En cuaresma a los pies de la cruz

1.- Dependo de ti, Señor, como criatura, como hijo, como bautizado, como sacerdote o religioso. Dependencia amorosa de Dios. Complacencia y adoración.

2.- Soy tu hijo, y esto no es pura imaginación, sino verdad de fe. Como hijo tuyo guárdame; ayúdame; quiéreme.

3.- Como a bautizado, ayúdame a ser útil en tu Reino, a vivir aquí en la tierra haciendo el bien, a dar buen ejemplo, a rescatar almas del poder del infierno. Soy tu sacerdote, Señor, y participo de esta cualidad tuya.

4.- Ayúdame a ser tu mediador, tu ministro, aunque me hayan dejado "sin cartera", el servidor oculto de tu pueblo, el que vela para que el demonio no llegue a hacer daño.

5.- Y como no puedo ejercer un ministerio directo en las almas, ayúdame a hacer oración reparadora, a interceder por mis hermanos los hombres. Derrama sobre tu Iglesia los dones de tu gracia en abundancia. Mira que parece que ha caído como una nube de plomo.

José María Lorenzo Amelibia  

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