Sacerdotes de Vitoria cuestionan la Plataforma “Ayudas + Justas”

La Plataforma “Ayudas + Justas” alentada por el alcalde de Vitoria-Gasteiz, Javier Maroto, ha recibido un duro rechazo por parte de un grupo de 68 sacerdotes de la Diócesis vasca, y afirman que la misma, “NO ES UNA PROPUESTA EVANGELICA”.



Los sacerdotes firmantes salen a la arena del debate social suscitado en torno a la RGI (Renta de Garantía de Ingresos) y a la propuesta de llevar al Parlamento Vasco una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) para una revisión de esas ayudas sociales. Denuncian que este debate “resulta discriminatorio para ciertos colectivos, que es electoralista, por el momento en el que se plantea, y que promueve la confusión, porque no queda claro lo que se reivindica.”


Así mismo califican de: “manipuladoras” las lecturas e interpretación interesadas, cuando se afirma que lo que se dice en el número 58 de la Carta de Cuaresma de los Obispos del País Vasco, “Misericordia Entrañable”, les da la razón a los patrocinadores y defensores de dicha propuesta.
Su voz se une “a Caritas y a otras muchas voces eclesiales y sociales que han salido en defensa de quienes necesitan esta ayuda” y a la de los obispos vascos en su Carta Pastoral y al Papa Francisco que “en su carta “Evangelii Gaudium” nos habla de la Dimensión Social de la Evangelización.”


Consideran que este comunicado es “un servicio a los creyentes de nuestra diócesis y a nuestra sociedad.”


Non solum sed etiam


El comunicado de los sacerdotes de Vitoria dice al final de su primer párrafo: “tenemos derecho a expresar nuestra opinión como acompañantes y responsables de algunas de las comunidades parroquiales de nuestra Diócesis.” Me llama la atención varios detalles de esta frase:
• Uno, que el derecho a opinar les viene dado por su condición de personas y de ciudadanos, ¡faltaría más!
• Segundo, que es una lástima que hayan sustituido el término “pastor” por el de “acompañantes”, con lo que viste ahora lo de “oler a oveja”, y porque si son pastores sí pueden atribuirse el calificativo de “responsables”, pero si son solo acompañantes la responsabilidad es más “solidaria” con el resto de la comunidad, así que o una cosa o la otra.


Por lo demás el hecho de que unos sacerdotes den el paso al frente, para posicionarse del lado de quienes se encuentran en las periferias existenciales de nuestra sociedad, merece el respaldo de la comunidad cristiana.


El que salgan a la palestra movidos también por el desconcierto que en la feligresía han detectado frente a este tema, también es buena señal.


Y que alerten ante quienes, aprovechando la Carta Pastoral de los Obispos, han intentado “barrer pa’ casa” desde una interpretación muy subjetiva del texto, pues también me parece que está dentro de su labor como pastores de la comunidad.


Pero lo que más destacaría de esta noticia es el hecho de ver un comunicado firmado por un numeroso grupo de sacerdotes, que haciendo piña entre ellos y en comunión con “sus” obispos y con el Papa hacen uso de su condición de profetas para denunciar lo que consideran, a la luz del Evangelio, una injusticia.

Movido por la curiosidad he intentado saber si, aun reconociendo que el número era muy significativo, “eran todos los que estaban”, y me han confirmado, que, desde el respeto a la opinión personal, la adhesión al documento ha intentado llegar a toda la geografía diocesana, territorial y humana. Y por lo tanto quien ha querido, opción ha tenido.

Esta es la iglesia de la “Primavera” en Vitoria, aunque en la calle esté nevando.

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