cristiana y la judía. En el Imperio era peligroso ser judío después del gran levantamiento contra Roma. Esta tesis es muy sugestiva y la hacemos nuestra, aunque somos conscientes de que no puede probarse con total seguridad”.

Lo que ahora preciso y adopto una posición aún más modesta, respecto en concreto a los cristiansos de la capital, pero sí mantengo totalmente el espíritu de lo que he escrito: no estaba bien visto ser judío después de la Gran Revuelta contra Roma.

Seguiremos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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Addendum

Ariel Álvarez Valdés remite lo siguiente sobre la composición del Ev. de Marcos en Roma
Más argumentos sobre Evangelio. Marcos compuesto en Roma


1) Mc alude a la forma romana de contar las horas del día (13,35)

2) Mc presenta justamente a un romano como el primero que descubre la identidad de Jesús como Hijo de Dios (15,39), a pesar de lo absurdo que esto pudiera haber parecido históricamente por ser el centurión que lo acababa de ajusticiar como delincuente. Pero es el primer romano que Mc tiene a mano, y al parecer necesitaba uno.

3) En el dicho de 9,50 (“Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros”) se descubre un posible juego de palabras entre el hebreo “shalom” (paz) y latín “salem” (sal).

4) Durante la pasión, al hablar de Simón de Cirene, dice que era “padre de Rufo”. Es una extraña aclaración, teniendo en cuenta que Rufo nunca más vuelve a aparecer en Mc. Pero por Pablo, sabemos que Rufo pertenecía a la comunidad cristiana de Roma (Rm 16,13). Por lo tanto, es probable que este joven fuera muy conocido en la comunidad cristiana de Roma, a donde Mc dirige su Evangelio. Por eso Mc es el único que proporciona este dato de Rufo.

Por supuesto que no son para nada decisivos, pero resulta interesante tenerlos en cuenta.

Un cordial saludo.
Ariel Álvarez Valdés


• En el otro blog, “Cristianismo e Historia” (en la revista electrónica “Tendencias21”, el tema de hoy es:

"El tercer gran fragmento de la Primera carta a los corintios (reconstruida)”
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