¡Feliz Viernes de Dolores! Este es tradicionalmente el pórtico de la Semana Santa ya que pasado mañana es Domingo de Ramos. Para este día concreto sí hay algo de música y hoy vamos a dirigir nuestra mirada a un motete curios que viene de un compositor regio. Y no me estoy refiriendo a que era un compositor de la corte...

Disfrutemos de la música de Leopoldo I de Habsburgo (1640-1705), emperador del Sacro Imperio Romano Germánico nacido en Viena; lo fue desde 1658 hasta su muerte. Desde siempre le gustó la música y las artes en general. Gran parte de sus obras son de género religioso y, más concretamente, el litúrgico. Supo sintetizar perfectamente diversos estilos, sobre todo los procedentes del concierto. Se manejaba muy bien con el coro, algo demostrado en sus misas. Sin embargo, en los círculos de la época no pasaban de ser obras de un aficionado. Leopoldo fue un auténtico patrón de todas las artes y contribuyó a que Viena fuese una verdadera capital de la cultura. Durante su reinado se interpretaron unas cuatrocientas obras, entre las que estaban sus propias composiciones.

Escuchemos su Motetto de Septem Doloribus Beatae Mariae Virginis "Vertatur in luctum cythara nostra", W 80. No se sabe la fecha de composición y su texto no es litúrgico sino religioso, muy relacionado con el del Stabat Mater. Los solistas se hacen cargo de se hacen cargo de los recitativos, de diversos modos, y que dialogan con las partes corales. El tono lamentoso está presente en toda la obra desde el Lachrymantem et dolentem piis fletibus comitemur inicial, con motivos por semitonos, al aria en compás ternario de la soprano, con reminiscencias operísticas. El bajo aparece acompañado por las cuerdas, y termina esta obra con un movimiento de diálogo de las cinco voces con el coro.

La interpretación es de Cappella Murensis y Les Cornets Noirs.