Valoración de “Un Jesús desconocido. Las claves del Evangelio gnóstico de Tomás”, de Armand Puig (132-02)



Hoy escribe Antonio Piñero


Pasamos, como prometimos, a la valoración de este libro de A. Puig, cuyo contenido expusimos ayer. En conjunto, me parece válido el planteamiento del autor respecto a la encardinación por él efectuada del Evangelio de Tomas (EvTom) en el ámbito del desarrollo de los textos específicamente cristianos desde mediados del siglo I al siglo II.

En la valoración concreta respecto a la antigüedad del EvTom, y específicamente como transmisor de una tradición auténtica sobre el Jesús histórico, me encuentro también mucho más cerca del punto de vista de Armand Puig /J. P. Meier (Un judío marginal) que el H. Koester (Ancient Christian Gospels) y J.D. Crossan (Jesús como campesino galileo). Los primeros aceptan plenamente a un Jesús apocalíptico: los segundos no, y lo presentan como un personaje puramente sapiencial, un rabino maestro de sabiduría, en el que todos los rasgos apocalípticos están ausentes, puesto que tales rasgos se creen una acrecencia o añadido de la comunidad primitiva a la tradición originaria.


También estoy totalmente de acuerdo con A. Puig en que el EvTom tal como está no es anterior a los Evangelios Sinópticos, y por tanto su imagen del Jesús histórico, repito tal como está ahora, en su redacción definitiva, es gnóstica, del 150 d.C. y, por tanto difícil o nulamente utilizable para la reconstrucción del Jesús histórico.

Sin embargo, no participo en un cierto tono de exaltación de los evangelios canónicos más antiguos, como dejando a entender que son casi historia sin añadidos por contraste con los apócrifos, y en concreto el Evangelio de Tomás. Pienso que la no valoración del EvTom como fuente histórica no me ha de llevar a ser poco crítico con los evangelios canónicos.

Igualmente pienso que la opinión de nuestro autor, A. Puig, sobre la reacción de la Iglesia oficial contra los evangelios gnósticos, no admitiéndolos en el canon de las Escrituras cristianas, fue correcta. Pero debe matizarse en el sentido de que la “regula fidei”, la norma de doctrina que debía encontrarse cumplida para que un escrito fuera aceptado en el canon, o simplemente para que fuera leído en los oficios litúrgicos de la Iglesia los domingos, era fundamentalmente paulina, y hecha por las iglesias paulinas. Con otras palabras. El canon del Nuevo Testamento es fundamentalmente paulino y lo que se admite de otras tendencias es más bien con cuentagotas.

Así pues, a priori, opino que cualquier otro tipo de cristianismo estaba excluido a la hora de ser elegido para formar parte del canon de libros sagrados. Finalmente, sin embargo, se admitieron -por compromiso o pacto entre las iglesias- algunos escritos muy judaizantes, como la Epístola de Santiago y el Apocalipsis. Esto fue bien porque tales escritos aceptaban el punto de vista básico paulino de la interpretación de la muerte de Jesús (el Apocalipsis), bien porque fuera un escrito fundamentalmente ético, parenético, de exhortación, en el que el aspecto doctrinal quedaba en segundo plano: la Epístola de Santiago o de Judas.

Sintetizaría mi opinión respecto al canon de las Escrituras en un frase: El Nuevo Testamento no es la obra representativa del cristianismo primitivo en su conjunto, sino de un cristianismo, el paulino.

Por el contrario, con el común de la investigación actual, se debe aceptar (así lo hace A. Puig) que la primera versión del EvTom (T1), compuesta hacia el año 100 quizás, pueda contener versiones alternativas de palabras de Jesús, que deben estudiarse una a una. En general Puig opina –y yo también con él- que más que introducir novedades, estos textos alternativos presentados por el EvTom confirman puntos de vista sobre el Jesús histórico obtenidos de la crítica de los dichos de Jesús en los Evangelios canónicos.

Estoy de acuerdo también con el autor en que dichos nuevos del Jesús histórico que no se encuentran en otras fuentes pueden ser los logia 8, 19, 42, 82, 97, 98 y 102. Ofrezco el texto a los lectores en la traducción de Fernando Bermejo (Todos los Evangelios, Edaf, 2009, 440-451; ya los tengo escritos electrónicamente) para que Ustedes se formen –si es posible- una opinión sobre las aportaciones de estos logia para la reconstrucción de la figura del Jesús histórico:

8: Y dijo: “El ser humano es como un pescador sabio que lanzó su red al mar y la sacó del mar llena de peces pequeños. Entre ellos, el pescador sabio encontró un pez grande y bueno. Lanzó todos los peces pequeños al fondo del mar, y eligió el pez grande sin pesar”.


19: Jesús dijo: “Bienaventurado el que existía antes de llegar a ser. Si os convertís en discípulos míos y escucháis mis palabras, estas piedras os servirán. Porque tenéis cinco árboles en el paraíso, que no cambian en verano y en invierno, y sus hojas no caen. El que los conozca no probará la muerte”.

42: Jesús dijo: “Sed transeúntes”.

82: Jesús dijo: “Quien está cerca de mí está cerca del fuego. Y quien está lejos de mí está lejos del Reino”.

97: Jesús dijo: “El Reino del Padre se parece a una mujer que portaba una jarra llena de harina. Cuando andaba por [el] camino, el asa de la jarra se rompió. La harina, tras ella, se iba cayendo por el camino. Ella no lo sabía, pues no advirtió problema alguno. Cuando entró en su casa, colocó la jarra en el suelo y la encontró vacía”.

98: Jesús dijo: “El Reino del Padre se parece a un hombre que quiso matar a un magnate. Desenvainó la espada en su casa y la clavó en la pared, con el fin de averiguar si su mano sería lo bastante fuerte. Entonces procedió a matar al magnate”.

102: “Jesús dijo: ¡Ay de los fariseos!, porque son como un perro que yace en el pesebre de los bueyes, y ni come ni deja que los bueyes coman”.


Respecto a éstos y otros dichos, en líneas generales y salvo discusiones de detalle, me convencen bastante los análisis de Armand Puig destinados a distinguir los dos estratos en el Evangelio de Tomás, aunque quizá no me hubiera atrevido a precisar tanto. Es un buen intento, de cualquier modo.

También es acertada en general la caracterización del Evangelio de Tomás como gnóstico, presentada en la explicación que de su doctrina se ofrece en la primera parte del libro. Como complemento, aconsejaría la lectura de la Introducción general del tomo I de la Biblioteca de Nag Hammadi de Trotta para enterarse bien y de un modo sistemático y amplio de cuáles eran las líneas básicas de pensamiento de la gnosis.

Pero vuelvo al principio: el libro, en conjunto, de Armand Puig es interesante y aceptable en líneas generales.


Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
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Presentamos de nuevo el programa del Curso de Primavera de la Universidad ce Castilla-La Mancha, sede en Cuenca:

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Ofrecemos de nuevo la estructura del Curso de Cuenca sobre ateísmo y creencia:

CURSO DE PRIMAVERA DE LA UNIVERSIDAD CASTILLA-LA MANCHA
Sede de CUENCA

Curso sobre: “ATEOS Y CREYENTES. Argumentos a favor o en contra de la fe”.

Fecha: 11-13 de marzo 2010


PROGRAMA:


Jueves 11 de marzo 2010

17,00-18,45
¿El estudio de la Biblia nos lleva a la fe o al ateísmo?
Xavier Pikaza y Antonio Piñero

19,00-20,45

Las religiones orientales ¿se basan también en la fe?Agustín Paniker y Juan Masiá


Viernes 12 de Marzo 2010

17,00-18,45
¿Qué sería la fe para Jesús de Nazaret?
Alexander Zatyrka y José Manuel Martín Portales


19,00-20,45
¿Es necesaria la fe para vivir?
Fernando Bermejo y Abdelmumin Aya


Sábado 13 de marzo 2010

10,00-11,45
Fe cristiana y paganismo. Dos creencias enfrentadas
Jacinto Choza y Jesús Garay

12,00-13,45
La experiencia mística, ¿culminación o superación de la fe?
Santiago Catalá y Yaratullâ Monturiol

13,45. CLAUSURA


Para más información Vicerrectorado de Extensión Universitaruia

e-mail: extension.universitaria@uclm.es

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