"El reciente Mensaje del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) al Pueblo de Dios en América Central, con motivo de su Asamblea Ordinaria, aunque honesto y pastoral, queda corto frente a la gravedad de las causas estructurales que están desangrando nuestros pueblos"
"Centroamérica necesita que sus pastores proclamen una palabra que rompa el silencio cómplice, que confronte explícitamente a quienes destruyen la vida, que denuncie a los poderes que gobiernan para intereses privados mientras condenan a la pobreza a millones"
"Hoy, una Iglesia profética no puede limitarse a nombrar los efectos: debe señalar las causas y a los causantes. La esperanza cristiana no es evasión: es compromiso"