José Ramón Ayaso, Dos mil años de historia del pueblo judío (y II) (182-02)

José Ramón Ayaso, DOS MIL AÑOS DE HISTORIA DEL PUEBLO JUDÍO DE ayaso



Hoy escribe Antonio Piñero

Seguimos con el libro sobre la historia temática de la Diáspora del pueblo judío

El capítulo 3 aborda lo que para muchos, casi todos, es un espinoso problema del mundo moderno, “el sionismo”, pero que para la mayoría de los judíos es una solución al viejo (¡desde el año 135 d.C. hasta 1948!) problema de la Diáspora. El autor, Ayaso, presenta aquí la historia de Theodor Herzel, el padre de la idea que intenta hacer del pueblo judío un pueblo normal, como el resto de pueblos y naciones.

Para muchos judíos modernos, Herzel es el nuevo Moisés, que propuso negociar un estado israelita en la Palestina regida por la “Sublime Puerta” (el Imperio otomano) y crear una organización internacional con instituciones permanentes para ejecutar ese designio que acabara con el “apatridismo” físico de los judíos: necesitaban volver a la Eretz Israel, a la tierra de Israel… ¡pero “ocupada” por millones de palestinos desde hacia 17 siglos por lo menos!).



La historia del Israel moderno, de los siglos XX y XXI sirve a Ayaso para explicar algunas interioridades de la organización del estado moderno israelita, de la necesidad y efectividad del ejército de Israel y sus relaciones difíciles con los palestinos, de las relaciones de la arqueología y del estado (la arqueología puede sustentar o derribar los mitos fundacionales de los pueblos).

Aquí me extraña que Ayaso no hable del libro La Biblia desenterrada de Finkelstein y Liebermann, que ha hecho mas por tambalear el mito fundacional de Israel (¡David y Salomón son figuras legendarias, y si existieron fueron muy diversas a como las cuenta la Biblia: “Archeologia dixit”). Pero sí que habla Ayaso, y muy bien, del espíritu de Tel Aviv, una ciudad libre, que sigue conservando el tono laico originario, ciudad que está cerca del mar y lejos de Jerusalén..., una Tel Aviv anárquica, desordenada y en extremo vitalista. Amigos míos desde antiguo viven y trabajan en le Universidad de la ciudad, con gran dedicación y éxito, como Yaakov Shavit y su mujer.

Hay también una reflexión interesante sobre la Jerusalén actual y la sociedad israelita, que es en verdad una sociedad muy moderna y multicultural, y otra sobre el futuro de Israel “Quo vadis Israel?”, retomando la famosa pregunta que Pedro dirige a un Jesús que vuelve a Jerusalén para ser crucificado de nuevo (Hechos de Pedro 35s; edición Piñero-del Cerro I 653, BAC, 2005), y en el que Ayaso se muestra en verdad preocupado ante el principal problema del Israel moderno… puede ser tragado por unos pueblos árabes de alrededor que, empezando por el palestino mismo, tienen un crecimiento demográfico altísimo en comparación con el de Israel…, por no hablar de la bomba que prepara el Irán de Ahmadineyad. Concluye Ayaso que estamos viviendo un nuevo tiempo de fundamentalismos… también en Israel, donde muchos esperan de verdad al mesías definitivo… ¡guerrero, por supuesto!

Finalmente, el capítulo 4, “La historia continúa” es una reflexión un tanto melancólica del autor sobre lo que puede preverse de la historia futura de Israel. El futuro está abierto, esperanzadoramente abierto, pero el pasado está habitado por terribles monstruos y fantasmas.

Se pregunta Ayaso si la “Declaración de independencia” (un documento modelo en cuanto a los ideales democráticos) ha terminado o no con la Diáspora de siglos y siglos. Su respuesta es que parece que no, pues hoy coexisten (y coexistirán al parecer) tres paradigmas de la vida judía en la que ella tiene perfecta cabida:

“Galut” o “exilio”, la mayoría de las veces un exilio interior, pues se da incluso entre los que habitan en el estado de Israel, fundamentalistas, pero esperan otra cosa que se acerque más al ideal..

Diáspora (también "galut", pero en otro sentido): los que viven cómodamente en el “extranjero”, sobre todo USA, que añora a Israel, pero no se mueven de sus asientos..

El Estado de Israel, que pretende ser el estado de todos los judíos, empresa titánica...

De hecho, ha habido un cambio: de negar la Diáspora el estado israelita actual se ha convertido en protector y cabeza de esa Diáspora…, de la que recibe pingües dineros, indispensable para sobrevivir rodeados de 200 millones de musulmanes. La Diáspora se ha fortalecido tanto que incluso ¡ha vuelto a Berlín!, la capital del Tercer Reich…

El libro termina con una reflexión y prognosis del autor –-una “licencia poética” para un historiador-- sobre el futuro de Israel: debe redefinir sus relaciones con la Diáspora; y debe redefinirse a sí mismo para salir del callejón sin salida en el que ahora se encuentra (ya no existen fronteras seguras; en realidad no hay fronteras) = debe dejar de ser el campo de experimentación del choque de las civilizaciones…, según Ayaso.

Aunque falta el índice --lo señalé ya-- de autores mencionados y comentados (¡atención editor, porque es trabajoso, pero sumamente útil!), el libro termina con el interesante y necesario glosario de términos hebreo y yiddish (alemán, en un estado de lengua del siglo XVI más o menos, evolucionada, y escrita con alfabeto hebreo) y con una copia de la “Declaración de independencia del estado de Israel”.

En síntesis: un libro de historia por temas, lleno de datos, escrito en tono periodístico norteamericano, con anécdotas y mil detalles de los personajes a los que cita…y sumamente aclarador e instructivo. Elogiable.


Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
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