Absolutamente irrecuperable

En una larga conversación, un amigo de Palma vino a decirme: Mucha gente piensa que muchos de nosotros vamos a salir ganando con el volcán porque nos darán dinero para hacer una casa mejor de la que el volcán nos ha arrancado de las manos y borro del mapa. Los que eso dicen no saben lo que es tener un pueblo ni una casa. La geografía es la historia espacializada, la geografía del pueblo es la historia espacializada de sus vecinos, y la casa es el meollo de la biografía de cada miembro de la casa. Los muros de granito, como en Galicia, de adobe, como en Castilla, o de ladrillo, no son más que custodios del espacio que ocupa la casa, custodios de los recuerdos, de los sueños, de los desvelos, de las alegrías y de las tristezas de  de cada uno. Al arrancarnos de las manos nuestra casa nos han arrancado parte del alma, nuestra historia, algo absolutamente irrecuperable.

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