Los obispos siguen sin seguir el ejemplo de la vida religiosa, que ha tomado cartas en el asunto La Conferencia Episcopal sólo investigará los abusos a menores en el pasado si se lo pide el Papa

(Jesús Bastante).- Los obispos españoles parecen no haber aprendido la lección. Mientras episcopados de medio mundo (Estados Unidos, Alemania, Australia, Irlanda, Francia) han elaborado o encargado investigaciones sobre los abusos sexuales a menores en sus filas, la Conferencia Episcopal se resiste a hacerlo por propia iniciativa, y apenas se compromete a hacerlo "si así lo dispone el Papa".

Una nueva oportunidad perdida, que se hace aún más estridente después de que la vida religiosa en su conjunto se haya organizado para atajar los casos de abusos sexuales en su seno, atender a las víctimas, y elaborar una investigación de los casos acaecidos en el pasado.

Los obispos, sin embargo, no seguirán el ejemplo de Confer y de instituciones como la Compañía de Jesús y, al menos hasta la reunión de los episcopados de todo el mundo con el Papa del próximo mes de febrero, limitarán el trabajo de su Comisión Antipederastia a mejorar los protocolos, implementar "medidas preventivas formativas" y generar "una educación de la afectividad y la sexualidad", tal y como apuntaba en una entrevista con Ep, el portavoz episcopal, Luis Argüello.

"En cada una de nuestras diócesis estamos dando los pasos oportunos y, por supuesto, estamos también abiertos a que si en la reunión de febrero se dispone para toda la Iglesia algún tipo de protocolo que tenga que ver con la revisión del pasado, poderlo asumir", subrayaba el portavoz de la CEE. Mientras tanto, las víctimas continúan exigiendo ser recibidas por sus obispos, y una cercanía que las congregaciones religiosas ya se han comprometido a dar, pero que en el ámbito episcopal no se da.

Los obispos, una vez, siguen llegando tarde y, a diferencia del comunicado de Confer, poniendo paños calientes y minimizando el impacto de la crisis de la pederastia en España. Así, Argüello ha subrayado que los casos "no han sido muchos" en España. Todo se fía, pues, a lo que venga de Roma en febrero. A remolque, para desgracia de las víctimas y desprestigio de la institución.

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