Tesis para un debate sobre orígenes del cristianismo


En un debate reciente sobre los orígenes del cristianismo, entre periodistas de diversos medios de comunicación y autores de la Editorial Edaf promovido por el “Ámbito Cultural de El Corte Inglés”, se me encargó la confección de unas líneas generales para encauzar la discusión sobre el tema.

El debate estaba promovido, entre otras razones, para anunciar la inminente publicación por parte de Editorial Edaf del libro “Cristianismo derrotados”. Escribí las siguientes tesis que ahora paso a la consideración de los lectores de este blog, pues pienso que pueden ser interesantes para la reflexión. Al ser simplemente “tesis” van prácticamente sin fundamentación alguna –lo cual requeriría página y páginas-. Quizá esta ausencia se preste a malentendidos, aunque a la vez pueda suscitar la reflexión y el debate.

1. El plural “orígenes” y no el singular es muy adecuado. El cristianismo es un fenómeno complejo y dinámico que no tiene un solo origen, sino varios.

2. Debemos distinguir entre orígenes remotos y próximos. Los orígenes remotos del cristianismo son el judaísmo antiguo, anterior al siglo VI a.C. que a su vez tiene muchas influencias sobre todo del mundo cananeo, de Egipto y de Mesopotamia. Estos orígenes remotos no se consideran ahora.

3. El trasfondo próximo del cristianismo es la religión judía del siglo I de nuestra era. Pero éste no es un judaísmo antiguo, sino uno judaísmo modificado desde el tiempo del final del exilio en Babilonia (sobre todo a principios del siglo V en adelante) por dos influencias principales: la de los mundos babilónico-persa; segunda: la atmósfera religiosa de la piedad y filosofía del helenismo.

4. Respecto a los orígenes inmediatos del cristianismo el axioma principal es: Jesús no fue propiamente el fundador del cristianismo, sino sólo su base y su impulsor.

5. La religión de Jesús fue esencial y profundamente judía, no cristiana.

6. El cristianismo es una reflexión creativa sobre el legado de éste; una reinterpretación de la importancia y trascendencia de la figura y la misión de Jesús.

7. El cristianismo es por tanto un fenómeno exegético: los seguidores de Jesús reinterpretan la misión y figura de Jesús a partir de unos presupuestos previos –su mesianismo y su resurrección-, y por una exégesis a) de textos que los rabinos de la época consideraban mesiánicos y b) de otros textos similares de la literatura piadosa de la época o inmediatamente anterior. Esta literatura constituye lo que hoy se llama Apócrifos del Antiguo Testamento junto con los Manuscritos del Mar Muerto.

8. Los seguidores de Jesús se constituyen en facción o grupo aparte del judaísmo de su tiempo. Este nuevo grupo se denominará a sí mismo “iglesia” o verdadera asamblea de Dios.

9. Esta “iglesia” es distinta del grupo de los Doce, el único fundado por Jesús con un significado simbólico: representar al futuro Israel de los últimos días, restaurado por Dios.

10. Es esta iglesia la que dará forma y difundirá la nueva teología o doctrina sobre Jesús mesías.

11. El proceso de relectura del Antiguo Testamento y de su literatura aneja, que da origen a la teología cristiana, se hacía dentro del judeocristianismo naciente siguiendo unos modelos de interpretación bien definidos en la época. Estos modelos eran fundamentalmente tres: 1. Modelo promesa/cumplimento. 2. Modelo inserción/sustitución. 3. Modelo de oposición/contraposición.

12. El cristianismo sólo es tal cuando aparece -en unos cincuenta años tras la muerte de Jesús- como una doctrina cuya ideología supone un salto teológico cualitativo sobre el judaísmo y consecuentemente sobre el pensamiento de Jesús.

13. La base principal de esa disidencia es la divinización de Jesús.

14. El discurso de Esteban en el capítulo 7 de los Hechos de los apóstoles es el núcleo germinal de la teología paulino-cristiana. Y ésta a su vez es el núcleo germinal del cristianismo de hoy. Éste es esencialmente paulino en sus tres formas principales: católica, protestante y ortodoxa.

15. Se puede decir que el principal fundador –entre otros- del cristianismo de hoy es Pablo de Tarso. La teología paulina se resume en lo siguiente: el cumplimiento de la ley de Moisés es innecesario para la salvación; sólo se salva quien crea que Jesús es el mesías y que su sacrificio en la cruz, junto con su resurrección, fue el acto que reconcilió a la humanidad pecadora con Dios.

16. El cristianismo actual es un fenómeno complejo y dinámico que tiene varios "fundadores". Entre los otros señalaría especialmente el grupo o personaje que está detrás de la línea de pensamiento del Evangelio de Mateo y el que está detrás del grupo y pensamiento del Evangelio de Juan.

17. Pablo de Tarso cambia radicalmente la figura del Jesús histórico, pues hace de él un salvador universal -del mismo tono que las divinidades salvadoras del mundo helenístico en el que vive- y no un mesías judío, a la par que transmuta el mensaje (kérygma/evangelio) del Jesús histórico: cambia el significado de Evangelio: de ser un anuncio de la venida del Reino (absolutamente irrelevante en el mundo helenístico) pasa a ser en Pablo el anuncio de que la muerte y resurrección de Jesús, que realizan la salvación. Esta perspectiva encaja muy bien en un mundo preocupado precisamente por las ansias de salvación (soteriología).

18. Las interpretaciones de los textos de la Escritura y literatura aneja que podían afectar a Jesús, a su figura y misión entre los cristianos a la vez que eran muy divergentes a las comunes del judaísmo eran también divergentes entre sí, sobre todo en aquellos temas no previstos o no tocados por la predicación que se recordaba de Jesús. Por ello hay que hablar de cristianismos, en plural.

19. Los principales son: 1. La naturaleza del salvador Jesús, es decir, cómo se había constituido su personalidad divina. 2. La naturaleza y misión del grupo de sus seguidores hasta que él volviese de nuevo a juzgar a vivos y muertos: cómo debía entenderse la Iglesia y su función. 3. La naturaleza exacta de la salvación.

20. El cristianismo paulino era la que mayores garantías de éxito podía tener en el complicado y efervescente “mercado” religioso del Imperio romano, pues Pablo había resuelto bien el problema de la salvación de los paganos por medio de una simple “justificación por la fe”. Eran innecesarias tanto la circuncisión y la observancia de normas de pureza como la iniciación en los “misterios”.

21. La escuela de Pablo, sobre todo la representada por las Epístolas Pastorales, caminaba también por la dirección del éxito cuando insistía en ciertas directrices esenciales a la hora de consolidar las nuevas iglesias que se iban fundando. Estas directrices son: 1. El control absoluto de la comunidad en cuanto masa social, como sucesores de los apóstoles en especial de Pablo. 2. El control ideológico del grupo, al ser los que mantenían oficialmente el “depósito” de la recta doctrina. 3. El control de la interpretación de la Escritura común con el judaísmo, el Antiguo Testamento.

22. Cuando se lleve a cabo este triple programa (“recta interpretación” de los textos sagrados; formación del concepto de “tradición” o recta doctrina; establecimiento de la jerarquía basada en la “sucesión apostólica”), a lo largo de los siglos II y III, tendremos completado el proceso de constitución del cristianismo.


Saludos cordiales de Antonio Piñero

Nota añadida el 6/10/2007:
Copio el siguiente comentario de un lector, al que doy las gracias, pero que aparece en otro "post", por si fuere de interés.

Ya está disponible los audios de la tertulia de la que el otro día nos hablaba el señor Piñero:
http://www.edaf.net/heterodoxos/index3.htm
Antonio Piñero y Gonzalo Puente Ojea responden a las preguntas y discuten con un heterogéneo grupo de "heterodoxos".
Muy buena, por no decir imprescindible. Aunque es bastante informal, se habla de la esencia del cristianismo de una manera muy profunda y formativa.
Comentario por David RV 04.10.07 @ 19:25
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