En un mensaje enviado al pueblo y a la Iglesia brasileña, el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) ha expresado “nuestra solidaridad con los damnificados y con la diócesis de Petrópolis, así como nuestra oración por el descanso eterno de los fallecidos, en comunión con la Iglesia brasileña”.

El escrito del Celam responde al “desastre natural ocurrido en la ciudad de Petrópolis, región serrana del Estado brasileño de Río de Janeiro, que provocó la muerte de al menos 140 personas, 191 desaparecidos, y ha dejado a millares sin techo y en condición de vulnerabilidad”, como recoge el texto.

“Lo ocurrido nos debe llevar a reflexionar sobre la necesidad de implicarnos, cada vez más, en el cuidado de la casa común, buscando contener los efectos del cambio climático”, se afirma desde el Celam, que también insiste en la necesidad de cuidar de las infraestructuras que eviten estas catástrofes, y la puesta en marcha de políticas públicas para que los más pobres no se vean obligados a construir sus viviendas en lugares de alto riesgo”.

Se invita a los fieles católicos desde el Consejo Episcopal Latinoamericano “a asumir una actitud de solidaridad y de caridad con quienes han perdido lo poco que tenían, especialmente con las familias que se encuentran de luto por la muerte de sus seres queridos”.

Recordando las palabras del Papa Francisco en la encíclica Laudato Si, que llama a agradecer a “quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo”, con las que se nos incentiva al “compromiso con el cuidado de la ‘casa común’ y de los más pobres”, se pide la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, para que “consuele a quienes sufren las graves consecuencias de este desastre natural, y nos motive a estar siempre atentos al sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas que viven momentos de dolor”.

CELAM, tras el desastre de Petrópolis by Jesús Bastante on Scribd