“Desde que me he enterado de la muerte de nuestro amigo Carlos, su hermano, mis ojos están cerrados, todo esta oscuro para mí y he llorado. He llorado mucho y estoy de duelo riguroso. Su muerte me ha dado mucha pena… Carlos, el marabú, no está muerto solamente para vosotros, ha muerto también para nosotros. Que Dios le de misericordia y nos podamos reunir en el paraíso” (Moussa ag Amastane)
“La confianza que me conceden los tuaregs del poblado es cada vez más grande. Las amistades se vuelven más íntimas, y las nuevas amistades que se forman, también lo son. Intento prestar el máximo servicio” (Carlos de Foucauld)
“El padre Foucauld alcanza toda su talla en la Iglesia de las misiones y ante el apostolado cristiano, por haber dicho y vivido el significado y la densidad mística, el significado y la densidad apostólica de la presencia silenciosa del apóstol, en realidad de todo cristiano, allá dondequiera que esté: he aquí el alma y la esencia del mensaje foucauldiano” (A. Peyriguere)
Nazaret es la gran idea, la intuición, el descubrimiento del hermano Carlos. Es la idea que vertebra toda su vida
Jesús de Nazaret que, después de ser bautizado en el Jordán va al desierto y posteriormente, por un breve espacio de tiempo, anuncia el Reino de Dios, es el mismo que vivió la mayor parte de su vida en Nazaret
El hermano Carlos va descubriendo poco a poco cómo Jesús es salvador también desde Nazaret y en Nazaret: la vida de silencio y de trabajo de Jesús es redentora y es su primera manifestación
Para el hermano Carlos, Nazaret es la esperanza de los pobres porque el estilo de Nazaret implica acercarse a los pobres anunciándoles y proponiéndoles la Buena noticia, que de otra maneta tal vez no recibirían nunca
Nazaret es una manera de ser. Nazaret es el lugar del compartir, de la escucha y de la amistad
Un paso más en la participación en la misión de la Iglesia de todos los bautizados que supone una opción decidida por des clericalizar la institución eclesial
Catequistas involucrados en una actividad estrictamente misionera con encargos
de predicar a los no cristianos; catequizar a los catecúmenos y ya bautizados; liderar la oración comunitaria, especialmente en la liturgia dominical en ausencia de un sacerdote; ayudar a los
enfermos y presidir los funerales; capacitar a otros catequistas en centros especiales o guiar a catequistas voluntarios en su trabajo; hacerse cargo de las iniciativas pastorales y organizar las funciones
parroquiales; ayudando a los pobres y trabajando por el desarrollo humano y la justicia
Que la iglesia promueva y confiera ministerios para hombres y mujeres de
manera equitativa (…) Es la iglesia de hombres y mujeres bautizados la que debemos consolidar promoviendo los ministerios y, sobre todo, la conciencia de la dignidad bautismal
Es necesario pasar por el desierto y permanecer en él para recibir la gracia de Dios
Es un tiempo de gracia
Es un período por el que tiene que pasar necesariamente toda alma que quiera dar fruto
Es necesario ese silencio, ese recogimiento
Y es en la soledad … donde Dios se da todo entero a quien se da todo entero a Él. Si esta vida interior es nula … es un manantial que querría dar la santidad a los demás, pero no puede, porque carece de ella
Cristianos, musulmanes y judíos aceptan a Abraham como encarnación del hombre de fe inquebrantable. visión que aparece reflejada en el Nuevo Testamento
Abraham es de una notable grandeza humana y espiritual que ni Isaac ni Jacob llegan a igualar. En lo humano es noble y generoso, hospitalario, amigo de la paz, pero valiente si es preciso combatir, rico en siervos y rebaños. En lo espiritual es amigo de Dios, que intercede insistentemente por las ciudades pecadoras de Sodoma y Gomorra. Su obediencia, enraizada en la fe, es total, pero no ciega, pues en el trato asiduo con Dios busca comprender su voluntad y se compenetra con ella
El testimonio de un hermano de Foucauld (Hto. del Evangelio) que narra, a traves de sus diarios, sus experiencias en el circo, en la cárcel y en distintos paises donde ha vivido durante más de cuarenta años.
Se trata de la espiritualidad de Carlos de Foucauld encarnada
El modo en que Dorothy Day cuenta su acercamiento a la fe cristiana atestigua que no son los esfuerzos humanos ni las estratagemas los que acercan a las personas a Dios, sino la gracia que brota de la caridad, la belleza que brota del testimonio, el amor que se convierte en hechos concretos
Dorothy Day nos enseña que Dios no es un mero instrumento de consuelo o de alienación para el hombre en la amargura de sus días, sino que colma en abundancia nuestro deseo de alegría y realización
Con una actitud honesta e iluminada, Dorothy Day sabía discernir en la vida misma de la Iglesia un elemento de irreductible vínculo con el misterio, más allá de las muchas y repetidas caídas de sus miembros.
Hoy se acepta en términos generales que las personas son básicamente egoístas y que la solidaridad es, o una debilidad o un lujo, o simplemente una forma refinada de egoísmo
La conducta bondadosa se observa con recelo; las manifestaciones públicas de bondad se desdeñan por moralistas y sentimentales
Las personas no se dividen en ateos y creyentes. En realidad, se dividen entre las que creen en el ser humano, en la posibilidad de transformar la sociedad y construir una nueva sociedad y en las que no creen en el ser humano. Quien no cree en la persona, no puede creer en Dios
La presencia de una persona buena no deja indiferente, lo que pasa es que lo que para una persona es virtud, para otras es debilidad
El objetivo del sínodo “no es producir documentos” sino suscitar sueños, profecías, esperanzas y se puso mucho énfasis en insistir que éramos convocados a entrar en un proceso donde el Espíritu Santo y la respuesta a los signos de los tiempos nos ayudarán a vivir el hoy de Dios
La Iglesia-hogar es la que acoge a todos, la que no hace separaciones, que no hace distinciones, que acepta a los gays, a las lesbianas, a los trans, a los divorciados vueltos a casar, a los curas secularizados, a los inmigrantes que llegan con otras tradiciones religiosas y, probablemente, con buena fe, hemos cometido
La persona no es un absoluto, sino una relación, que es el constituyente mismo de la persona
Hay dos sistemas antagónicos que reducen la persona a individuo. Uno responde al “mito del contrato social”, según el cual existiría un estado natural anterior a la vida en sociedad, donde los humanos vivirían solos, como individuos aislados, libres e iguales entre sí. En un segundo momento, estos seres independientes deciden agruparse por un pacto o contrato inicial imaginario, perdiendo el estado de independencia. El segundo sistema es una concepción totalitaria del individuo, que considera al ser humano como un animal gregario, teniéndolo por una parte de la totalidad al servicio del colectivo. El individuo aparece como una excusa, como una anilla de la cadena, necesaria para el éxito del conjunto. Aquí el ser humano tiene valor en la medida en que sirve como perpetuación de la clase, la nación o la raza
El viaje del yo hacia el tú lo realiza Nédoncelle a través de la “reciprocidad de las conciencias”, punto central de su pensamiento. En este viaje, la categoría trascendental es la relación, que reviste la forma del nosotros, unidos por el amor.
Maritain sintonizaba perfectamente con la espiritualidad del Padre Foucauld, con su fraternidad universal, con esta humildad, sencillez, proximidad con todo tipo de personas, cualquiera que fuese su cultura, su religión, su ideología
Para ver este proceso, hemos dividido el libro Jacques Maritain y Carlos de Foucauld en dos partes con siete apartados cada una de estas. En la primera se analiza como fue el encuentro con la Verdad de Raissa y Jacques Maritain. En la segunda como llegan ambos a la plenitud de la verdad, poniendo como telón de fondo a Carlos de Foucauld, su discípulo René Voillaume y las Fraternidades que han surgido. Como colofón o epílogo, la carta que el propio Maritain escribió a propósito de los Hermanos de Jesús
El movimiento de pensamiento que preparó el Concilio estaba caracterizado por un resourcement en el sentido que le daba Péguy, creador de esta palabra: más que un retorno a las fuentes, que ciertamente se daba, se trata de una ascensión en nuestro tiempo de la fuente y de la savia. La teología, la enseñanza oficial, hasta la misma catequesis y la predicación, habían impuesto una visión de la Iglesia definida, en primer lugar, como una ‹sociedad desigual, jerárquica’, que encerraba, ante todo y por derecho divino, una distinción entre clérigos y laicos, entre jerarcas y fieles
El interés de la renovación reside en asegurar la cualidad sobrenatural del pueblo cristiano en la base; en dar un rostro más perceptible a los carismas, sin monopolizarlos; introducir de nuevo en el decurso ordinario de la vida eclesial actividades tales como la ‹profecía’ o las curaciones no sólo espirituales sino físicas
Ante los aspectos negativos de la realidad, nos sentimos llamados a ser personas de esperanza, que asumen la
vulnerabilidad y nacen de las cenizas en contra del optimismo ingenuo, sabiendo que no hay salvación fuera de la comunidad.
Ante las sombras de este mundo, nos comprometemos a trabajar desde nuestra fragilidad, a caminar con los últimos, y a cultivar la interioridad y la oración.
Sentimos que la Palabra de Dios y el testimonio de Carlos de Foucauld nos invitan a cultivar una mirada samaritana ante la realidad, sabiendo que en el camino hay curvas, caídas e indecisiones, pero queremos abrir puertas donde hay muros, tendiendo puentes de diálogo, convivencia y amistad.
Para vivir auténticas experiencias creativas, debemos aprender a superar los propios límites, convirtiéndolos en lugares de encuentro, no de enfrentamiento y soledad
Cuando realizamos un encuentro verdadero somos felices, nos vemos situados en un estado de pleno logro, es decir, en nuestra verdad
Dios nos habla en signos y si no hacemos silencio interior somos ciegos, no nos enteramos de nada
El ser espiritual que todos llevamos dentro nos da el sentido de la vida, la orientación vital, lo que debemos hacer, pero esto no quiere decir que en nosotros esté o seamos la verdad
La «contemplación», en nuestro país, viene de lejos y parece que ahora está dando sus frutos. Me estoy refiriendo al aragonés Miguel de Molinos, nacido en Muniesa (Teruel) en 1628 y que murió el año1696 en un monasterio de Roma, después de pasar sus últimos nueve años en una mazmorra por el juicio de la Inquisición
Molinos expone el mejor camino para llegar a Dios. El último objetivo es el amor de Dios, para el cual el alma no ha de hacer nada: ha de estar pura y sin pecado, aligerada de toda preocupación o meditación, quieta. Dios hará lo demás. Esto produce un vacío espiritual, una nada, como el camino más corto para llegar a Dios.
Esta breve carta de la profesora de filosofía impresiona por su clara percepción del desastre que se avecinaba: la persecución de los judíos, la sucesiva de los cristianos y el juicio de la historia sobre quienes permaneciesen callados
En la vida de Edith Stein el ser humano moderno ve reflejado su propio destino, con sus revoluciones ideológicas, con su alejamiento de Dios, su ansia de verdad y amor redentor de Dios
Edith Stein, conocida posteriormente por sor Teresa Benedicta de la Cruz, viene a ser como un faro que orienta al ser humano actual hacia lo único real, hacia la única verdad, hacia el único sentido de la existencia, por el que la vida merece vivirse: hacia Dios, que es al mismo tiempo la verdad y el amor
La espiritualidad no es patrimonio de las religiones. Cualquier persona que vive con hondura y calidad humana su existencia, vive con una determinada espiritualidad que motiva su vida, inspira su comportamiento y configura sus valores y el horizonte de su ser
La experiencia religiosa, que en el sentido más amplio que se quiera, se trata de una relación con una realidad trascendente. Se trata de un encuentro y una superación. Es decir, encuentro con un absoluto, con una energía, con una fuente de valores reconocidos. Es a la vez otro y uno mismo. Presente y ausente. Inmanente y trascendente.
Nada hay más urgente en la iglesia de hoy que volver a Jesús para centrar con más verdad y fidelidad nuestra espiritualidad en su persona y su proyecto de reino de Dios.