Tras el asesinato de dos hombres en la rectoría de Nuestra Señora de Guadalupe en Fortín de las Flores, Veracruz, el sábado pasado, el obispo de la diócesis de Córdoba, Mons. Eduardo Porfirio Patiño Leal, exigió “planes realistas y eficaces” contra la delincuencia que, a juicio del prelado, dan lugar a tantas agresiones como “desapariciones, secuestros, balaceras, cobros de piso, extorsiones y proliferación de las adicciones”.

Mons. Patiño Leal expresó que “no es la primera vez que se dan esos atentados cerca de templos…” y dirigió oraciones a Dios “para que toque los corazones de los causantes de estos males…” y les enfatizó las palabras del Evangelio de Mateo: “ Les recuerdo lo que el Señor Jesús advirtió al apóstol Pedro: El que a hierro mata, a hierro muere”.

En un mensaje, el obispo de esa diócesis del Estado de Veracruz invita a todos los fieles a reforzar la oración por la paz y la concordia en la sociedad recordado el valor de la vida humana y el respeto a la dignidad de las personas. En el documento exalto la valentía del rector del templo, padre Jorge Montero Díaz quien, "a pesar de ser un sacerdote de edad avanzada", supo proteger a los fieles congregados y, al final, orar por la víctimas dándoles la absolución sacramental y los últimos auxilios espirituales. 

El Secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, manifestó "tristeza y consternación" sobre este lamentable caso y demanda de las autoridades "firmeza" para investigar exhaustivamente hasta aclarar los hechos, para actuar conforme a la verdad y la justicia. 

Mons. Miranda señaló que "la violencia que estamos viviendo en nuestros pueblos y comunidades, al igual que en muchas partes del país, genera una descomposición social que ha deteriorado profundamente la convivencia armónica y pacífica de nuestra sociedad".

 Las agresiones perpetradas en iglesias motivan la preocupación debido a la forma como se han cometido, especialmente en contra de menores. Apenas en abril pasado en Fresnillo, Zacatecas, en el templo del Sagrado Corazón, un explosión en el patio del inmueble hirió a niños quienes jugaban a la pelota. En un inicio se creyó que el incidente fue por el manejo sin precaución de pirotécnica; sin embargo, la semana pasada, se dio a conocer que en realidad fueron deliberadamente agredidos con un artefacto -presumiblemente una granada- provocándoles gravísimas lesiones. Se cree que ese ataque es consecuencia de la disputa de la plaza entre cárteles del crimen.

Desde el año pasado, asesinatos en inmediaciones o al interior de los templos son de llamar la atención. En la mayoría de los casos, hay niños involucrados. Un ejemplo fue la ejecuciónde un abuelo y nieto al interior de la parroquia de Las criptas en Irapuato, Guanajuato, en junio de 2018.

En esa ocasión, la oficina de comunicación de la diócesis informó con frases acotadas, el siguiente mensaje en redes sociales:

Buenos días a todos nuestros seguidores: “Esta mañana del jueves 7 de junio de 2018, unos sujetos ingresaron al templo parroquial de Criptas, en la ciudad de Irapuato, donde acribillaron a un hombre de alrededor de 70 años y a un niño de 13 años".

“Las autoridades judiciales ya están en las investigaciones preliminares".

“Los sacerdotes y personal que colabora en la Iglesia están bien aunque impactados emocionalmente".

“La Diócesis de Irapuato lamenta y reprueba estos hechos de tanta inhumanidad".

“Gracias por su solidaridad y oración".

“Atte. Comunicación Social de la Diócesis de Irapuato”.

Posteriormente en julio, otro asesinato acaeció en la Iglesia de El Buen Pastor de Ciudad Obregón, Sonora. De acuerdo con los informativos, un hombre de 40 años apodado “El Piloto” fue acribillado en el recinto. Entró intempestivamente en el templo perseguido por sus verdugos. Antes de ser abatido pidió clemencia para su pequeño hijo de cuatro años a quien le respetaron la vida. Se cree que el hombre estaría involucrado con redes del crimen organizado.

Enseguida el comunicado completo del obispo de Córdoba, Mons. Eduardo Porfirio Patiño Leal, por los asesinatos de dos hombres en Fortín, Veracruz: