Pablo visionario. La figura de Pablo en los Hechos de los apóstoles (IX) (109-50)

Hoy escribe Antonio Piñero


Dentro del ámbito de las visiones y trances extáticos propios de la “figura religiosa venerable de época helenística” notan los estudiosos alguna diferencia notable entre el Pablo de los Hechos y el de las cartas auténticas. Veamos este extremo para concluir este apartado.

Según el autor de los Hechos, Pablo es un personaje especialmente guiado por la divinidad. Por este motivo, Lucas narra tres veces la visión de su llamada (erróneamente) “conversión”; Pablo la define como “vocación” o llamada de Dios para una misión: Hch 9,1-19; 22,3-21; 26,9-18). El autor de los Hechos es un tanto despistado –o sigue servilmente fuentes semejantes, pero con tonalidades diversas-, porque se contradice.

En efecto, según Hch 9,1-9, rodea a Pablo en el camino de Damasco una luz del cielo (lo de la caída del caballo es un invento posterior, ausente de Hch) y

“Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto; oían la voz, pero no veían a nadie” (9,7).


Por el contrario en Hch 22, 3-21 es al revés:

“Los que estaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba” (22,9).


Además de este episodio, Hechos narra:

• Una visión de Jesús que se aparece a Pablo en el templo de Jerusalén (22,17-21): “Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el Templo, caí en éxtasis; y le vi a él que me decía: “Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí.””

• Un visión nocturna de un macedonio anónimo que le suplica que estaba de pie suplicándole: «Pasa a Macedonia y ayúdanos.» (16,9)

• Otra visión de Jesús, nocturna, en Corinto: (18,9-10): “El Señor dijo a Pablo durante la noche en una visión: «No tengas miedo, sigue hablando y no calles”.

• Repetidas veces alude el autor de Hch a la guía, indicaciones o impedimentos con los que el Espíritu [¿manifestado por revelaciones o por medio de profetas cristianos?] va conduciendo el camino misionero de Pablo. Por ejemplo, 13,2:

“Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: 'Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado'”,


20,22, y especialmente 16,6-7:

“Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la Palabra en Asia. Estando ya cerca de Misia, intentaron dirigirse a Bitinia, pero no se lo consintió el Espíritu de Jesús”.


Este tipo de visiones parece de un tipo distinto a las revelaciones de doctrina a las que alude Gálatas 1,11-12:

“El Evangelio anunciado por mí, no es de orden humano, pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”,


o bien al tipo de 2 Cor 1-4:

“Que hay que gloriarse? - aunque no trae ninguna utilidad -; pues vendré a las visiones y revelaciones del Señor. 2 Sé de un hombre en Cristo, el cual hace catorce años - si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe - fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y sé que este hombre - en el cuerpo o fuera del cuerpo del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe - 4 fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar”.


Como señala S. Vidal respecto a esta guía del Espíritu propugnada por el autor de los Hechos:

“Da la impresión de tratarse también en estos casos de la aplicación a Pablo de un rasgo típico [la guía constante por la divinidad] de la figura carismática santa, ya que la valoración del Pablo histórico sobre este tipo de visiones no parece coincidir la autor de los Hechos” (p. 24).


Por último, es posible también que el deseo de Lucas de mostrar que el evangelio y la religión cristiana no sólo son inofensivas para la Imperio, sino que colman también los deseos de la religiosidad pagana, haga decir a Pablo en Hch 17,22-31 (discurso de Pablo ante los filósofos de Atenas) que el evangelio cristiano es el cumplimiento incluso de la religiosidad gentil:

Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que vosotros sois, por todos los conceptos, los más respetuosos de la divinidad. 23 Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: «Al Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo a anunciar (Hch 17,22-23)

Sin embargo, esta idea no parece cuadrar con la dura opinión que tenía el Pablo histórico de los paganos, de su religiosidad y de su comportamiento. Como muestra, véase Romanos 1,18-32:

18 En efecto, la cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; 19 pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. 20 Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; 21 porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: 22 jactándose de sabios se volvieron estúpidos, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles.


24 Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; 25 a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. 26 Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; 27 igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío.


28 Y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, los entregó Dios a su mente insensata, para que hicieran lo que no conviene: 29 llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, 30 detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres, 31 insensatos, desleales, desamorados, despiadados, 32 los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no solamente las practican, sino que aprueban a los que las cometen.


Seguiremos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Www.antoniopinero.com

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Hoy, en el otro blog, “Cristianismo e Historia”, de la revista electrónica “Tendencias21” el tema de hoy es:

“Recibió Pablo de Jesús directamente la institución de la Eucaristía”
De nuevo saludos.
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Nuestro amigo Ariel Álvarez Valdés envía la siguiente precisión:

Estimado Antonio:

Esta sección que está presentando sobre Pablo me resulta muy interesante y novedosa, en la línea de la New Perspective americana.

Con respecto a su blog de hoy, no estoy muy de acuerdo en que "el autor de los Hechos sea un tanto despistado", ni que "siga servilmente fuentes semejantes, pero con tonalidades diversas, porque se contradice".

Creo más bien que el autor deliberadamente ha ido modificando los detalles de los tres relatos, aumentando la intensidad de algunos datos (como la luz, la hora, los destinatarios) y disminuyendo otros (como la participación de los compañeros de Pablo), a fin de resaltar y centralizar cada vez más al apóstol, a medida que dejaba afuera a sus compañeros.

Me permito enviarle un esquema que elaboré de los mismos, como ejemplo.

Persecución:

·Los conducía a la cárcel (8,3)
· Los perseguía a muerte (22,4)
· Además de conducirlos a la cárcel, y perseguirlos a muerte, los torturaba para que renunciaran a su fe (26,10-11)

La Luz:
· Una luz (3)
· Una "gran" luz (6)
· Una luz "más luminosa que el sol" (13)

La hora:

· (No dice)
· "Cerca" del mediodía
· En "pleno" mediodía

A quién envolvió:

· A Pablo (3)
· A Pablo (6)
· A Pablo y a todos sus compañeros (13)

Los compañeros de Pablo:

· Oyen voz pero no ven luz (9,7)
· Sólo ven luz y ya no oyen (22,9)
· Ni ven ni oyen nada

La caída:

· Sólo Pablo cae al suelo (9,7)
· Sólo Pablo cae al suelo (22,7)
· Todos caen al suelo (26,14)

La ceguera:

· Pablo queda ciego durante 3 días (9,9)
· Pablo queda ciego sólo durante tiempo del resplandor (22,11)
· No queda ciego

Misión de Pablo:

· Será testigo de Cristo sólo ante los gentiles, los reyes y judíos (9,15)
· Será testigo de Cristo ante todos los hombres (22,15)
· No sólo es testigo, sino especifica detalles de su misión (26,16-18)



Un cordial saludo, y gracias por su blog.
Ariel Alvarez Valdes


P.D.: de Antonio Piñero: Muchas gracias, amigo Ariel; espero que nuestros lectores vean confirmada la "tendencia" del autor de Hechos, que modifica la realidad según la necesiad: retórica o apologética.

Saludos.
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