Contemplo el Evangelio de la mujer adúltera. Puntos de contemplación 1-4-11

Advertencia. Estas meditaciones hazlas sin ansia de pasar adelante. Normalmente cada punto breve está separado por un número. Es una señal discrecional de parada. Cuando piensas que te has agotado en afectos, discursos o contemplación pasa al punto siguiente. Lo mismo haz si no te dice nada la frase leída. Siempre has de comenzar la oración cortando con suavidad los pensamientos ajenos, y centrándote en el Señor. Al finalizar termina siempre con un coloquio con la Virgen María y con Jesús, su Hijo, Dios y hombre verdadero.


1.- Contemplo el Evangelio de la mujer adúltera. Le pido al Señor humildad para que nunca se me ocurra condenar a nadie, a nadie... dejarlo todo a la misericordia de Dios, pero a la vez no transigir con el pecado ni mortal ni venial; pedir a Dios por los pecadores, por su conversión; pedir su misericordia.

2.- Dame prudencia, Jesús, como la tuviste en el momento de perdonar a la adúltera; no te enfrentaste con la ley ni con las personas; únicamente dijiste: el que se vea libre de culpa, que tire la primera piedra.

3.- Dame tu misericordia en el doble sentido, a mí pecador, y a mí acogedor de que yerra.

4.- Ayúdame a ayudar a salir de los malos caminos; ayúdame a orientar y a dirigir a quienes lo necesitan; dame tu mansedumbre, prudencia y capacidad de acoger.

5.- Ayúdame a tratar con ternura a todos; a todos agrada y atrae el cariño. Lo he de tener en cuanta en estos días de penitencia.
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