La vida religiosa brasileña ha reelegido este 12 de julio como presidenta de la Conferencia de los Religiosos de Brasil – CRB, a Sor María Inés Vieira Ribeiro, quien desempeñará este servicio hasta 2022. La elección ha sido llevada a cabo en la 25ª asamblea electiva de la CRB, que se celebra de 10 a 14 de julio en Brasilia

El tema de la asamblea es “Consagrados y consagradas en misión”, teniendo como lema “Haced todo lo que Él os diga”, teniendo como propósito, junto con la elección de la nueva dirección, discutir las prioridades para el próximo trienio. En ese sentido, como reconocía la hermana Paula Francinette, la asamblea es un “espacio de encuentro, de escucha de aquello que Dios pide a la vida religiosa consagrada en los días de hoy, en los tiempos de hoy, con todos los desafíos”. Según ella, “la vida religiosa somos consagrados y consagradas al servicio del Pueblo de Dios con mucha conciencia de lo que Dios nos pide”. Una opinión compartida por la hermana Petronila de Sousa, que ve la asamblea como “un nuevo impulso para la vida consagrada”, insistiendo en que sea un buen momento para “que pueda atender el apelo del Papa Francisco de la Iglesia en salida, de una Iglesia misionera”.

Al ser invitada a contestar si aceptaba asumir esta misión, la hermana María Inés dijo: "antes que nada, ¡gracias por su confianza! Estoy segura de que Dios me pidió este servicio y preparó el camino, en comunión con los consagrados y consagradas. En enero hice un retiro para discernir, porque percibí que Dios me iba a pedir más servicio a la Vida Consagrada. Y recuerdo las palabras del consejero que me dijo: No hagas nada para quedarte, no hagas nada para irte. Estate en las manos de Dios. Así él me preparó".

Al hablar de lo que se propone para los próximo años, la Presidenta de la CRB ha señalado que "en este trienio deseo dedicarme más a la cuestión de la Amazonía, a la identidad de los sacerdotes religiosos, para que podamos tener una vida consagrada masculina y femenina según el espíritu de Jesús”. Sor María Inés, que en los últimos años se ha convertido en una de las voces más proféticas de la Iglesia brasileña, ha afirmado en sus palabras a los participantes de la 25 Asamblea electiva, que “también algo que está muy presente en mi corazón, para que podamos trabajar juntos, es el tema del abuso sexual en la Iglesia, el abuso de menores, la trata de personas y el tema de las Políticas Públicas”.

Desde esa perspectiva, ha desafiado a los religiosos a promover “nuestra inserción, para que podamos, dado como ya hemos visto, la aprobación de la Reforma de la Seguridad Social, acompañar a los pobres y a los pequeños. Nuestro trabajo como Iglesia, como cristianos, es aún mayor. ¡Vamos a unirnos!". Finalmente, la religiosa, después de decir que confiaba en la gracia de Dios, ha dado su sí a este servicio que la vida religiosa le ha encargado nuevamente.