El Vaticano se defiende en los Tribunales
Un cambio de estrategia que, a mi juicio, presenta sus pros y sus contras. Por un lado, me parece bien que Roma baje a la arena del común de los mortales y quiera y sepa defender sus derechos, cuando los crea lesionados, en los tribunales de Justicia. Muchas "ofensas" se evitarán por el simple hecho de las molestias y los quebrantos económicos que implica el paso ante la Justicia. Se acabó la impunidad.
Por otro lado, no me gusta ver al Vaticano metido a "picapleitos" y poniendo querellas a diestro y a siniestro. Aunque imagino que sólo lo hará en los casos más graves (Benetton o Titanic), no siempre le resultará fácil a la institución casar adecuadamente su autoridad moral con la justicia de los hombres. La ejemplaridad que se le supone con la defensa de sus derechos. Es tab fina,a veces, la línea entre la libertad de expresión y la ofensa...que se puede terminar acusando a Roma de censura. En cualquier caso, queda claro el cambio de estrategia. Ya iremos viendo sus frutos.
José Manuel Vidal