I Sábado de Adviento 

Profecía 

“Aunque el Señor te dé el pan medido y el agua tasada, ya no se esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro. Si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una palabra a la espalda: “Éste es el camino, camina por él”. Te dará lluvia para la semilla que siembras en el campo, y el grano de la cosecha del campo será rico y sustancioso” (Isa 30, 21). 

Icono: El camino 

En Adviento, la figura del camino se convierte en el itinerario para recorrer de la mano de las profecías, hacia la meta de la Navidad, y se nos asegura la voz del maestro interior, que nos guiará por la senda verdadera. 

Profecía cumplida 

Jesús se presenta como el auténtico Camino: “Yo soy el Camino”. (Jn 14, 6) 

Consideración 

Seguir detrás de Él es la consigna que da Jesús a sus discípulos. Sabernos acompañados por Jesús en la travesía de la existencia da seguridad. 

Adviento real 

Cada día nos sorprendemos con historias de quienes desean seguir a Jesús, no obstante Él nos recomendó permanecer en súplica porque no falten obreros de su mies. «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies» (Mt 9, 38). 

Actitud recomendada 

“Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis” (Mt 10, 8). 

Propuesta 

¿Atiendes la voz interior que te indica los pasos que conducen a la paz?