El gobernador al presidente de la Federación Nigeriana que tome medidas urgentes ante la grave inseguridad Nuevos ataques a una iglesia y una mezquita al norte de Nigeria, en el estado de Katsina

Nuevos ataques a templos en el norte de Nigeria
Nuevos ataques a templos en el norte de Nigeria

Los habitantes del estado de Katsina merecen vivir seguros y sin miedo”. Así se lo pide Farouk Lawal Jobe, gobernador interino de Katsina, en un llamamiento al presidente de la Federación Nigeriana

La última masacre tuvo lugar en la mezquita Unguwar Mantau, donde al menos 27 personas fueron asesinadas en la madrugada del 19 de agosto

El 11 de agosto, la aldea de Sayaya fue atacada en la noche por una banda fulani. También el 11 de agosto, una banda de pastores fulani atacó la iglesia parroquial de San Pablo en Aye-Twar

Una de las causas de la inseguridad que asola el estado de Katsina es la deficiente vigilancia de la frontera con Níger que permite el paso de elementos yihadistas, bandas armadas y mercancías de contrabando

(Agencia Fides).- “Los habitantes del estado de Katsina merecen vivir seguros y sin miedo”. Así se lo pide Farouk Lawal Jobe, gobernador interino de Katsina, en un llamamiento al presidente de la Federación Nigeriana, Bola Tinubu, para que tome medidas urgentes con el fin de abordar la grave inseguridad que afecta a este estado, ubicado en el extremo norte de Nigeria. “Solicitamos respetuosamente al presidente que emita las órdenes pertinentes a todas las agencias de seguridad para que pongan fin de una vez a los ataques contra nuestras comunidades pacíficas”, añade Jobe.

La última masacre tuvo lugar en la mezquita Unguwar Mantau, donde al menos 27 personas fueron asesinadas en la madrugada del 19 de agosto. Según fuentes locales, el ataque fue perpetrado por un grupo de criminales en represalia por el asesinato de algunos de sus cómplices a manos de aldeanos durante el fin de semana pasado. Los atacantes estaban a punto de asaltar la aldea cuando los aldeanos, alertados con antelación, les tendieron una emboscada y mataron a varios miembros de la banda. Los delincuentes atacaron durante la hora de oración, tomando a los residentes por sorpresa.

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El fin de semana pasado, el bombardeo de la fuerza aérea nigeriana contra el escondite de una banda criminal en Jigawa Sawai, cerca de la frontera con Zamfara, permitió la fuga de 62 personas secuestradas. Muchas de ellas habían sido capturadas durante un ataque nocturno el 11 de agosto en la aldea de Sayaya por una banda fulani. También el 11 de agosto, una banda de pastores fulani atacó la iglesia parroquial de San Pablo en Aye-Twar. “El brutal ataque del 11 de agosto de 2025 ha interrumpido permanentemente todas las actividades pastorales, ya que las 26 estaciones parroquiales fueron ocupadas por pastores armados durante algún tiempo”, explicaba el padre Samuel Fila, de la diócesis de Katsina-Ala y presidente de la Nigerian Catholic Diocesan Priests’ Association (NCDPA).

Durante el ataque se profanó y destruyó la iglesia parroquial, se quemó la oficina parroquial y la rectoría, y se destruyeron propiedades y vehículos de la parroquia. La inseguridad está teniendo un grave impacto en el sistema educativo del estado. Según un estudio reciente de Oxford Policy Management, entre 2020 y 2025, aproximadamente 330 estudiantes fueron secuestrados, así como 14 profesores. Otros cinco fueron asesinados y 52 escuelas se vieron obligadas a cerrar en las áreas de gobierno local (AGL) de Batsari, Faskari y Kankara.

Una de las causas de la inseguridad que asola el estado de Katsina es la deficiente vigilancia de la frontera con Níger que permite el paso de elementos yihadistas, bandas armadas y mercancías de contrabando. En las últimas horas, el comando local de aduanas anunció la incautación de una cantidad significativa de medicamentos importados ilegalmente, incluyendo Tramadol, un analgésico que se vende en el mercado de drogas ilegales.

Archivo - Bandera de NigeriaEuropa Press/Contacto/Maksim Konstantinov

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