Es bueno dedicar una mañana o una tarde cada mes al retiro espiritual. El tema del retiro: En las vías místicas hacia Cristo. Ideas tomadas de Ruysbroeck

Retiro  del mes de agosto 2023

El tema del retiro: Enlas vías místicas hacia Cristo. Ideas tomadas de Ruysbroeck

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  (Atractivos turísticos de México y el Mundo)

Advertencia para todos los meses:

Retiro: Es bueno todos los meses practicar una mañana o una tarde de retiro. Ofrezco este retiro del mes de xxx, con el tema “xxx”.  Se puede realizar en particular durante una mañana o una tarde. También puede servir a sacerdotes para ofrecerlo a algún grupo de personas. Puede ser muy fructuoso para el alma. --- Íntegro debajo de este anuncio:

Preámbulo. Ante todo hemos de ponernos en la presencia de Dios de una manera consciente y detenida; esta puede ser una manera eficaz:

 1.- Con calma decir: Señor, Tú estás aquí. Yo lo creo. Tú me ves... Me contemplas... Penetras mi alma hasta el fondo... Me escuchas... Me amas... Yo soy alguien para Ti. Importo ante tus ojos. 2.- Lo creo, Señor, porque Tú lo dijiste; y ni quieres, ni puedes engañarnos. 3.- Si Tú estás aquí, y lo creo, debo comportarme como lo hago delante de alguien que es muy importante para mí.4.- Voy a practicar un acto de oración, de búsqueda de Ti, de tu voluntad. Sea para tu mayor gloria.

Advertencia: El estilo de Ruysbroeck es un tanto estudiado; con divisiones muy artificiosas, demasiado reiterativo, lenguaje en ocasiones críptico. En estos retiros el pensamiento del gran místico lo hemos intentado adaptar al lenguaje de nuestro tiempo   El Beato Juan Ruysbroeck solía pasar horas enteras en el bosque que circundaba su monasterio para escuchar la voz de Dios. En alguna ocasión quedaba arrebatado en éxtasis. Vamos a intentar en este retiro adentrarnos en nuestro espíritu como él lo hacía. Nos ponemos muy conscientes en la presencia de Dios.

                            Exposición:

 Tema: Enlas vías místicas hacia Cristo. Ideas tomadas de Ruysbroeck

Nota: La numeración de cada párrafo de la izquierda indica el número del capítulo de los respectivos libros.

11.- La compunción.- De la unidad de corazón nace la vida interior en el alma para poder entender y sentir dentro de nosotros la operación divina. Y podemos vivir la compunción, ese sentimiento del alma de haber ofendido o fallado a Dios, a su voluntad amorosa.

12.- El amor sensible.- Y de la compunción brota un amor sensible a Dios, un gusto digno de sentir su amor misericordioso. Este amor nos va apartando del apego a muchas criaturas que nos detienen en la marcha espiritual. Nos vamos encaminando hacia el amor eterno. Y despreciamos las frivolidades mundanas.

13.- La devoción.- Este amor producen en nosotros la devoción a Dios, el amor sensible a su Majestad. Esta devoción enciende en nosotros la llama del deseo de Dios, nos purifica y comunica el verdadero deseo de salvación.

14.- La acción de gracias.- O sea, la gratitud o agradecimiento. Es una consecuencia de la devoción. Agradecimiento a sobre porque nos creó, nos redimió, nos  salvó y va conduciendo hacia el Cielo; nos ha perdonado e infundido en nosotros la caridad; nos conforta con los sacramentos, sobre todo con la Eucaristía; nos ha dado salud y fuerza para seguirle; también por los bienes temporales.  Y de este agradecimiento brota en nosotros la alabanza; nos unimos al coro de los ángeles para dar gloria a Dios. 

15.- De la acción de gracias brota también el dolor de los pecados.- El primer dolor se ha de surgir cuando faltamos a la alabanza y a la acción de gracias, a la veneración y culto de Dios. Este dolor es como la raíz y fruto de las virtudes interiores. Con él se perfecciona la gratitud.

 16.- Y hemos de ejercitarnos.- Al hervir el agua, baja de nuevo se la superficie al fondo de la vasija y de allí vuelve a subir con mayor fuerza e ímpetu. De manera semejante el Espíritu Santo impele y apremia nuestras almas para que hiervan en alabanza de nuestro Señor y Dios.

17.- Insistiendo en lo mismo.-  Cuando se acerca el estío, el sol calienta cada día más, y saca de las entrañas de la tierra los humores que nutren los árboles desde sus raíces hasta la última hoja. Así sucede con el Sol Eterno, Nuestro Señor Jesucristo: envía al fondo de nuestras almas su fuerza amor y gracia que se extiende hasta las profundidades de nuestro ser: nos da un gran empuje a nuestras virtudes y aparecen grandes frutos de alabanza y gloria al Creador y de servicio a su Reino.

 18.- Venida espiritual de Cristo.-Cuando llega el sol a la tierra, se duplica la actividad en las plantas; así también, cuando viene Jesucristo, Sol lucidísimo, está en nuestros corazones, levantado en alto sobre todas las cosas, entonces se consiguen las virtudes con gran eficacia; y llega una lluvia suave de consolación interior y un rocío celestial de suavidad divina. Y viene a nosotros también el fervor de la caridad. ¡Salid al encuentro del Señor!

19.- Del gusto casto del corazón.- De esta dulzura nace un casto deleite del corazón: Dios, por medio de sus dones, se comunica con tal consuelo que redunda y rebosa en todo el ser humano. Caso no puede el sostener la gran alegría quien lo recibe.

20.- La embriaguez espiritual.- Este deleite divino causa en el alma la embriaguez espiritual. Algunos en estos momentos prorrumpen en cánticos y alabanzas divinas. Llegan incluso a pensar que todos experimentan algo parecido a lo suyo, y otras veces creen que nadie los experimentó. Esta experiencia es deliciosa y no tiene comparación con ninguna otra de la tierra. Y llega a exclamar: “Señor, verdaderamente no soy digno de que me concedas estas cosas, pero necesitamos de tu inmensa bondad y conservación”.

21.- Cuidar la embriaguez espiritual.- La venida de Jesucristo se nos comunica en el mismo instante de la conversión, cuando detestamos el pecado y las mundanidades. Después hemos de cuidarnos en no buscar la tentación ni dejarnos vencer por ella si nos asalta. También hemos de cuidar de no dejarnos engañar por dulzuras del demonio.

22.- Comportarse en consonancia con la venida del Esposo.- Jesucristo,

Sol eterno, por la virtud de sus rayos hace el corazón patente y que en él reverdezcan todas las virtudes. Quien acepta su venida gustará de veras con este rayo de claridad y  de todos los bienes y consuelos que acompañan a la caridad. Descansará en el Señor, morará en Él y será abundante su acción de gracias.

23.- Intensificar en nuestro espíritu la venida de Cristo.- Cuando el sol calienta, maduran los frutos. Cristo, Sol divino, nos exalta interiormente y está presente en nuestro corazón. Él es el origen de donde manan todos los dones. Cristo exaltado en nosotros está dispuesto a aumentar nuestra fuerza para que salgamos de nosotros mismos y nos acerquemos a Él. Se trata de un interior convite para el corazón amante; se trata de una verdadera irradiación del Sol eterno. De aquí viene el hombre a ser herido con una herida de corazón o llaga de amor. Esta llaga espiritual causa al mismo tiempo gozo y dolor; y luego el verdadero Sol, Jesucristo, envía los rayos,  y clara luz al corazón al corazón patente y lleno de amor y pide de nuevo la unidad o unión.

24.-  Enfermedad e impaciencia del amor.- Aquí derrama Cristo rayos de la divina luz; el incendio de esta luz consume toda virtud y facultad. Se trata de una impaciencia ardiente que, mientras dura, ninguna criatura ni en el Cielo ni en la Tierra, le puede servir de quietud. En este estado, algunas veces se infunden palabras sublimes. Este incendio de amor es una interior impaciencia que no quiere sujetarse a la razón hasta gozar de la cosa amada. Y Cristo, nuestro muy luciente Sol, obtiene el nombre de León, con sus rayos fervientes, que hacen hervir al que ama; y a veces el amante es atormentado con el deseo de morir, para poder unirse con su Amado. Por eso, levantados los ojos a lo alto, contempla el palacio celestial, abundante en gozo y gloria. Y aquí suelen humedecerse de lágrimas los ojos corporales y nacer deseos ansiosos.

25.- El rapto y revelaciones.- En este incendio de amor, algunos son arrebatados en el espíritu sobre los sentidos, y se les propone en forma de semejanza alguna verdad, o se les manifiestan las cosas futuras. Y algunas veces obran estas cosas en los hombres por virtud de Dios, aunque Dios es incomprensible y abismal. Incluso en ocasiones son arrebatados sobre sí mismos y sobre su espíritu. Además en ocasiones envía Dios al espíritu como resplandores repentinos. Perciben una luz que comprenden viene de Dios. Y el alma se llena de júbilo, y este gozo no puede expresarse con palabras. En fin, otros son instruidos en sueños de diversas cosas que les son necesarias, ya por su propio ángel, ya por otros espíritus bienaventurados. Y advertimos que aunque otros hayan recibido favores de Dios, no llegan a advertir todo esto porque ignoran el incendio de amor por haberse entregado a la multiplicidad.

26.- Un peligro que ha de evitar el que tiene incendio o impaciencia de amor.-  Algunas veces hierve tanto el calor solar que en algunas regiones se secan hierbas y árboles. También podemos considerar en nuestro terreno espiritual días caniculares en que los rayos del Sol divino arden soberanamente. Y  en quien así ama impacientemente se aumenta de continuo ese dolor porque su naturaleza corpórea se seca,  y aparece un tanto árida por la vehemencia del incendio de amor. Algunas veces también mana Dios con tanta suavidad en los corazones que hierven en el incendio de amor, y parece que nadan cual peces en el agua. Y morar durante mucho tiempo en estas cosas es destrucción de la naturaleza  corpórea. Por fin, todos los que así aman impacientemente llegan a enfermar, pero no todos mueren.

27.- Otro cierto peligro.- Algunas veces en días caniculares cae un rocío, a mediodía, en gotas grandes. Puede ocurrir que con la luz causada por operación diabólica sean algunos destituidos de sus sentidos exteriores. Se sienten  ciertas inspiraciones que unas veces son mentira y otras, verdad. Lo peor, que ciertas dulzuras melifluas sean engañosas, quieren aparecer como verdaderas cosas y para nada son verdad: están envueltas en errores y perecen los frutos  de las virtudes.Si se discierne bien, se huye de la tentación y no se recibe daño alguno.

28.- Los que tienen incendio de amor imiten a la hormiga.- La hormiga trabaja en lugares secos y cálidos: siguen todas ellas el mismo camino, son muy laboriosas y almacenan para el mal tiempo.  Así han de  hacer los que aman con impaciencia; han de aumentar la alabanza de Dios y acumular virtudes. Habitarán también en lugares secos y cálidos,  esto es en incendio fervoroso. Y vivirán en la unidad fruitiva;  guardarán los frutos de virtudes para el tiempo determinado de Dios. Y podrán contemplar las cosas divinas y volar a los arcanos y secretos de Dios.

Examen práctico

  1. El sentimiento de compunción de corazón nace del fondo del alma:
  2. ¿Cómo lo fomento? ¿Cómo lo he practicado hasta ahora?
  3. La devoción y el amor sensible son muy convenientes para nuestra relación con Dios: pedir al Señor con insistencia estos dones.
  4. El agradecimiento a Dios es preciso fomentarlo, ¿cómo lo voy haciendo hasta ahora?
  5. Pensar en el futuro. Buscar ahora junto al Señor el modo de mantener encendido el fuego constante del amor.
  6. Pensamiento más profundo en el Espíritu Santo.
  7. El calor, el hervor, la embriaguez espiritual la conseguimos arrimándonos a Jesucristo Eucaristía: ¿cómo va me devoción a Jesús en la comunión y en el sagrario?
  8. Pensar en intensificar más y más la venida de Cristo: con paz, con ahínco, con constancia…
  9. ¿Cómo buscar mi laboriosidad, empeño, ahínco en el servicio y amor a Jesucristo?

José  María Lorenzo Amelibia Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

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