La elegancia británica

Sinfonía 5, William Boyce.

¡Feliz viernes! Poco a poco vamos aproximándonos al fin de semana te propongo escuchar una música de lo más elegante. De hecho, la música barroca de las islas británicas está cargada de una especial elegancia, más alejada a los adornos barrocos que circulaban por el continente. Los maestro genuinos de allí crearon unas obras para el entretenimiento de muchos en sus teatros, entretenimiento que ha llegado hasta nosotros.

William Boyce

Hoy nos visita William Boyce (1711-1779), compositor británico nacido en Londres. Era el compositor inglés del siglo XVIII más genuino, quizá salvo Thomas Arne. Estudió con Maurice Greene y en 1734 era organista de la Oxford Chapel hasta que terminó encargándose de la música de la capilla real. Sin embargo, siguió encargándose de diversos puestos sobre todo de organista hasta que, a la muerte de su maestro Greene, fue nombrado maestro de la música del rey, alcanzando desde entonces el más alto reconocimiento en Londres. Empezó a perder su oído pero en principio eso no fue un problema hasta que empeoró. Se retiró y se dedicó a recopilar y editar su música, además de la de otros como Byrd o Purcell. Fue reconocido especialmente por sus sinfonías en las que mezcla elementos barrocos con otros más avanzados.

Precisamente es una sinfonía lo que vamos a escuchar hoy. Concretamente, la Sinfonía n.º 5 en re mayor. Fue publicada junto con otras en 1760. Esta obra fue compuesta en 1739 en forma de obertura para el día de santa Cecilia y, como todas las sinfonías de Boyce, está dividida en tres movimientos (Allegro ma non troppo, Tempo di Gavotta y Tempo di Minuetto). La composición fue estrenada en la Apollo Academy y luego en Dublín. La forma que domina la obra es la de la obertura francesa, con un inicio bastante formal a la que las trompetas y los timbales le aportan una fuerza muy especial. Termina el primer movimiento, el importante, con una fuga. La elegancia no se pierde en los otros dos movimientos de danza que le siguen: una gavota y un minueto.

La interpretación es de The Academy of Ancient Music dirigida por Christopher Hogwood.

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