La diócesis de Lombardía peregrina a Roma Francisco a los lodigianos: "El emigrante que me bautizó me une a ustedes con un hilo sagrado"

Peregrinación de la Diócesis de Lodi, Italia
Peregrinación de la Diócesis de Lodi, Italia

Al recibir a los representantes de la comunidad eclesial y civil de la diócesis de Lombardía en la Sala Clementina, Francisco recordó los motivos de su cercanía a ese territorio y a su gente, ante todo el bautismo recibido por el padre Pozzoli, sacerdote de Lodi

El Pontífice recuerda entonces que fue en Sant'Angelo Lodigiano donde nació una gran santa: Francesca Saverio Cabrini, fundadora en Codogno de los Misioneros del Sagrado Corazón y proclamada patrona de los

El Papa destacó una de las que han llevado a la comunidad de Lodi a desear este encuentro es el deseo de dar una señal de renacimiento tras "la traumática experiencia de la primera fase de la pandemia, que golpeó vuestro territorio"

Ante un mundo cambiante "hay que buscar nuevos caminos, nuevos métodos, nuevos lenguajes", observa. El camino principal, sin embargo, sigue siendo el mismo: el del testimonio, el de una vida modelada por el Evangelio"

(Vatican News).- En la audiencia con el Papa Francisco están presentes sacerdotes, consagrados y consagradas, seminaristas y fieles laicos, delegados sinodales y representantes de parroquias y asociaciones, junto con el obispo emérito, voluntarios y trabajadores de la comunicación, encabezados por el Obispo -monseñor Maurizio Malvestiti-, que dirige un saludo al Papa en nombre de toda la diócesis, y luego las autoridades públicas de la Provincia y de la zona de Lodi, con los alcaldes, especialmente los de la zona más afectada en Occidente por la epidemia de Covid-19 en 2020.

El vínculo "bautismal" del Papa con Lodi

Francisco subraya las razones que han impulsado a la diócesis a realizar esta peregrinación a Roma, y que representan un fuerte vínculo con la experiencia personal del Papa y con lo que está más cerca de su corazón:

"En primer lugar, quisiera recordar lo que me une a ustedes con una especie de "parentesco" que yo llamaría "bautismal". Como sabes, el sacerdote que me bautizó, el padre Enrico Pozzoli, y que luego me ayudó a entrar en la Compañía y me siguió toda la vida, es hijo de tu tierra, oriundo de Senna Lodigiana, en la 'bassa', cerca del Po.

Atraído por el carisma de Don Bosco, partió de joven a Turín y, convertido en salesiano, fue enviado inmediatamente a Argentina, donde permaneció el resto de su vida. Se hizo amigo de mis padres y también les ayudó a aceptar mi llamada al sacerdocio. Me alegré mucho cuando un buen compatriota suyo -que está aquí- recopiló documentos y noticias sobre él y escribió su biografía. Lo recibí enseguida, por supuesto, pero hoy lo recibo en forma oficial, por así decirlo, y con emoción, porque ustedes, amigos de Senna Lodigiana, compatriotas del P. Pozzoli, que fue un verdadero salesiano, ¡me lo traen! Un hombre sabio, bueno, trabajador; un apóstol del confesionario -no se cansaba de confesar-, misericordioso, capaz de escuchar y dar buenos consejos. Gracias de todo corazón. ¡Por eso digo que estamos algo emparentados, pero no por la sangre, no, el hilo que nos une es mucho más fuerte y sagrado porque es el del Bautismo!"

Francisco, hijo de emigrantes y las migraciones de hoy

El Pontífice recuerda entonces que fue en Sant'Angelo Lodigiano donde nació una gran santa: Francesca Saverio Cabrini, fundadora en Codogno de los Misioneros del Sagrado Corazón y proclamada patrona de los emigrantes. Afirma Francisco:

Soy hijo de migrantes; Argentina se ha convertido en el hogar de muchas y muchas familias de migrantes, en su mayoría italianos, y Santa Cabrini y los Cabriniane son una presencia importante en Buenos Aires. Hoy quiero expresaros mi admiración y gratitud por esta mujer, que -junto con monseñor Scalabrini- es testigo de la cercanía de la Iglesia a los emigrantes: ¡su carisma es más actual que nunca! Pido su intercesión para que vuestra comunidad diocesana esté siempre atenta a los signos de los tiempos y saque de la caridad de Cristo el valor para vivir la misión hoy.”

El drama de la pandemia

La tercera razón que el Papa destaca entre las que han llevado a la comunidad de Lodi a desear este encuentro es el deseo de dar una señal de renacimiento tras "la traumática experiencia de la primera fase de la pandemia, que golpeó vuestro territorio". El Papa continuó:

"Esta pandemia fue y es una experiencia compleja, incluso demasiado grande para que la dominemos por completo. Sin embargo, no podemos ni debemos descuidar una revisión seria, a todos los niveles. Reiniciar no significa hacer "borrón y cuenta nueva". Pero ese no es el propósito ahora mismo. Hoy, el signo que estáis dando es el de una comunidad que quiere volver a empezar juntos, atesorando la experiencia que ha vivido, aprovechando los talentos que han surgido en los momentos más duros de la prueba".

El Evangelio se testimonia a través de la santidad de vida

"El mundo cambia, pero Cristo no, y su Evangelio tampoco. El futuro de la Iglesia pasa por ir a lo esencial, a las fuentes". La evangelización es otro aspecto en el que el Papa se detiene en su discurso. Recordando de nuevo las figuras del Padre Pozzoli y, sobre todo, de Santa Cabrini, afirmó que "la evangelización se hace esencialmente a través de la santidad de vida, testimoniando el amor en las obras y en la verdad". Ante un mundo cambiante "hay que buscar nuevos caminos, nuevos métodos, nuevos lenguajes", observa. El camino principal, sin embargo, sigue siendo el mismo: el del testimonio, el de una vida modelada por el Evangelio".

El Papa concluye exhortando a la comunidad de Lodi "a continuar el camino, fieles a nuestras raíces y abiertos al mundo, con la sabiduría y la paciencia de los campesinos y la creatividad de los artesanos; comprometidos -concluye- en el cuidado de los pobres y en el cuidado de la tierra que Dios nos ha confiado".

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