Maria Madre de Dios

Dios quiso llamar a la puerta del corazón de una mujer sabiéndo que estas siempre estarían abiertas.Le traía una Buena Noticia para toda la humanidad y así, de esta forma, fue como quiso entrar en la historia, en nuestra historia. Escogió a una mujer sencilla, en un lugar sencillo y pobre y pidió ser acogido, haciéndolo con la mayor delicadeza posible, aportando vida y esperanza.
María dijo sí a los planes de Dios y con ese “sí”, el mundo queda habitado por Él, abierto a la ternura.
La salvación se nos revela con la venida de Cristo y en esa revelación hay un lugar especial para María, la llena de gracia, o lo que es lo mismo: la llena de Dios, el agua viva que se derrama sobre todos nosotros…
En Ella se realiza y cumple la Encarnación del Verbo. Por eso, mirándola a Ella, es como si pusiésemos nuestra mirada en Él y poniéndola en Él lo hacemos en todos los excluidos de este mundo.
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