El Dios en quien no creo

Querid@s amig@s colaboradores y cooperantes:

Es posible que el texto que figura a continuación contenga algunas afirmaciones un tanto sorprendentes. Antes de darlas por no válidas, procuremos pensarlas un poco. No obstante pedimos disculpas a quienes les resulten difíciles de aceptar. Este documento tendrá una segunda parte titulada EL DIOS EN QUIEN CREO, que seguramente resultará más asimilable.


-No creo en un Dios que quiso el sacrificio y la muerte en cruz de su Hijo.

-No creo en un Dios que quiere que nos flagelemos hasta la sangre.

-No creo en un Dios que creó el infierno.

-No creo en un Dios que castiga.

-No creo en un Dios que necesita penitencias reparadoras.

-No creo en un Dios vengativo y furioso.

-No creo en un Dios que manda enfermedades.

-No creo en un Dios que amenaza.



-No creo en un Dios al que hay que decirle "Señor ten piedad".

-No creo en un Dios al que hay que pedirle perdón.

-No creo en un Dios de truenos y relámpagos, galernas y tempestades.

-No creo en un Dios antojadizo y caprichoso.

-No creo en un Dios de guerras, tinieblas y muerte.

-No creo en un Dios que espera que le pidas para darte algo.

-No creo en un Dios celoso, ávido de sacrificios.

-No creo en un Dios que necesita ofrendas y oblaciones.

-No creo en un Dios que necesita oraciones, misas y limosnas.

-No creo en un Dios ofendido por el hombre.

-No creo en un Dios enojado con el hombre.

-No creo en un Dios averiado que necesita ser reparado.

-No creo en un Dios policía, fiscal y acusador.

-No creo en un Dios de miedos y condenas.

-No creo en un Dios que nos necesita para si.

-No creo en un Dios que no se mete en política.

-No creo en un Dios exclusivo de nadie.

-No creo en un Dios por el que hay que preocuparse.

-No creo en un Dios para huir del mundo.

-No creo en un Dios que me pide ser perfecto.

-No creo en un Dios que hay que sobornar con promesas y rogativas.

-No creo en un Dios en quien podemos descargar nuestra responsabilidad.

-No creo en el Dios de los hacen a los pobres y luego les dan limosnas.

-No creo en el Dios de Montoro que incluyó en los Presupuestos 20 millones para Caritas

-No creo en el Dios de los ricos y poderosos.

-No creo en el Dios del apartamento de Rouco cuyo “arreglo digno” costo 500.000 €

-No creo en el Dios de los que tienen la cabeza a la izquierda y el bolsillo a la derecha.

-No creo en el Dios de los que privatizan lo público.

-No creo en el Dios del neoliberalismo capitalista aunque lo defiendan teólogos como F. Von Hayek y Michael Novak.

-No creo en el Dios de la Iglesia de la Merced de Guatemala atiborrada de riquezas cerca de los pobres del basurero.

-No creo en el Dios de las procesiones con sus capisayos, mantillas, imágenes y demás aderezos.

-No creo en el Dios de las “excursiones” a Fátimas, Lourdes, Polonias, Avilas, Romas...

-No creo en el Dios de las catedrales, santuarios, basílicas e iglesias ricas.

-No creo en el Dios de los birretes, anillos, báculos, palacios vaticanos y diocesanos

-No creo en el Dios de los cálices de oro, retablos de plata, custodias de perlas...

-No creo en el Dios de los de la Gürtel, de los Eres, de los Pujoles, de los tarjeteros negros, de los banqueros y desahuciadores.

-No creo en el Dios de los ricos aunque llenen de dinero los bolsillos de los pobres.

-No creo en el Dios del culto capitalista.

-No creo en el Dios de los que sienten compasión por los pobres y dejan que sigan siendo pobres, y así incluso seguir sintiendo compasión de ellos.

-No creo en el Dios de los corruptos aunque recen, vayan a misa y comulguen a diario.

-No creo en el Dios de los gobernantes y parlamentarios que hacen leyes que benefician a los ricos y perjudican a los pobres.

-No creo en el Dios de los jueces injustos que a Irene y Aioa las penan con 2,4 años de cárcel por robar 857 €, y exactamente la misma pena a la Pantoja y a Jaime Matas por 2 y 2,7 millones (TV4 30/03/15).

-No creo en el espantoso Dios de los secuestradores de las 276 estudiantes de Nigeria, que si quedaban embarazadas tras violarlas, las obligaban a cocinar a su propio bebé (XLSemanal, dic.2014)

Ese Dios no existe, le hemos fabricado nosotros, especialmente los hombres de las religiones. ¿Para qué lo hemos fabricado así?

Un cordial saludo a tod@s.-Faustino
Volver arriba