El impulso de la misión continental Encuentro Eclesial del Caribe: Asumir los Desafíos de la Asamblea para entrar en el camino del Sínodo

Ficha de inscripción del Cardenal Bergoglio en Aparecida
Ficha de inscripción del Cardenal Bergoglio en Aparecida

Aparecida fue“una experiencia eclesial, un acontecimiento, un nuevo Pentecostés, nos sentíamos llamados, convocados, a vivir en la fraternidad, la alegría de ser discípulos misioneros del Señor”

Los participantes del encuentro han resaltado la coincidencia entre los desafíos de la Asamblea Eclesial y el diálogo en preparación del Sínodo, insistiendo en que los frutos de la Asamblea llegaron a través del diálogo

También fueron abordados algunos elementos presentes en los desafíos de la Asamblea Eclesial, como es el clericalismo, y los pasos que se están dando para superarlo, como es el trabajo que se está haciendo en algunos seminarios donde se forman los futuros presbíteros

Paola Calderón y David Jasso

Un nuevo Encuentro Eclesial de los cuatro programados por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam). Este 18 de mayo con quienes viven su fe en la Iglesias del Caribe, un tiempo para compartir, para estar juntos, en una decidida participación de la Iglesia de América Latina y el Caribe, haciendo esa opción por la sinodalidad, como señalaban el padre David Jasso y Paola Calderón al inicio del evento.

Hacerlo a partir de la vida de los pueblos, algo evocado en la oración inicial con un elemento presente en la vida de todos los países, de todas las gentes, un sombrero, que muchos usan en la cotidianeidad. Un momento para poner en las manos de Dios la vida de los pueblos de América Latina y el Caribe, que viven una realidad marcada por grandes cambios que afectan profundamente sus vidas.

Un encuentro que se realiza en el marco de los 15 años de Aparecida, conmemorado los días 12 y 13 de mayo pasados en el Santuario Nacional de Brasil, y recordado en directo a través de objetos utilizados en la V Conferencia General, con algunas curiosidades, como la ficha de inscripción del entonces Arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco. Una muestra de todo lo que fue ayudando a realizar la Conferencia y construir el Documento Final.

Susana Nuin en el Encuentro Eclesial

Lo vivido en Aparecida ha sido recordado, desde lo realizado en el campo de la comunicación, por Susana Nuin, actual directora del Cebitepal, y que en aquel momento formó parte del Equipo de Comunicación. Tras hacer memoria del camino previo, destacó los principales temas de Aparecida, haciendo ver que los temas de interés del aula y de los medios de comunicación no siempre fueron los mismos. En ese sentido era de gran expectativa, según Susana Nuin, cuál sería el relacionamiento del Papa Benedicto XVI con Latinoamérica, su opinión sobre la opción preferencial por los pobres, algo sobre lo que fue muy claro desde el discurso inicial, donde hizo ver que ésta era una opción cristológica.

La directoral del Cebitepal también ha destacado algunas novedades presentes en la V Conferencia, citando entre ellas la participación de Amerindia o la visión sobre las comunidades eclesiales de base. También destacó el fuerte trabajo del Celam en los años posteriores a Aparecida, sobre todo en el impulso de la Misión Continental, donde tuvieron un papel importante las diferentes conferencias episcopales, logrando diversos resultados en cada uno de los países.

En Aparecida estuvo presente Mons. Rubén González, quien la define como “una experiencia eclesial, un acontecimiento, un nuevo Pentecostés, nos sentíamos llamados, convocados, a vivir en la fraternidad, la alegría de ser discípulos misioneros del Señor”. Eso en “una América que busca caminos nuevos, una América Latina y el Caribe que desea anunciar con fuerza y valentía, audacia, ese amor de nuestro Dios que nos libera de toda esclavitud”, según el presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico.

Mons. Rubén González

El obispo de la Diócesis de Ponce recordó que “eso fue lo que vivimos en Aparecida, una gran familia eclesial reunida, convocada por el Santo Padre”, para abrir el Evangelio a la vida, algo que se vio representado en el Tríptico de Aparecida, explicado por el prelado, haciendo referencias a lo vivido del 13 a 31 de mayo de 2007, relacionándolo con la vida de la Iglesia y las diferentes realidades sociales. Por eso, no ha dudado en resaltar que “Aparecida marcó un camino evangelizador, y en nuestras Iglesias particulares hemos intentado poner en práctica lo que allí dialogamos, discutimos, buscando líneas de acción común para convertirnos en una Iglesia de brazos abiertos, en una Iglesia que camina y avanza”.

Este acontecimiento eclesial que fue Aparecida está siendo recordado a través del Centro de Gestión del Conocimiento del Celam. Tras explicar la misión del Centro, ayudar en el discernimiento de los signos de los tiempos a la luz de la Palabra de Dios, la reflexión teológica y el Magisterio Eclesial, los espacios en que se divide y el trabajo que llevan a cabo para fundamentar el trabajo pastoral, su director Guillermo Sandoval, mostró los pasos que se están dando y el trabajo que se está llevando a cabo en los campos más variados desde una mirada eclesial. Una contribución y unos materiales que se puede encontrar en la web del Celam.

Un momento importante de estos encuentros es el diálogo por grupos, en los que, siguiendo una ficha de trabajo, se ha compartido cómo han sido recibidos los frutos de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe en cada uno de los países. Se ha compartido cómo se están trabajando los desafíos pastorales y cómo se adaptan a la realidad de cada país, poniendo de manifiesto testimonios e historias en relación a ellos y también las dificultades.

Agenor Brighenti

Para iluminar ese diálogo, los participantes escucharon la intervención del teólogo brasileño Agenor Brighenti, que desde una perspectiva pastoral fue abordando los elementos que considera más destacados de Aparecida, mostrando siete aspectos que considera fundamentales: el trasfondo y espíritu, rescatando el Vaticano II; el que por el bautismo todos somos discípulos misioneros; la misión como estado permanente en la Iglesia; la conversión pastoral, para llevar a cabo la misión; el que cada comunidad sea un poderoso centro irradiador del Reino de Vida; el ser una Iglesia en salida, samarita y profética, abogada de los pobres; la promoción de un itinerario de discipulado misionero.

Los participantes del encuentro han resaltado la coincidencia entre los desafíos de la Asamblea Eclesial y el diálogo en preparación del Sínodo, insistiendo en que los frutos de la Asamblea llegaron a través del diálogo y se está en un proceso de trabajo para llevar a cabo la concreción de esos desafíos, aunque algunos reconocen la dificultad de compaginar dos grandes eventos eclesiales como es la Asamblea Eclesial y el Sínodo, lo que ha hecho difícil trabajarlos al mismo tiempo.

Sin embargo, hay quien ve la Asamblea Eclesial como algo que está ayudando a impulsar el proceso de escucha sinodal, algo no fácil en algunos países, dada la crisis social, política, económica, en que viven. También fueron abordados algunos elementos presentes en los desafíos de la Asamblea Eclesial, como es el clericalismo, y los pasos que se están dando para superarlo, como es el trabajo que se está haciendo en algunos seminarios donde se forman los futuros presbíteros.

En el encuentro se han hecho presentes representantes de la Iglesia hispana en Estados Unidos, destacando el hermanamiento y la creación de puentes entre América Latina y el Caribe y la Iglesia de los Estados Unidos, sobre todo con los jóvenes. Siguiendo uno de los desafíos de la Asamblea, se ha hecho ver la necesidad de cómo los jóvenes pueden ir asumiendo responsabilidades en la Iglesia. También fue colocada la experiencia de trabajo en cárceles, prisiones, centros de detención de migrantes, donde muchos dicen abiertamente que la Iglesia no les deja, algo que muestra la importancia de la misión en ese campo.

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