Un trío imponente

trio-1-brahms

¡Feliz martes! Lo cierto es que toda la música del maestro de hoy puede calificarse de imponente. Es rotunda, densa, profunda y con una construcción formal muy conseguida. No en vano es uno de los grandes nombres de toda la Historia de la Música.

johannes-brahms

Hablo de Johannes Brahms (1833-1897), compositor alemán nacido en Hamburgo. «Brahms creía que no había necesidad de publicar absolutamente todo lo que Schubert escribió» (Dietrich Fischer-Dieskau). «Las variaciones de Brahms son mejores que las mías, pero las mías fueron escritas antes que las suyas» (Franz Liszt). «Los tres compositores más grandes son Bach, Beethoven y Brahms. Los otros son cretinos» (Hans von Bülow). «He vuelto a tocar la música del canalla de Brahms. ¡Qué bastardo sin talento! Me molesta que esta mediocridad autoinflada sea alabada como un genio» (Piotr Ilich Chaikosvki). «No es el mal Brahms el que importa; es el buen Brahms el que no soporto» (Benjamin Britten).

Vamos a escuchar el Trío para piano, violín y chelo en si mayor, op 8. Es una obra que contiene casi por igual música genial y música de la más tierna juventud. El editor lo aceptó en 1854 y para una interpretación es de 1871 hizo algunas correcciones. El primer movimiento tiene una amplia melodía, para chelo y piano. El arte contrapuntístico de Brahms aparece con fragmentos fugados de una gran fuerza. En el movimiento lento, el chelo sigue siendo protagonista, con una gran serenidad, y con una intervención del piano casi en forma de coral. El final tiene una tonalidad ambigua, retomando cierta idea de Haydn, pero llevándola más allá. El trío fue inspirado por una premonición de cosas que ocurrirían en el hogar de los Schumann, bastante trágicos.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Nikolai Lugansky (piano), Gautier Capuçon (chelo) y Leonidas Kavakos (violín).

Volver arriba